Extra #5

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se suponía que debía haber publicado este extra en Navidad del año pasado, pero me dio mucha paja v:

así que ahora sí lo publicó jejé


-¡Reiji-san!

Reiji bufó contra la almohada, sinceramente ya esperaba los chillidos de Sakura. La noche anterior estaba caminando por la habitación, hablando sola y..., quejándose de porqué las horas no pasaban más rápido.

-¡Es Navidad, Reiji-san! ¡Es navidad!

-Lo sé, anoche me lo recordabas a cada minuto -gruñó colocándose los lentes.

-¡Es que no entiendes, es Navidad! -chilló ella-. ¿Acaso ser ciego te afecta a los oídos?

-¿Qué haz dicho?

Sakura inflo sus mejillas y miró a otro lado.

-Que si no te levantas me voy a comer todo el desayuno.

Le sonrió por última vez y se fue caminando hasta la cocina. Reiji suspiró, había pensado en que ése día no iba hacer tan agotador, pero se había equivocado.

Bostezo, se levantó y caminó hasta la cocina -a pesar de que estaba simplemente en pijama-, y se recargó en la pared.

-Tu camisa es un asco -hizo una mueca.

-Siempre dices lo mismo; de mi comida, de mi ropa, de mi skate, de Shuu-san...

-No menciones al vago -pidió de mala gana-. Se supone que es un día de felicidad, entonces no lo recuerdes.

Sakura se encogió de hombros y siguió comiendo, luego Reiji le dio un manotazo.

-Se suponía que la comida era para la noche, así que deja un poco porque yo no voy a volver a cocinar.

-Pero...

-Será mejor que controles tu infinita hambre si quieres comer algo -le regaño-. Pero puedes comer cualquier otra cosa, pero esto -señaló la comida que había preparado ayer en la noche gracias a las constantes suplicas de Sakura-, esta prohibido.

-Está bien... -dijo entredientes.

Y se fue de la cocina, con el ceño fruncido y de mala gana. Reiji suspiró y recordó si todo estaba listo.

Sí, los regalos estaban. Pero faltaba la decoración. Quizás si le pedía que lo ayudará ella no estaría tan molesta.

-Eh, ¿quieres ayudarme a decorar? -le preguntó en cuanto la vio sentada en el sofá, viendo su libro repleto de fotos de Sebastián. Era como una colección que tenía, y que no perdía por nada del mundo.

Sakura lo miró con una gran sonrisa, y Reiji se preguntó si le dolería.

Así estuvieron toda la tarde, decorando todo el lugar. Incluso cuando casi se cae del techo por enredarse con los cables de las luces y Sakura se colocó a reír, pero ella se resbaló y cayó al suelo.

Al final decoraron todo, incluso cuando Sakura jugaba con las cosas.

-¡Ahora viene la mejor parte! -Sakura avanzó hacia el árbol de Navidad con orgullo.

-Pone la maldita estrella de una sola vez.

Sakura lo miró mal y le mostró la famosa estrella, y Reiji se tapó el rostro.

La estrella tenía recortada una fotografía del tal Sebastián.

-Para empezar un buen año hay que estar con el amor de tu vida -miro la estrella-. Ah, y con tu esposo.

Rebel ♣ Reiji SakamakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora