Capítulo 19: Siempre hay tiempo para un cambio

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JADE

Desde la cama, observaba el vestido sin saber si ir o no. Había estado todo el día pensando sobre aquello. Había dado mi promesa de que iba a ir, que lo haría por Tori, pero de repente, no sabía si ir o no. Pensaba en que quizás, todo sería mejor si yo no estuviera cerca de ella. Tori provenía de una situación más adinerada a la mía y su mundo era distinto al mío. Yo no encajaba en su mundo, pero sin en cambio, ¿qué pasaba con lo que habíamos vivido? Aquel día en la playa. La noche en la que lo hicimos, donde hasta yo volví a mi primera vez... Todos aquellos momentos habían sido real entre nosotras y no podía negarlo.

Miré el teléfono, tenía cinco llamadas perdidas de Matt. Quería estar allí, junto a él, animándolo, esperando que terminara aquella carrera para celebrarlo, pero tampoco podía. Mi mundo estaba jodido al máximo.

Maldigo el día en el que me sentenciaron. Un día pasa, pasa que estás de pie en algún lado y te das cuenta de que no quieres ser ninguno de los que están a tu alrededor. No quieres ser el puto pringado que te ha denunciado antes de que le metieras el puñetazo. Ni tampoco tu padre, ni tu hermano, ni nadie de tu puta familia. Ni quieres ser la señora jueza. Ni siquiera quieres ser tú. Solo quieres salir corriendo. Salir a toda hostia del sitio en el que estás, y eso es lo que debería de haber hecho aquel día.

TORI

El vestido era blanco, era mi color preferido y me quedaba genial. Iba amarrado a la cintura y atado en el cuello dejando media espalda fuera. Al menos, iba a crear buena apariencia cuando saliera en medio de aquella fiesta. Cat había llamado que estaría acompañando a Matt en las carreras, por lo que iba a estar sola. Jade estaría allí también. Todos estarían en su mundo menos yo, y en este preciso momento, solo quería escaparme. Irme con Jade. Escaparnos como aquel día a la playa y quedarnos allí para siempre. Quería revivir aquel día. El sol calentando mi piel, el volar la cometa ayudada de Jade y sentir que no existía ningún problema en el universo. Solo existía una cosa, y esa era el amor entre nosotras dos.

Escaparme de la habitación que había pedido en el salón de fiestas y no volver atrás, una buena idea que solo se quedaba ahí:

-Hija, ¿estás preparada?- entró mamá.

-Sí, mamá- me acerqué- ¿Te gusta?

-Me encanta. A Beck también lo hará- decidí no responder- Vamos. Han venido unos señores de Oxford que quiero que conozcas.

-Claro- respondí sin ganas bajando.

A medida que lo hacía, escuchaba la música y la gente que me esperaba. Una panda de pelotas que solo me agradarían para acercarse a mi familia. Siempre era lo mismo, un hola, ¿Cómo estás? Y reír unas cuantas gracietas. Así, durante más de una hora. Luego todo el mundo volvería a su mundo y quedarías para recibir a los invitados rezagados:

-¿Aún estás mal?- me asaltó papá.

-Esperando que mi verdadero cumpleaños se pase mejor- respondí mirándolo- Pero estoy bien- asintió dándome un pequeño beso en la frente.

-Tranquila. Solo aguanta un poco más, ¿ok?

-Ok- me despedí un minuto antes de que mamá me raptara.

Ahora quedaba la "entrevista" con los encargados de seleccionar a los próximos estudiantes de las grandes universidades. Tenía que comportarme por primera vez. En sí, necesitaba aquellas entrevistas si quería ir a una buena universidad.

CAT Y MATT.

-No va a venir- le decía Matt a Cat ya nervioso- me prometió que vendría.

-Tranquilo, ¿vale?- respondió Cat agarrándole las manos- Se debe de haber entretenido con algo. Si te dijo que vendría es por que lo hará- le calmó dándole un beso- Solo tienes que esperar a que venga.

A 3 Metros Sobre El Cielo (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora