Todo término con el fuego. Mi vida ya no fue lo que fue antes, me llevaron a un orfanato cuando mis heridas se curaron y cuando nadien me fue a buscar.
La escasa alegría que tuve se esfumó de repente. Recuperé mis recuerdos pero no olvide a los otros chicos que conocí en el orfanato.
Después de que una pareja me encontrara tuve tanto miedo de que me devolvieran al orfanato que fingí.
Nadien supo mi nombre. Yo no se lo conté a nadien. Desde pequeña quien me conociera me llamaba simplemente Bonnie.
Crecí y conocí a un amigo con el que vivía en esté momento. Ambos crecimos juntos.
En el momento cuando mis padres estaban por mudarse tome la decisión de quedarme y mudarme con él.
Hoy comenzábamos la escuela nocturna. Oliver ni siquiera estaba listo, aun dormía en el suelo de la sala.
"Oliver llegaremos tarde"
El chico en el suelo gruñó con fastidió.
"Sigues con esa necedad Bonnie"
"Te lo dije ayer, yo quiero seguir mis estudios. Si no quieres acompañarme está bien, yo puedo ir sola"
Oliver se levantó.
"Oh y cómo llegarás" preguntó sacudiéndose los rastros de sueño. ____ rodó los ojos y recogió las llaves del departamento.
"Te esperó afuera entonces" dijo saliendo.
Unos minutos más tarde Oliver salió y se dirigió a encender su motocicleta. ___ se quedó mirándolo y suspiro por su desfachatez.
"Listo vámonos ya"
____ a regañadientes subió a la motocicleta y con eso ambos se pusieron en marcha al colegio. Cuando llegaron se quedaron mirando el enorme edificio con expectación.
Oliver Incluso se burlo de que parecía una casa embrujada y que tal vez en los rincones podría encontrarse con algún fantasma.
Obviamente ____ simplemente rodó los ojos recogió su bolso y se encaminó hacia la entrada principal. Era un lugar inusual mente tranquilo, apenas y se encontraba en los pasillos con alguno que otro estudiante.
Me quede mirando los alrededores.
"Bonnie hey"
"Que sucede"
" Te estoy llamando desde hace un rato"
Agite la cabeza.
" Estaba pensando en algo"
"Claro, me tengo que ir a mi clase. Nos vemos más tarde"
Asentí y me fui hacia mi propia clase. Estaba en tercer grado, era mi primera vez en una verdadera escuela después de tanto tiempo y tantos fallos .Estaba un poco nerviosa.
Me detuve a sacar el papel que debía entregarle al profesor y después continúe caminando hasta que llegue a la puerta del salón.
"Bien ya estoy aquí "
Entre y después de pasarle el pedazo de papel al profesor me indicó que me sentará. Tome el asiento al final.
Estaba acostumbrada a estar sola y siempre buscaba la soledad. En cada colegio nunca tuve ningún amigo, ser una chica tímida que nunca decía su nombre me creo mala fama.
Como ahora, podía sentir a todos mirándome con extrañeza. Claro, cuando el profesor me pidió presentarme dije simplemente que mi nombre era Bonnie.
Ya se imaginarán cómo acabo todo. Pero que podía hacer, esa era mi nueva identidad y ni modo esa era yo ahora.
Junto a mi había un puesto vacío, muchos de los chicos decían que era el lugar de un alumno que nunca venia a clases. Era extraño en realidad y hasta tuve un pequeño impulso de indagar más.
Ahora mientras la clase se llevaba a cabo yo estaba entretenida jugando con mi pluma cuando la puerta se abrió. No mire siquiera, seguí imaginando que mi pluma era un puente.
Después de que escuchara el ruido de alguien sentarse sentí una mirada pesada sobre mi y rodé los ojos exhalando para después girar para ver quien estaba viéndome como una especie de fenómeno.
Todo se detuvo, escuché el bullicio cómo una especie de sonido de fondo. Nada me había dejado tan paraliza cómo el hombre familiar frente a mi.
Mis labios se apretaron en una línea fina. Cuando había echado de menos esos ojos color magenta...
Mucho.