Mi padre llegó muy tarde a casa y apenas podía caminar en línea recta, yo no podía parar de reír con semejantes payasadas. Creo sinceramente que ésta fue la única vez que mi padre me hizo reír y que se preocupó por mi, aunque durante este rato no me mirara ni me dirigiera una sola palabra. Lo único que hizo al llegar a casa fue entrar por la puerta y, después de un largo periplo, llegar hasta el sofá y estirarse en él. Al menos durante el corto trayecto que iba de la puerta de casa hasta el sofá se molestó en hacerme reír con sus payasadas al andar, cayéndose continuamente y caminando en zigzag. Este hecho al parecer no lo gustó nada a mi madre, ya que me cogió rápidamente del comedor y me llevó directamente a mi habitación. Esa noche ella no durmió en su habitación junto a mi padre, sino que prefirió quedarse a dormir conmigo en mi habitación. Esa noche no tuve apenas miedo, pues poco a poco iba perdiendo ese temor a la oscuridad y, además, tuve a mi madre abrazándome durante toda la noche. Me pareció entender que tenía miedo, ¿miedo ella? ¿de qué?, pero no pude entender nada más y no le di la menor importancia.
Cuando desperté por la mañana mi madre no estaba junto a mí, hecho que me asustó enormemente, y me puse a llorar. Mamá vino rápidamente a ver lo que ocurría y al ver que ya me había despertado me llevó hasta el comedor. Él todavía seguía estirado en el sofá, pero a diferencia del día anterior no estaba de buen humor, pues estaba muy enfermo y no podía moverse del sofá. Mi padre ni se percató que yo estaba sentado delante de sus narices. Llamó a mamá y exigió que le trajera un vaso de agua y algo para comer. Mi madre en un primer momento lo ignoró porque estaba ocupada dándome el pecho. Mi padre insistió. Mamá lo volvió a ignorar. Creo que entonces él se enfadó porque de repente se levantó del sofá bruscamente y empezó a gritarle a mi madre. No pude entender lo que le dijo, pero ella se puso a llorar e inmediatamente se fue hacia la cocina para preparar algo para aquel hombre que al parecer era mi padre. Desgraciadamente lo que preparó mi madre no fue del agrado de papá porque, según entendí, él no podía comerse eso ahora ya que tenía la boca muy seca.
Mamá estaba cocinando y papá creo que estaba durmiendo. Me sentía sola, así que decidir captar su atención y empecé a llorar. Mi madre vino rápidamente hacia donde estaba yo para hacerme callar, pero no le hice caso. Ella insistió y señaló a papá. Pero yo quería que mi padre despertara y también pudiera estar conmigo, así que decidí no dejar de llorar. Ella se enfadó y me volvió a pedir que callara, pero ya era demasiado tarde. Mi padre se despertó, me gritó y me tiró el vaso de agua por encima. Mamá se arrodilló y le pidió que parara y se tranquilizara. Él me dirigió una mirada fija y al instante callé, esa mirada me provocó tal terror que me bloqueé y no abrí la boca durante varios días. Acto seguido papá le reprochó algo a mamá y se fue de casa con la misma ropa que llevaba puesta el día anterior.
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OJOS DE BEBÉ
Short Story"Ojos de Bebé" narra los últimos días de una pequeña familia y todos los problemas que sufre ésta, al parecer, por culpa de su hija. #WattQuality