Capitulo 18

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Tenía mis ojos fijos en el techo. Las lágrimas ya habían dejado de caer

Supongo que la mayor parte de esto es culpa mía, sabía que si le quitaba la mascara saldría herida... Y aquí estoy, tendida en mi cama llorando a las 12 de la noche

¿Por que todo esto me tiene que pasar a mí?

Voltee mi cabeza hacia el lado de la pared. Aún conservaba el dibujo que Tais me había dado

¿Por que?...

No sabía si lo que sentía era tristeza, rabia, decepción, o tal vez, eran todas juntas.

Era una gran desesperación mezclada con irá, quería correr, quería pegarle a las paredes, quería gritar, pero no podía

Hundí mi cabeza en la cabecera y grite

—¿Por que lo hice?— Dije con mi rostro hundido en la cabecera

Mis ojos ya estaban hinchados de tanto llorar

¿Por que lloraba? Esto no debería afectarme 

—Lukas— Murmure entre sollozos

Esos hermosos ojos verde azulados... Resultaron ser de una mujer.
¿Por que tuvo que pasarme esto a mi?

Desde el primer día que la vi sabía que algo no era normal en ella... Y aún así seguí a su lado

Nunca se me hubiera pasado por la cabeza que Tais era...

Dios ni siquiera puedo pensar en la palabra, realmente no tolero a esa gente homosexual... No es correcto lo que hacen ¡Esta sobre la naturaleza!

-Creo que ya deberías dejar de pensar en esto Catherine, lo hecho, hecho esta y mañana debes ir al instituto

Detuve mi respiración al pensar en eso

¡Ay no!

No, no, no

No podía ser, debía ir al instituto y... Ver nuevamente esos ojos mañana

La tendré que ver a los ojos y sentarme al lado de ella y....

¡Fingir que todo esta bien cuando no es así!

Necesito que alguien me golpee y me diga que todo esto es un sueño.

Apreté mis ojos al recordar el rostro de Tais llorando

Ya no quiero existir...

*

*

*

—Catherine— Escuche entre sueños. Me cambie de posición para volver a dormir, mi cama a veces podía ser el sitio más cómodo— ¡Catherine! ¡Catherine despierta!

Abrí mis ojos al escuchar la voz de mi madre

—¿Que sucede?— Le pregunto aún con la voz medio dormida

Mis ojos estaban hinchados

—Te quedaste dormida y no fuiste a clases, otra vez

Me alegré al escuchar eso, saber que tenía otro día mas en el cual no tendría que preocuparme por prestarle atención a los estúpidos profesores

Un fuerte golpe hace que me levanté de la cama con pocas ganas

—¡Ay!—

—Son las 2 de la tarde y aún no te levantas— Eso era un nuevo récord, un logro más agregado a mi lista— ¿A donde fuiste ayer?

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