a juventud:
oh juventud juventud,
oh tus labios nacarinos,
en mi mente se han quedado
tus labios, junto a los míos.
a experiencia:
impertérrito anciano,
con los dientes color tea,
la belleza se le pierde,
se goza mientras se tiene.
no busque usted ligarme,
pues usted no sabe nada,
que el amor de una joven,
se gana con la mirada,
y sus ojos ya cansados,
por los días mas vividos,
al abrirse suenan como,
del averno unos chirridos.
a juventud:
muy bien dama irrespetuosa,
es usted una belleza,
que a la moda viste y calza,
y la piel siempre se cura,
yo le digo por experiencia,
que esas cosas con la edad,
se curten, se vuelven viejas,
cual atún al expirar,
y escúcheme insolente,
pues le digo la verdad,
las palabras de este viejo,
siempre las recordaras.
