__ estaba mirando hacia la luna desde el balcón de la escuela. Ella suspiro cambiando su mirada hacia el suelo varios pisos lejos de ella.
Pensaba como podría bajar ya que la puerta estaba cerrada con llave. Pero después de ver que seria imposible se dejó caer al suelo sintiéndose un poco molesta con Ayato.
Él había aparecido cuando ella se dirigía a su primer clase exigiendo que quería su sangre, ella se negó y el pelirojo intento asustarla con dejarla afuera. Algo que por supuesto hizo.
"Esta por amanecer, la escuela ya debió haber cerrado"susurro tallando sus brazos para entrar un poco en calor.
Ella escucho pasos y se precipito hacia la puerta de cristal, tocando como loca hasta que escucho el click de la cerradura. Termino cayendo contra el suelo, pero estaba agradecida de que no continuara congelándose afuera.
"¿Estas bien?" preguntó el chico alto frente a ella.
Se giró a mirarlo, tenía el cabello negro con las puntas más claras y ojos azul grisáceo. La observaba con atención y ella se sintió avergonzada de que hiciera tremendo acto frente a él.
"Si lo estoy, gracias" respondió cuando él le tendió una mano para ayudarla. Estaba frío como el hielo, pero supuso que sería su propia mano la que le daba esa impresión.
"¿Que hacías afuera?, está helando"
__ sonrió apenas.
"F-Fue un accidente" apunto y él levanto una ceja.
"Ya veo"
__ se frotó los brazos.
"¿Qué hora es?" pregunto con curiosidad.
"Casi el amanecer"
__ se mordió el labio. Ni siquiera notaron que no estaba, ¿cómo volvería a casa sin congelarse en el camino?
"Bueno, gracias" susurro dándose la vuelta.
"¿Tienes como regresar a casa?" inquirió con calma cerrando el pequeño libro que había estado leyendo.
"N-No"
Él asintió.
"Yo puedo llevarte" dijo buscando algo en sus bolsillos.
"Eh, no, no quisiera molestar...puedo tomar un taxi"
Nerviosa comenzó a buscar algo en sus bolsillos pero se dio cuenta que su billetera estaba en su bolso, que estaba encerrado en el salón de clases.
"No es nada, vamos"
Ella asintió.
"G-Gracias" susurro avergonzada siguiéndolo afuera de la escuela hacia donde estaba su auto ambos entraron, pero __ estaba muy apenada y nerviosa. Se tardó varios minutos tratando de abrocharse el cinturón, hasta que el chico la ayudo.
Ella parpadeo viendo más de cerca su rostro, le parecía muy familiar.
Sus ojos se encontraron y __ se inmuto avergonzada.
"¿Sucede algo?" pregunto él con curiosidad arqueando una ceja.
"N-no..."
Él se enderezó en su asiento y encendió el auto para después conducir hacia donde le indicaba la chica. Ella se quedó mirando por la ventana las pequeñas gotas de agua formando estrías en el cristal, demasiado avergonzada para ver a otra parte.
Se apresuró a cubrir su boca cuando ya no pudo contener el estornudo.
"Lo siento, pero la calefacción no funciona bien"