I'm a Monster. [Kaisoo]

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Kim Jongin siempre supo que aquel pequeño de labios rojizos y acorazonados sería su próxima presa, pero el bajo nunca llegó a enterarse que el alfa Kai arruinaría su monótona vida hasta convertirla en una montaña rusa de placer y emociones.

- Kai... Por favor. - el pelinegro rogaba mientras se reacomodaba sobre sus palmas y rodillas. Era una posición un tanto incómoda, tendiendo en cuenta que se encontraba sobre la tierra húmeda de un bosque.

Hace unos meses había sido prácticamente secuestrado de la sociedad para ser ubicado en una casa escondida entre ese mar de árboles al que sus padres siempre le prohibieron ingresar por los animales salvajes que la habitaban. Obviamente estos no se habían equivocado, aunque no podía llamar a Kai un animal por completo, pero quizás sí un monstruo.

- ¿Estás demasiado impaciente? Déjame saborearte, Kyungsoo. - el moreno se inclinó para susurrar las palabras en el oído ajeno, mordiendo el lóbulo de este al final. - Me encanta sentir cuando te estremeces. Eres más hermoso que cualquier otro lobo.

Kyungsoo gimió en respuesta mientras dejaba más a la exposición su trasero, rozando levemente la erección del alfa en el proceso. Al de ojos grandes le encantaba provocar a Jongin, aunque eso significara que no podría moverse de la cama por varios días y tendría que soportar las quejas de Baekhyun al atenderlo.

- No seas travieso, pequeño conejito. - el rubio mordió el hombro ajeno antes de comenzar a repartir besos por toda la espalda del de piel blanca, dejando un camino de manchas violáceas a su paso. Cada gemido que Kyungsoo soltara era pura gloria y no importaba si esta era la millonésima vez que los escuchaba, jamás se cansaría de estos.

Desde la primera vez que probó el sabor tan peculiar del pelinegro, no pudo evitar volverse adicto a este. Reteniendo a Kyungsoo más de lo debido gracias a eso. JunMyeon siempre le recordaba su posición en la manada y el deber que acarreaba su cargo, pero le valía una completa mierda cuando tenía al simple humano rogando por más de él.

- Hazlo de una vez, te necesito.. Ah!- un gemido alto salió de los labios del más bajo, al igual que el rostro de este se transformaba en uno de completo placer. Kyungsoo jamás imaginó que ser golpeado con fuerza en el trasero podría excitarlo de sobremanera, aunque era muy probable que se debía a quién lo había hecho y no el acto en sí.

- Ya pronto, Soo. - Jongin encajó su prominente erección entre las nalgas del más bajo, sonriendo levemente cuando el mayor empezó a mover las caderas hacia atrás buscando más contacto que solo ese.

El alfa solo atinó a tomarlo de las caderas y apretar ligeramente para retomar el control de la situación. Kai amaba ver sus dedos marcados sobre la piel de KyungSoo; era su forma de marcarlo como suyo.

- Eres cruel. - el pelinegro volvió a restregar su trasero contra el miembro ajeno, provocándose placer él mismo.

Un gemido más llegó como dulce melodía a los oídos del lobo, haciendo que vuelva a inclinarse para besar cada milímetro de piel expuesta. Adoraba demasiado a ese pequeño humano, aunque fuera casi contranatura permitir que fuera su pareja. Su deber como alfa era conseguir una mujer que le diera cachorros, pero cuando Kyungsoo le rogaba por más, Jongin estaba seguro de que JunMyeon sería un mejor líder que él.

- Deja de jugar... Ah! - Kyungsoo aferró sus manos al húmedo suelo cuando fue embestido por sorpresa. Su espalda se había arqueado de placer y el dolor, que seguramente invadía su cuerpo, no podía ser percibido.

- Joder, Soo. Siempre tan estrecho, pequeño. - JongIn gruñó en el oído ajeno, enviando corrientes eléctricas por todo el cuerpo del mayor quien solo atinó a responder con el cuerpo y comenzar a mover sus caderas en un ritmo lento.
Los sonidos de la naturaleza ocultaban los que sus más íntimos deseos sexuales provocaban. Jongin le agradecía a la diosa luna que en ese momento los búhos dejaran salir su canto y que así estos le dieran más tiempo de despistar a JunMyeon porque estaba muy seguro de que ahora toda la manada lo estaba buscando.

EX'ACT WORLDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora