Capitulo 3

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Con la mirada buscó por todo el bar a la castaña, al fin la vio, charlando con un chico, le estaban poniendo la oportunidad en bandeja de plata, y él pensaba aprovecharla. Con su mejor sonrisa, se acercó a ella, le rodeó la cintura con los brazos, la sintió tensarse, pero ignoró el hecho y hundió la cabeza en la curva de su cuello; ¡maldita sea, que bien olía!

-Perdona cariño la espera, había cola… -murmuró Harry, antes de darle un beso en el cuello.

-Eh… bueno _____, yo… eh… voy a la barra… -dijo el hombre con el que hablaba.

-¿Pero se puede saber que estas haciendo? –exclamó ella, soltándose de él y mirándolo a los ojos con furia.

-Así que te llamas _____ –comentó él ignorándola- bonito nombre.

-¿Pero que te has creído? –preguntó acercándose a él con una mano alzada, dispuesta a pegarle.

Pero Harry fue más rápido, le agarró la muñeca al tiempo que tiraba de ella, pegándola contra él.

-¿Sabes que hueles maravillosamente bien? _____…

Ella tragó saliva, mientras él le miraba los labios e inclinaba la cabeza poco a poco hacía ella, sus bocas se encontraron, Harry la besó lentamente, saboreando esos labios que ya había probado, esos labios que había querido probar de nuevo, esa boca que estaba explorando… _____ había dejando paso a la lengua de Harry la cual exploraba su cálida boca, «¿Qué estoy haciendo?» se preguntó de repente a la vez que se soltaba de él, rompiendo el beso.

Harry la miró confundido, por un minuto pensó que por fin la tenía, pero se había confundido, _____, su vecina iba a ser una mujer difícil, pero… a él le daba igual, no le importaba, no se iba a acostar con ella, simplemente: iba a jugar. Y él sabía jugar, pudiera ser que al final se la llevara a la cama como premio.

_____ se recompuso, respiró hondo. Harry estaba jugando, se había unido al juego… pero ella no se lo iba a permitir, no, no y no, ella era la única jugadora, y pensaba ganar el juego. ¿Él quería guerra? Pues iba a tener guerra, ella sabía como jugar, además se divertiría, y mucho…

Harry la miraba con una sonrisa burlona, y ella alzó la vista orgullosa, definitivamente iba a ganar, si, ya no solo por Ever, también por ella.

-¿Qué te pasa? –preguntó él.

¡Maldito fuera! ¡Encima se burlaba!

-¿A mi? –pregunto ella- ¿Por qué lo preguntas?

-No se… -comenzó cogiéndola de la cadera y acercándola de nuevo a él- …tal vez porque dejaste de besarme de una forma muy brusca… y no podrás decir que no te estaba gustando, _____…

¿Por qué siempre que decía su nombre lo hacía en un tono tan sensual?

-Uhm… ¿me oíste negar algo? ¿no, verdad? Y ahora… si no te importa… ¿me sueltas?

-Mmm… es que la verdad no me apetece soltarte… me gusta como hueles –le dijo pasándole la nariz por el cuello- como sabes… -continuó lamiéndole el cuello, _____ se estremeció y al notarlo él sonrió- serías una magnifica amante… -por unos instantes _____ se permitió dejar volar su imaginación, pero enseguida se regañó, no debía pensar en nada de eso, no iba a ocurrir- ¿te apetece pasarlo bien… _____?

-¿Sabes Harry? –preguntó orgullosa- Tendré en cuenta tu oferta, cuando me apetezca divertirme… te llamaré, se donde vives… -tras decir eso, se soltó de él, y se fue dejándolo solo.

Harry sonrió, sabía perfectamente que eso eran solo palabras, que no lo iba a llamar, que no acudiría a él, pero él, haría que ella lo deseara, haría que quisiera que la besara, que la acariciara… un juego, era un juego. Por lo menos se había ido, dejándolo con la libertad suficiente como para poder llevarse a una chica a la cama esa noche ¡por fin!, su vecina no iba a interceder…

_____ estaba en su casa como un león enjaulado ¿Por qué se había ido del bar? ¡Maldita sea!, no debería de haber salido corriendo, primero porque no era propio de ella, y segundo porque lo había dejado solo, con la oportunidad de llevarse a alguien a la cama… ahora solo le quedaba esperar, y rogaba porque se la trajera a casa y no se fueran a otro lugar…

No tuvo que esperar mucho, un poco más de las diez de la noche, empezó a oír risas en el pasillo, una risita ordinaria resonaba con fuerza, acompañada de una voz de hombre: su vecino.

Se apresuró a ponerse la bata de seda por encima del camisón, se revolvió un poco el cabello, y metió bien los pies en las zapatillas; dejó la puerta encajada y salió para llamar a la puerta de enfrente, la misma risita del pasillo se acercaba, estaba segura de que era la chica la que iba a abrir, y así fue. Una rubia alta, con largas piernas y ojos marrones, le abrió la puerta.

Ella ignorándola se adentró en la casa…

-Mi vida –murmuró- te echaba de menos –le dijo lanzándose a los brazos de Harry…

Sin dejarlo hablar lo besó, ella notó como las manos de Harry se aferraron a ella, le acariciaban la espalda para ir bajando hacía sus nalgas, donde tras coronárselas la unió más a él, haciendo que no quedara espacio para el aire entre ellos… Cuando _____ oyó cerrarse la puerta de golpe, se soltó de Harry, quien confundido se frotó los pelos…

Ella respiró hondo, menos mal que la otra se había ido, el beso había ido intensificándose con demasiada rapidez, había podido sentir la erección de Harry contra su vientre.

-¿Por qué hiciste eso? –preguntó con voz ronca.

-¿El que? –preguntó ella a su vez.

-¡Entrar así en mi casa! ¡Besarme de esa forma! ¡Espantar a mi chica!

-Me dijiste que cuando quisiera divertirme que te buscara, y eso hice –le contestó ella sin darle importancia.

-Así, que te apetece divertirte…

-Me apetecía –contestó resaltando la palabra- me hablaste muy mal, ahora me voy a casa.

-¿Dónde te crees que vas? –preguntó Harry frustrado.

Ella lo ignoró y caminó hacía la puerta. Harry la vio alejarse de él, abrir la puerta de su casa y cerrarla, él la siguió, aquello no se iba a quedar así. Justo cuando ella iba a empujar su puerta, él dio un tirón y se la cerró.

¡No, no, no y no, no podía ser!

_____ se giró pálida, le había cerrado la puerta, ¿ahora como beep se supone que iba a entrar…?

Harry la miró confundido, ella había palidecido, el sonrojado de sus mejillas ya no estaba, ¿le habría echo daño? ¿Cómo…? No, él apenas la había rozado.

-¿Qué pasa? –preguntó confundido.

-¡Maldito idiiota! –gritó ella con ira, empujándolo, Harry sorprendido puso los brazos para protegerse de las manos de _____- ¡idiiota! ¡me cerraste la puerta! ¿Cómo se supone que voy a entrar ahora? ¿eh? ¿eh? Venga ¡explícame! -Harry seguía perplejo, él iba hacía atrás mientras _____ iba dándole manotazos, y no entendía el por qué.- ¡es tu culpa que yo…!

De repente Harry la cogió de las muñecas y comenzó a andar con velocidad, haciéndola retroceder, hasta que ella quedó entre una pared y su pecho…

-¿Mi culpa? –preguntó furioso- ¡no soy yo quien ha entrado tú casa para calentarte y después irme! Eres tú la que dejó la puerta encajada en vez de coger las llaves… -estaba enfadado, por palabra que decía acercaba su cara a la de ella, tenían las frentes pegadas, al igual que las narices- ¿Qué dices en tú defensa? –_____ guardó silencio- eso es lo mejor que haces, ¡callarte! Porque sabes que llevo razón.

_____ abrió la boca para objetar, pero Harry la calló con un beso, ardiente y apasionado. Y ella se dejo llevar…

Jugando con fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora