A 3 Metros Sobre El Cielo (TERMINADA)

Capítulo 16: Lo siento

La llamé miles de veces durante aquel fin de semana, pero Tori no me lo cogía. Matt tampoco sabía nada por Cat y aquello me estaba matando. Yo había sido la culpable de llevar a Matt y que este organizara la que organizó. Necesitaba alguna idea y solo se me ocurrió una, organizarle una cena especial a Tori:

-¿Estás segura?- aquello me estaba empezando a desquiciar un poco- ¿Cuándo entonces le hecho el tomate?

-Nada más termines de freír las verduras, ¿ok?- respondió Cat- A Tori le encanta este plato, la tendrás con esto, ¿ok?- la miré, ojala que tuviera razón- Todo claro.

-Sí- repasé mentalmente- servir primero la macedona con caramelo, después la pasta con salsa italiana y por último el postre. Las fresas están en la nevera y la nata en la despensa. El vino abierto y las velas cinco minutos antes de que venga- la miré de nuevo- ¿Todo?

Sonrió asintiendo:

-Lo harás estupendo, de verdad- asentí.

-Muy bien, chicas. - saltó Matt que para recompensarme por lo que había pasado, había insistido en ayudarme- Ya he puesto la cubertería como en el restaurante.- me miró- ¿Cómo lo llevas?

-Creo que bien'- respondí mientras le daba el último toque a las verduras de la pasta- ¿Creéis que funcionará?

-Funcionará- aseguró Matt.

-Tú tranquila, Jade- me animó Cat- Recuerda, estará aquí a las nueve. No te olvides- asentí- Ahora- me dio un beso en la mejilla como despedida- suerte.

-Nos vemos, Jade- se despidió también Matt dejándome a solas con la cocina.

Era la primera vez que cocinaba, esto del amor si que me había cambiado; pero había preparado todo a la perfección. Ezra había ido a pasar la noche a casa de unos amigos, por lo que la casa estaba sola para mí. Cuando llegara Tori, cenaríamos y podríamos hablar de todo lo que pasó y, con suerte, de lo que pasó. No quería estar enfadada con Tori.

Preparé todo y miré el reloj: las ocho y cuarenta y cinco. Solo quince minutos más y Tori estaría allí. Había conseguido hablar con Cat el lunes en el colegio para hacerle el miércoles una cena especia. Sol cabía ahora esperar.

Esperar y esperar, pero Tori no aparecía. Las velas se consumían y mi desesperación también. Tenía que saber que le había pasado de una vez por todas, por lo que cogí el teléfono y marqué su número esperando que me lo cogiera:

-¿diga?- gracias a dios, era su voz.

-Tori, ¿por qué no has venido?- mi voz sonó casi desesperada- preparé tu favorito...

-Jade...

-Se están enfriando:

-¡Jade!- me callé- a mi madre le robaron un collar de diamantes cuando hubo la fiesta- ahora entendía por qué no había venido- todo por culpa de la fiestecita.

-Tori... yo... lo siento- no escuchaba- Tori... por favor.

-Lo siento, Jade, pero tengo que colgar.

-Quiero verte...

-Yo no- me cortó esta colgando de repente.

Estampé el teléfono contra la pared llena de rabia. Quería matar a quien había robado el anillo, pero sabía perfectamente quien sería: Alexis y sabía perfectamente donde estaría.

Cogí la chaqueta y las llaves y salí volando directamente hacia el lugar donde estarían reunidos todo el grupo. No asistía hacía mucho tiempo, pero sabía que iban a estar allí. Por lo que apreté el acelerador al máximo hasta llegar hasta llegar al lugar. No había duda, todo el mundo estaba allí y, como no, empezaron a saludarme cuando llegué: