Nada molestaba más a Reiji como lo que vio cuando llego al salón de clases. Una chica ignorando al profesor y su clase por estar jugando con su pluma.
Ella sintió su mirada y se giro. Parpadeo con incredulidad y después se volvió hacia el frente tensa como una cuerda de violín.
Reiji levanto una ceja por su comportamiento extraño. Durante todo el día mantuvo un ojo siempre en ella. Fue así como se entero que era una nueva alumna de intercambio y que su nombre era Bonnie.Era inteligente, pero nada extraordinario. Aunque aún así sus ojos siempre encontraban su camino de regreso a ella.
Algo en ella le resultaba familiar.
Sonó la campana y ella se apresuró a empacar sus cosas y salir a toda prisa. Sentía que su corazón se saldría de su pecho.
Ya sea por el miedo o la emoción, era muy intenso. Tanto que necesitaba mucho el aire fresco.
Salió y se quedó un rato viendo hacia la nada. Escucho gritos y luego la voz de su compañero. Se enderezó y fue corriendo donde Oliver peleaba con el chico con el que se topo hace unas horas.
"¡Oliver idiota! , ¡que rayos haces! "
El se metió detrás de ella y el castaño se burlo.___ suspiro y le ordenó que la siguiera para después darle un sermón mientras desde la ventana del tercer piso Reiji se quedo mirándola fijamente.
Oliver cansado de sus sermones se dio la vuelta y se fue. ___ exhalo, aveces se moría por irse a vivir sola. La inmadurez de Oliver era frustrante.
Negó y regreso al interior de la escuela. Ella tenía el cabello largo y siempre estaba acomodándolo detrás de su oreja. Un pequeño tintineo era lo que escuchaba, en su pulsera de plata había un cascabel.
Ella sonrió por el pequeño recuerdo; Reiji decía que era como un aviso para que supiera siempre donde estaba, para que de esa manera jamás desapareciera de su vista.
En el orfanato, en las noches cuando era pequeña y tenía miedo, y sin recordar perfectamente porque, ese sonido la tranquilizaba y la hacía sonreír.
Ese brazalete y el dije que tenía en el cuello fueron sus tesoros. Nunca se separó de ellos.
Todo por una pequeña esperanza.
Se detuvo frente a una puerta. Si Reiji estaba aquí, Ayato, Kanato, Laito y Subaru también entonces...
Negó suspirando. Estaba muerta, ellos debían pensar así. No podía simplemente aparecer, seria vergonzoso si ellos no se mostraban tan emocionada como ella.
"Señorita que hace aquí"
Se enfocó en el director.
"Eh... lo siento, estaba buscando mi siguiente clase y creo que me perdí"
El director agitó la cabeza.
"Entiendo, ya había esperado esto. Ven te buscare un buen guía" señalo indicándole que lo siguiera a su oficina. Le indicó que se sentara mientras él hacia algunas llamadas.
Ella se entretuvo viendo los adornos en su escritorio.
"Oh, adelante pase"
Cuando escuche la voz de un hombre mire hacia la puerta con curiosidad. Era Reiji. Instintivamente toque mi muñeca.
"Mira, te llame para pedirte un enorme favor. Ella es Bonnie, una alumna de intercambio. Es nueva y le cuesta trabajo adaptarse"
Sus ojos granate se fueron sobre___ y ella se mantuvo quieta.
"Por supuesto señor"
"Que bueno, bien. Señorita vaya con él, le mostrará lo que debe saber"
"B-bueno"
___ se levantó y le agradeció al director. Reiji abrió la puerta dejándome pasar primero.
En silencio viendo hacia abajo caminaba detrás de él. De repente él se detuvo y giró a mirarla.
"¿Cual es tu nombre?" pidió cortésmente.
"Eh... bueno... Soy Bonnie"
Reiji levanto una ceja extrañado. Pero aun así se introdujo a si mismo.
"Soy Reiji Sakamaki"
___ apretó los puños y sonrió.
"Gusto en conocerte" susurró sin dar a notar su dolor.
Él fue amable y atento, pero frío en todo momento. Ella le agradeció y él se fue. Cuando sonó la campana y todos comenzaban a salir ella se quedo sentada en el suelo recargada en su casillero.
Metió la mano en su bolsillo sacando su móvil para revisar la hora. Si quería llegar a tiempo a su empleo tendría que apurarse.
Se levantó de un salto. Hace unos días encontró un trabajo en un orfanato. Ella ayudaba con las tareas ya que la actual dueña era una pésima persona.
Le había tomado cariño a todos los niños y no creía ser capaz de dejarlos a su suerte.
Camino por un buen tiempo hasta que llegó al edificio. Los pequeños apenas la vieron corrieron a saludarla.
"Hola niños, ¿que hacen afuera? "
" La señora esta con un hombre en su oficina y nos aburrimos"
___ suspiro y sacudió la cabeza. Sabia quien era ese hombre, y porque estaba aquí.
Una deuda más para el lugar. Pensó llevando a los niños adentro. Justo cuando ambos salían de la oficina.
La cara de la mujer estaba preocupante mente seria. ___ se quedo en silencio mientras el tipo de cabello curioso color verde oscuro vestido de negro le dio una segunda mirada.
Ella se movió incomoda concentrándose en algún punto en el suelo.
"Espero su resolución pronto "" dijo antes de retirarse en silencio.
La mujer respondió en silencio y después tiro de__ con ella en su oficina.
"Que sucede" pidió preocupada.
"Necesito tu ayuda"
"Qué... "
" Estoy hasta el cuello en deudas. Lo poco que he podido reunir es para mantener este lugar a flote "
___ asintió.
" Ese tipo me dio una opción. Quiere que... Quiere que le sirvas a su familia"
___ levantó una ceja.
"¿Servir? " pregunto confundida y un poco indignada con lo que servir podía significar con el tipo de hombre con quien hacia tratos su jefa.
" Como una mucama, es raro lo se. Pero si lo haces prometió olvidar esa enorme deuda"
Ahora la estaba mirando con ojos suplicantes. Ella era demasiado buena para su propio bien. Suspiró y asintió, si era por el bien del orfanato entonces.
"Si, lo haré"
La anciana le agradeció hasta el cansancio y se apresuró a llamar a su indeseable invitado.
Acordaron qué ella se reuniría con él mañana apenas terminarán las clases. Ahora simplemente quería ir a dormir.