Gellert Grindelwald, el mago que se arrepintió

Revelaciones

Dumbledore y Grindelwald se quedaron viendo fijamente durante un momento, Dumbledore sacó su varita y los ojos de Grindelwald de inmediato se posaron sobre aquella legendaria varita de sáuco, la misma que habia estado en su posesión hasta que perdió en aquel legendario duelo. Con un movimiento de la varita, Dumbledore aparecio una especie de silla en la que tomó asiento, mientras Grindelwald se acomodaba en su sucio y destartalado catre.

- Entonces Albus- comenzó Grindelwald - ¿Que relación podría tener yo con lord Voldemort?-

- Magia tenebrosa, Gellert, un tipo de magia en el que mi conocimiento, desgraciada y afortunadamente al mismo tiempo, jamás ha sido tan amplio, - Dumbledore quedó pensativo - ¿Que tan familiarizado estás con la creación de Horrocruxes?-

Grindelwald se sobresaltó al escuchar esa palabra y sonrió

-¿Horrocruxes?, ¡Por las barbas de Merlin Albus! me cuesta trabajo entender que un mago de tu categoria no sepa lo que es un Horrocrux, -Grindelwald se levantó- Un horrocrux es una parte del alma del individuo oculta dentro de un objeto, animal o incluso otro ser humano, de esta manera mientras el Horrocrux esté a salvo, quien lo creo no puede morir...-

-Se perfectamente lo que es un Horrocrux, Gellert,- interrumpió Dumbledore - Y también se que para crearlo el individuo debe realizar un asesinato, un acto tan cruel que desgarra el alma y mediante un conjuro encerrarlo en el objeto que lo hospedará, lo que quiero que me respondas es, si tu llegaste a crear un Horrocrux...-

Grindelwald contestó: - Tu sabes que yo jamás le he temido a la muerte, la inmortalidad no fue un objetivo que yo buscara, yo deseaba ser el amo de la muerte y mi unico temor era dejar este mundo sin haber conseguido las tres reliquias, es por eso que si, cree un Horrocrux-

Dumbledore palideció pero sabia que esa era la respuesta que queria escuchar, Grindelwald prosiguió con su relato:

-La creacion de un Horrocrux es un acto terrible, muchos magos y brujas han muerto en el proceso de intentar crear uno,  generalmente una vez que se ha creado el Horrrocrux es prácticamente imposible destruirlo...-

-Espera un momento Gellert,- lo interrumpió Dumbledore, - Dijiste casi, ¿quiere decir que hay maneras de destruir los horrocruxes?-

-¡Claro que existe Albus!- respondió Grindelwald - ¿Acaso en la milenaria biblioteca de Hogwarts no hay un libro que hable de horrocruxes o magia oscura?-

Dumbledore recordó el libro ¨Secretos de las Artes más Oscuras¨que retiró de la biblioteca pero jamás fue capaz de leer, Grindelwald continuó:

-Existen dos maneras de asegurar que un Horrocrux desaparezca, la primera es la completa destrucción del objeto o ser en el que se encuentre el alma del creador, el problema con esta forma es la limitada cantidad de cosas que son realmente capaces de destruir un obejto mágico tan poderoso-

Grindelwald levantó 3 dedos en su mano derecha y sonrió:

-Veneno, no de criaturas con veneno común como las serpientes, nisiquiera el veneno de los Doxys es suficiente, tiene que ser veneno realmente letal como el veneno de Basilisco o Acromántula, Tambien tenemos el poderoso fuego demoniaco, muy dificil de controlar, y por último el uso de la maldición asesina si el Horrocrux se  trata de un ser vivo, aunque dicha maldición solo servirá si su creador es quien la lanza-

Dumbledore se quedó pensativo, realmente habia muy pocas sustancias que pudieran destruir horrocruxes

-¿Cual es la segunda manera de desaparecer un Horrocrux, Gellert?- preguntó el anciano director

- Ah esa forma es aún más complicada Albus, el alma puede ser reconstruida, pero el proceso es muy doloroso, la única forma de reconstruir el alma es el arrepentimiento sincero de quien creo el horrocrux, por todas las acciones terribles que pudo haber ocasionado, de esta manera el alma se recostruye y regresa en su totalidad al individuo, causandole un terrible dolor, el peor de los dolores- respondió Grindelwald

Dumbledore sonrió entristecido, definitivamente el arrepentimiento sincero de Voldemort es algo con lo que no se puede contar

- ¿Entonces Albus? he de suponer que Voldemort ha creado algun horrocrux  ¿o me equivoco?-

-Te equivocas Gellert, Voldemort ha creado, hasta lo que conocemos, seis Horrocruxes,- contestó Dumbledore

- ¡Seis Horrocruxes!- exclamó sorprendido Grindelwald- ¡Es una oportunidad magistral de vencer Albus! El alma de ese sujeto está completamente masacrada, si logran destruir los 6 Horrocruxes tienen la batalla ganada, no podrá mantenerse en este mundo, sin embargo si encontrar y destruir un Horrocrux es sumamente complicado, con seis... -

Dumbledore asintió, se levantó y le sonrió a Grindelwald

- Y bien- comenzó Dumbledore - ¿Qué sucedió con el Horrocrux que tu creaste Gellert? ¿Es por eso que sigues con vida en condiciones tan deplorables?-

Grindelwald sonrió:

-Hace tiempo que mi Horrocrux se destruyó Albus, simplemente hay ocasiones que la culpa no te permite morir en paz-

En ese momento Dumbledore se aseguró que Grindelwald se habia arrepentido sinceramente de las atrocidades que habia cometido en el pasado por lo que metió la mano en su túnica y sacó un paquete alargado y se lo entregó a Grindelwald

- Me imagino que te gustaria tener esto, Gellert, muchas garcias por la información que me has brindado-

Grindelwald sorprendido tomó el paquete, Albus comenzaba a retirarse cuando expresó algo que llevaba años haciendole daño en su interior_

-Albus, siento mucho lo de Ariana, sé que fui yo-

Dumbledore se detuvó en seco, le dirigió una mirada comprensiva a Grindelwald y contestö:

- Fuimos nosotros-

con lágrimas en los ojos Albus Dumbledore desapareció de la celda y Grindelwald se sentó y desenvolvió el paquete que Dumbledore le habia dejado y el contenido le dejó sin palabras:

32 centimetros, elástica, de Sáuce y con núcleo de fibras de corazón de dragón, Grindelwald contempló su vieja varita, la primera que tuvo, aquella con la que llegó a la cima del poder y con la que consiguio la legendaria varita de Sáuco, pero lo mas importante la varita que causo la muerte de, entre muchisimas personas mas, Ariana Dumbledore

La tomó con su mano y de nuevo experimentó el calor y la sensacion de felicidad que hace mucho tiempo no sentia, aun mejor que cuando la tomó en sus manos la primera vez cuando tenía 11 años, y no sólo porque habia recuperado su varita, sino porque supo que Dumbledore, su gran amigo realmente lo había perdonado.