Touch me...

Fiesta parte I

Estoy rodeada por una espesa bruma blanca. Miro hacia los lados y no hay nada. Decido voltearme y veo la silueta negra de alguien a lo lejos.

-¿Quién eres?- pregunto.

-Eso ya lo sabes- responde la silueta.

Que cada vez toma más forma a medida de que me voy acercando. Es... es la de un chico por la contextura física, pero aun no puedo saber quién es porque esta de espaldas. Cuando estoy a tan solo unos pasos de distancia de él, este se da vuelta, y solo puedo observar unos ojos completamente azules. Y como palabas al viento la luz desapareció de sus perfectos ojos y se reemplazó por una oscuridad fría, ávida y llena de furia. Pero también una gran tristeza que nunca antes vi. Sus ojos escanearon mi cuerpo sin pudor alguno, para luego clavarse en los míos. La distancia que antes nos separaba se había acortado en tan solo segundos.

-¿Quién eres?- volví a pregunta.

-Ya te lo dije- dijo con una sonrisa -Eso ya lo sabes-.

-No... no lo sé... tu dime-

Sus ojos volvieron a escanearme para detenerse en mi cuello y una sonrisa maliciosa se apodero de sus labios. De golpe siento que me cuesta respirar, los sollozos y los gritos de auxilio se atascan en mi garganta, siendo bloqueados por el fuerte agarre de su mano.

-¿Ya me recuerdas preciosura?... Soy nada más ni nada menos que el rey de tu infierno-.

Y entonces todo se volvió negro... es como si fuera consumida poco a poco por la oscuridad. Por su oscuridad.

A lo lejos se empezó a escuchar la canción de "Thinking Out Loud" de Ed Sheeran, haciéndose cada vez más y más fuerte. Abro mis ojos de repente con la respiración agitada. -Solo fue un sueño, tranquila- me repito varias veces hasta regular completamente mi respiración. Se sintió tan real. Extiendo mi mano para tomar mi celular que sigue sonando. Miro la pantalla y me doy cuenta de que es la alarma de la fiesta, que llevaba rato sonando. -Mierda, ahora tengo menos de dos horas para arreglarme-. Me levanto de la cama de un salto, pero al hacerlo me mareo un poco y termino tropezando con la ropa que anteriormente había dejado tirada. -Genial, mi día no podía estar peor-. Me levanto y me voy a bañar al ritmo de "Mi Rosa Negra" de Porta. Salí de la ducha y tome un conjunto de ropa interior de encaje negro y me vestí. Abro las puertas del placar donde está toda mi ropa, diviso un short corto negro con roturas y una blusa roja sin mangas y corta, me visto rápido. Busco unos zapatos de taco, negros por supuesto, debajo de mi cama, me los pongo y listo el pollo pelada la gallina. Okey me estoy pareciendo a mi abuela. Que mierdas.

Me fijo la hora en el celular y son las 7:40, me tengo que apresurar o no voy a llegar. Busco el secador y la plancha. Hoy mi cabello estará lacio, no puedo hacerme otra cosa, ya lo me queda tiempo y es lo más rápido y fácil. Termino, desenchufo la plancha y agarro mi bolsa de maquillaje. Aplico un poco de sombra marón claro en mis ojos con un pincel. Luego coloco un poco de marrón oscuro en lo que es el centro del parpado y finalmente aplico negro para dar más profundidad, formando un degrade perfecto. Tomo el eyes liner y delineo mis ojos, un poco de mascara para pestañas y gloss.

Como siempre la muy impuntual de mi mejor amiga llego terriblemente tarde. No sé qué me sorprende. Pero por otro lado me dejaron terminar de arreglarme para la estúpida fiesta de mierda.

Estábamos ya en el auto camino a la dichosa fiesta mientras mis amigas algo ya ebrias, para que mentir muy ebrias, cantaban a los gritos y muy desafinadas por cierto, las canciones de la radio. Mientras que yo solo me limito a reír de sus tonterías.

Al llegar, me quede realmente helada, me encontraba frente a una gran mansión de tres pisos rodeada por un enorme jardín, con diversos tipos de drogados, ebrios, putas, gente prácticamente devorándose mutuamente con la boca o teniendo sexo en público, algunos más tranquilos haciendo bromas y otros con cámaras o celulares filmándolo todo.

Verónica coloco un brazo alrededor de mi cuello y grito:-"Que empiece la fiesta"-.