Lealtad

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Un hechizo derribó la puerta del vestíbulo y decenas de mortífagos irrumpieron en el castillo, sin embargo, los defensores de Hogwarts estaban listos y salieron a la defensa, chorros de luz chocaban en todas las direcciones, mientras el castillo poco a poco iba destrúyendose debido a la intensidad de la batalla.

Harry Potter se encontraba solo, Ron y Hermione se habian perdido en medio de la batalla y el estaba tratando de encontrar a Ginny para protegerla, entonces la vió, estaba peleando con Bellatrix en compañia de su madre, el miedo se apoderó de el y quiso ir a ayudarla cuando de pronto una blanca mano le atestó un puñetazo en la cara, tirándole las gafas.

Harry se incorporó y Voldemort le apuntaba con su varita,

- Has perdido, Potter- comenzó Voldemort - lo único que conseguiste con la ayuda de tu amigo Grindelwald fue un poco más de tiempo, pero finalmente, terminaré con lo que empecé aquella noche de Halloween en el Valle de Godric-

Voldemort levantó su varita y un destello cegador de luz verde se dirigió hacia Harry, pero otro rayo verde lo bloqueó en el camino, Grindelwald estaba del otro lado del salón, apuntandolo con su varita

- No mientras yo esté aqui Tom- dijo con firmeza

Voldemort sonrió

-Oh Gellert, no entiendo tu valentía, por no decir estupidez- susurró Voldemort - ¿Por qué te empeñas en desafiar al mago que terminó con la vida del individuo que te derrotó en aquél legendario duelo?-

- Si no mal recuerdo Tom, fuiste tú quien le tuvo miedo a Albus hasta el día de su muerte, tanto así que mandaste a uno de tus queridos mortígafos a que lo matara por tí ¿no?

-Snape era un traidor, ya descubrí que en realidad jamás estuvo de mi lado y por eso tuve que matarlo, sin embargo, gracias a eso, ya tengo en mi poder la varita mas poderosa del mundo, ¿La extrañas Gellert? - se burló Voldemort

- En el pasado cometí muchos errores cegado por la ambición del poder- dijo Grindelwald - pero en ese duelo con Albus comprendí algo, esa varita no es invencible, al contrario, la confianza en su poder hace que te confíes y no pelees con todo, Albus me venció cuando portaba esa varita, ahora Tom, yo haré lo mismo-

En cuanto terminó sus palabras, Grindelwald agitó su varita un chorro de luz dorada emergió de ella, Voldemort reaccionó de inmediato desviándolo hacia el techo pero Grindelwald ya había atacado de nuevo, un dragón de fuego demoniaco se avalanzó contra Voldemort y lo quemó seriamente, en medio del dolor, Voldemort logró reducir el dragón a cenizas que de inmediato tomaron la forma de miles de serpientes que se arrojaron contra Grindelwald, con un movimiento de su varita, el mago desapareció las serpientes, pero una alcanzó a morderle el brazo que sostenía su varita, el veneno actuó de inmediato y su mano se tornó negra como la noche, mientras Voldemort reía con locura frenética, mientras que a la vez gemía de dolor, puesto que el fuego demoniaco lo había dañado con severidad.

-Has perdido Grindelwald, pero no te preocupes, en seguida te enviaré a reunirte con tu querido Albus...-

Cuando de pronto, un potente canto  inundó el salón, ambos magos voltearon y una hermosa ave color rojo carmesí sobrevoló sus cabezas, ambos lo reconocieron de inmediato... Fawkes voló y desde lo alto dejo caer una sola lagrima que curó de inmediato la herida de Grindelwald

Gellert Grindelwald sonrió, y una lágrima rodó por su mejilla

- Gracias Albus- susurró

y empuñando de nuevo su varita lanzó un hechizo a Voldemort, este respondió en el acto y ambos chorros de luz chocaron en el aire, la potencia de los encantamientos fue tal, que el suelo se resquebrajó y las piedras comenzaron a volar en torno a los dos combatientes mientras relámpagos de luz destellaban por todo el salón.

-No ganarás, ¡Nunca!- gritó Voldemort

Pero el hechizo de Grindelwald llevaba una pequeña ventaja, sin embargo, este no era el plan de Gellert, y Voldemort lo comprendió cuando lo escuchó gritar, pero ya era demasiado tarde..

-¡AHORA HARRY!-

Horrorizado, Voldemort volteó y ahi estaba, Harry Potter, el niño que sobrevivió apúntandolo directamente con su varita

-Lo siento mucho Tom- comenzó Harry, -pero esto será...-

-¡POR EL BIEN DE TODOS!- Gritaron Harry y Grindelwald al unísono

-¡AVADA KEDAVRA!- Gritó Harry

Un chorro de luz verde salió de la varita de Harry e impactó a Voldemort en el pecho, el señor tenebroso expulsó un grito terrible y cayó de bruces en el suelo, carbonizado y completamente muerto.

Sin embargo, Grindelwald había pasado años sin emplear magia en lo más minimo, y un duelo de magia de tal magnitud cuando su cuerpo lo había casi olvidado le pasó factura, debilitado, usó sus últimas palabras en Harry:

- Albus estaría orgulloso de ti Harry, finalmente he podido reivindicar mi camino, gracias por confiar en mi...- y diciendo esto, Gellert Grindelwald dejó de existir

Como único propietario de la varita de sáuco, Harry y sus amigos comenzaron a reconstruir el colegio, el cadáver de Voldemort fue trasladado a la cámara de los secretos, sellados con varios encantamientos protectores, descansaba junto a su basilisco, como recordatorio de lo terrible que puede ser un mago brillante con ideas retorcidas, mientras que en los campos, Harry hizo que contruyeran una segunda tumba de marmol, donde finalmente, dos grandes amigos, dos de los magos más brillantes y poderosos de la historia, descansaban juntos, como no pudieron estarlo en vida, pero que finalmente ambos pudieron luchar... EL BIEN DE TODOS.

Gellert Grindelwald, el mago que se arrepintióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora