¿Qué hacéis en realidad y vida?,
¿Qué farsa dices que es tu sueño?
Más tener el alma conmovida
Y seguirlo con empeño,
Basta para mover montañas
Y abrir en ellas el camino;
Ver despuntar el sol en las mañanas
Como un más peregrino,
Pues en esta vida no hay farsa
Tan loca y desestimulante
Que abandonar escudo y lanza
Y no seguir adelante;
Mas la abdicación cerrada
es recelosa y discreta
y aunque no parezca malvada
muchas penas lleva secreta,
toma entonces tu decisión
como un peregrino,
toma tu escudo y lanza,
continua el camino
y por la senda ya marcada
por el horrible destino,
llegaras a Jerusalén sagrada,
O errarás tú el tino.