Dolor

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Cuatro hormigas en mi cara me despertaron. Me las quité y me incorporé.
Había tanto silencio...Era un día muy bueno después de todo. El río me estaba llamando, hacía tanto calor...
Quise bañarme pero no tenía bañador, asi que simplemente me quité la camisa y las zapatillas y me metí poco a poco.
Cada vez me hundía más. El agua me llegaba por los tobillos, luego por las rodillas, cadera, pecho, nariz...Y luego me sumergí.
Buceaba y veía los pequeños peces que venian hacia mi por culpa de la corriente. Luego nadé un poco de parte a parte del río, pero no me daba cuenta de que me estaba alejando del sitio por donde había entrado.
Sin enterarme llegué a unos pequeños escalones, cascadas, de piedra cubierta por moho que me hacía resbalar. No me podía sujetar a nada porque la corriente me tiraba hacia el centro del río. Me mantenía con la cabeza fuera del agua, hasta que no pude más, y me hundí para buscar desesperadamente alguna roca oculta. Me agarré a una con tanta fuerza que parecía que la iba a romper. Me quedé aguantando la respiración allí abajo hasta que mi cabeza dejara de dar vueltas y cogiera fuerzas. Entonces me impulsé desde la piedra hasta el borde y conseguí cogerme a unas raízes salientes de un arbol y me apoyé en la pared para subir, ya que no llegaba al suelo.
Me quedé unos minutos tumbado vomitando. Luego caminé de vuelta hacia mi fuerte, y tardé en llegar.
                                ***
Tenía los pies y las manos llenas de arañazos y sangre, mucha sangre. Conseguí vendármelas con cachos de mi camisa, y los pies los cubrí poniéndome los calcetines de nuevo.
Pensé *¿Qué hago ya, si todo me sale mal?*. Juro que luché por no hacerlo, lo juro. Pero al final me corté.
Acabé con tres cortes en cada brazo y dejé que la sangre corriera, cosa que había evitado en los pies y las manos. Luego me mareé y me desmayé. No recuerdo mucho más.

¿Soñando o deseando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora