Capítulo 4

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Se pone una camisa rosa transparente, unos tenis rosa y unos vaqueros rotos. Además de un sujetador negro, para que valla bien con la camisa. Sale de casa y le sorprende que Laura tampoco está esa mañana. Hoy no va al gimnasio, pero si va al parque que hay detrás de el. Solo espera no encontrarse con ese tipo otra vez...
Pasa frente al gimnasio y no ve a nadie así que continua caminando tranquila. Ayer empezó a escucharlo y le encanta, en sus auriculares conectados al móvil suena un rap en inglés. Al llegar al parque se pone a correr hasta que un chico que venía de frente choca con ella.
Dejavú...
Esta vez el chico la agarra por la cintura con una mano evitando que caiga. Ella se pone recta de nuevo, pero el chico no retira su mano.
-Eres muy torpe, ¿lo sabías? -Le dice la misma voz de ayer.
-Y tu un maleducado, pero ¿yo me he quejado? -Dice encogiéndose de hombros. El chico sonríe, pero con malicia...
-Al menos son lo suficientemente fuerte como para no necesitar que me agarren. -Dice aún sin quitar la mano.
-Pero yo soy guapa... -Contesta Odiana con tono burlón.
-Si voy a seguir tropezando contigo voy a necesitar saber tu nombre...
-Odiana... -Contesta casi en un susurro, evidentemente molesta.
-A mi llámame D. -Contesta él sin dar explicaciones y la suelta para volver a correr.
¿D? ¿Cómo que D?
Está molesta con ese idiota. Seguro que no se sabe ni su nombre el muy idiota...
No entiende por qué, pero le recuerda a alguien. Esperemos que no sea Dan... No, Dan era rubio.
Sigue corriendo sin pensar más en él y cuando se cansa entra a un restaurante y pide un sándwich mixto. El camarero le trae su sándwich y un café con leche.
-Perdona... -Lo llama ella. -Yo no he pedido este café.
-No, fue él. -Dice señalando otra mesa. El tal D, está sentado en ella y sonríe con la boca serrada, pero sigue siendo una sonrisa maliciosa.
-Entonces no lo quiero, puede tener veneno... -Dice exagerando y el camarero se ríe antes de marcharse.
Se come su sándwich y se queda mirando el café con leche. ¿Lo prueba? Tiene sed... Lo va a probar. Se bebe el café y sale del restaurante después de pagar. Bueno, sigue viva...
Aunque no por mucho tiempo porque ve a D saliendo del restaurante y caminando hacia ella. Intenta acelerar el paso, pero él le coge de la mano. Ella se suelta, pero se gira.
-¿Cómo lo sabías? -Le pregunta ella.
-¿El qué? -Pregunta serio, en verdad no entiende.
-Es que... Ese es mi café preferido. -Dice casi susurrando.
-También el mío. -Dice sonriendo, pero es una sonrisa amable. -Por eso te lo pedí.
Ella sonríe y se acaba riendo. Que casualidad... Se disculpa y se marcha caminando. Tiene que volver al apartamento caminando y más le vale ir llendo ya. Llega después de una hora caminando. Se cena su pollo frito, se lava los dientes y se mete en la tina. Ha puesto polvos con olor a coco. Ama ese olor, también el de vainilla y canela... Se termina de ducharse, se viste con una camisa larga y sale del baño. Le hecha comida a Bol en el cacharro y se acuesta a dormir después de dejar el móvil cargando. Laura sigue sin llegar y no le ha escrito. Si mañana tampoco aparece la llamará. Se está empezando a preocupar de verdad por su mejor amiga. Es la primera vez que está tantos días sin ir a casa.

Hola querida lectora. Espero y te esté gustando esta historia. Por favor comenta y vota.
Un enorme saludo y agradecimiento para MCristinaEJ por leerme, votar y comentar de primera. En serio, muchas gracias!!

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