El Primer Amor

I._Beso

**por Lira**

Si pudiera elegir un día peor que este,  creo que sería imposible encontrar uno, y eso que, en cuanto a días malos se refiere... he tenido días malos.

El pasillo se encontraba vacío, y todos estaban en clase,  excepto Josua, Isaac y yo. Lo extraño de esto es que, Isaac nunca se perdería de una clase sin un buen motivo, y para él, este lo era;  

—¡Lira! ¡te pido me contestes ahora!— decía él con esa mirada que me mataba de deseo.
—No estés enojado. No puedo responder a eso Isaac. Sabes que no puedo.
—¿Que haces con él entonces? Pensé que me querías de una u otra forma.  De verdad Lira. Merezco una explicación ¿No crees?—La furia en sus ojos cafés, hacia que en ellos se irradiara fuego. Mientras tanto, Joshua nos veía confundido

  —Pues... él... Él me ha besado. Pero, Isaac,  cree que no te podría explicar las razones sin no soltar un mar de lágrimas. Además, No te he fallado en nada y lo sabes.

Isaac suspiró agobiado.  Miró a Joshua con recelo, y agachó su cabeza.

—Ya que ella no te lo pide ¿serías tan amable de irte? —trató de decir con gentileza. A pesar de estar enojado,  no podía dejar de ser un caballero. No muy convencido,  Joshua miró de izquierda a derecha, y se fue. Nadie podía decirle que no a Isaac. —Ahora... ¿podrías dejar de ser tan dramática y explicarme que diablos hacía ese chico besando a mi chica?— Era extraño que él se expresara de esa manera. Realmente estaba enojado.

—Con exactitud, no soy "tu chica". Isaac, te quiero. Yo no hice nada para que pasara esto. De verdad, si crees que te he traicionado, te pido que me perdones, pero no lo he hecho. —Su mirada se veía perturbada. Se acercó a mi, me tomo ambas manos y dijo:
—Si crees que no soy suficiente para ti... Yo....—lo interrumpí
—Eres todo lo que necesito, pero vas demasiado lento y...— De pronto sentí sus labios demasiado cerca de los míos. Trague saliva ante mi nerviosismo, y pude ver como sus ojos se posaban en mi boca.

—¿Y que?—dijo aun viendo mis labios.

—Y... — Se hizo una pausa algo perturbante. De pronto,  toda clase de ira en su rostro había desaparecido. Levanto su vista hacia mis ojos.

—Lira,  ¿Me das un beso?— Me mostré nerviosa y empecé a decir cosas incomprensibles. Pero él se acerco, haciendo que nos uniéramos en un beso. El mejor beso que pudiese existir. —Te daré un tiempo para pensar las cosas. No voy lento, es solo que quiero que esto sea en serio. No te imaginas lo mucho que me importas Lira. Nos vemos en dos meses. —dijo seguido de aquel beso, terminando con mi fantasía y helando a mis hormonas que hace dos minutos estaban hirviendo.

Se fue de ahí, y justo como dijo, no lo vi durante mucho tiempo, pero tampoco me buscó como otras veces .  El tiempo suficiente como para extrañar lo que no es tuyo. 

Y así, él me hizo saber que  tampoco es exactamente "mi chico".