Capítulo 5

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Reiji observó la puerta, esperando que Sakura pasará por ella para hablarle como siempre lo hacía. Pero no. Ella no pasó por aquella puerta. Hace aproximadamente tres días que ella no iba a verlo a su laboratorio.

La veía, aunque cuando ella lo veía huía como un pequeño gato asustado. También, cuando tenían que comer, en vez de sentarse a su lado como lo hacía antes, ella se sentaba lejos de él. Ni siquiera lo miraba por el rabillo del ojo.

Suspiró, acomodándose los lentes y dejando de leer aquel libro que tenía. Quizás, se arrepentiría de lo que iba hacer luego. Con solo pensarlo se sentía tan humillado y patético.

Salió de su laboratorio, sin mover aquellos experimentos que no había tocado hace ya algunas horas. No podía concentrarse sin que Sakura le este hablando y preguntando por cada cosa que había en aquel lugar.

Se teletransporto hasta su habitación, se puso su pijama y asomó su cabeza por la puerta. Por suerte, la habitación de Sakura no estaba tan lejos. A paso lento y procurándose de no hacer ruido, caminó hasta la habitación de ella.

Pensó en como reaccionarían sus hermanos al enterarse de lo que estaba haciendo. Se reirían, no había duda, también, se burlarían de él. Reiji ya los conocía.

«Me siento como un adolescente que va a ver a su novia, aun cuando se lo prohibieron..., agh. Que patético.»   

Abrió con lentitud la puerta, y puedo ver, entre toda esa oscuridad que había en la habitación; una cabellera castaña asomándose entre las sabanas. Hasta el lugar en que estaba, podía escuchar la tranquila respiración de Sakura. 

Caminó hasta ella y, antes de echarse a su lado, se sacó sus lentes y los dejó en la mesita de noche. Observó como Sakura dormía y arrugaba su nariz de vez en cuando. Luego, se removió en su lugar y abrió sus ojos.

Reiji le sonrió y Sakura casi se cae de la cama por el susto. Se intentó alejar al instante.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó con un poco de desconfianza. 

— Te vine a ver.  

— Casi me golpeas, idiota. — recordó con desdén.

— Lo sé. — respondió con tranquilidad, sin enojarse porque lo insultó. Miró a su alrededor, y de cierta manera no le sorprendió ver un skate allí.

Sakura lo miró con los ojos entrecerrados. Con esa acción, Reiji no pudo ver con claridad los lindos ojos que ella tenía.

— ¿Qué quieres?— preguntó Sakura.

— ¿Por qué crees que quiero algo?— preguntó Reiji, aunque sabía que responder con otra pregunta era de mala educación. — Quizá...Sólo quiero dormir.

— Pues ve a dormir a tu habitación, genio. — farfulló Sakura. Reiji sonrió.

— Mi habitación no es el único lugar donde puedo dormir... — quizá sonó un poco mal, pero pareciese como si Sakura no se hubiera percatado de ello. — Solo duerme.

— No voy a dormir si tú estás aquí.

Reiji suspiró, y pasó una de sus manos por su cabello. Sakura pestañeó varias veces y desvió la mirada. 

— ¿Por qué no?

— ¿Cómo por qué no? Quizás me muerdas. — espetó con el ceño fruncido.

— No te morderé. — respondió con sinceridad—. Es de noche y estoy un poco cansado. — murmuró, levantando su mano y acariciando el cabello castaño de Sakura. Ella parpadeó y Reiji pudo ver, a pesar de la oscuridad, como se sonrojaba. — Se nota que tienes frío...

— Es mentira.

— Deja de ser tan testaruda. Estás temblando. — la observó, y Sakura refunfuño por lo bajo—. Ven, acércate.

Sakura se acercó a él con lentitud, sin mirarlo. Cuando estuvo a su lado recostó su cabeza en su pecho y Reiji le acarició el cabello.

— Lo siento si te asusté. — se disculpó en voz baja—. Simplemente creo que...Al negarme algo, me sentí como en mi niñez.

— ¿Qué...sucedió?

Reiji sabía que no debía contarle algo a un humana, pero esa humana era Sakura. Y ella hablaba más con él que con los demás, y Reiji sentía que le tenía un poco de confianza.

— Mi madre nunca me prestó atención, pareciese que el bueno para nada era su mundo. Le prestaba atención, lo consentía a pesar de que yo estudiaba para que por lo menos, me mirará por un momento. — Recordó como leía libros gruesos, y se los aprendía de memoria. Pero ella nunca le prestó atención —. Al final, ella murió con una sonrisa a pesar de todo lo que hizo. 

Sakura se quedó en silencio.

— Pero ahora no me importa. Es algo que ya pasó, aunque no me gusta recordarlo. 

— Yo estaré contigo....—Sakura lo miró a los ojos con una sonrisa—. Sí tú me prometes nunca herirme.

Reiji no necesitó pensarlo dos veces.

Lo prometo.

Rebel ♣ Reiji SakamakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora