One And Only.

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Do KyungSoo no comprendía bien la razón porque esa fémina estaba colgada del cuello de JongIn y lo besaba como si no hubiera mañana. Tampoco entendía el motivo por el que el lobo solo le sonreía y acariciaba sus cabellos luego de que se separaran, pero sí sabía muy bien a qué se debían esas gotas de agua salada que surcaban sus mejillas hasta llegar a la tierra, marcando esta con formas imperfectamente circulares.

El pelinegro no dijo absolutamente nada, tan solo se dio vuelta para regresar a la cabaña en donde había estado viviendo por alrededor de tres meses. ¿Qué había sido de su vida en la sociedad? No lo sabía y tampoco podía decir con certeza si alguien había notado su desaparición, quizá su vecino de enfrente lo había hecho.

– ¡KyungSoo! – BaekHyun gritó el nombre del bajito mientras trotaba hasta alcanzarlo, colocando una mano sobre el hombro ajeno para llamar su atención. – No es lo que crees, Kai realmente te quiere.

El de ojos grandes no pudo evitar hacer una mueca de disgusto e ingresar a la cabaña, dejando la puerta abierta para que el otro lobo también lo hiciera.

– Estoy hablando muy en serio, Soo. – BaekHyun se apoyó contra la puerta por unos cuantos segundos antes de separarse y seguir al humano. Podía percibir sus sentimientos y definitivamente no había nada más que tristeza y desilusión.

– Si es así, por qué está con ella? ¿Por qué deja que lo bese y lo toque de esa forma? – KyungSoo no pudo evitar que la voz se le quebrara al final de la pregunta, cerrando los ojos para evitar llorar porque nunca había sido el tipo de persona que llorara por cualquier cosa. – Me voy a casa.

BaekHyun abrió más los ojos al ver como el pequeño pelinegro buscaba las prendas con que Kai lo había llevado ahí para luego desvestirse delante suyo y colocárselas. Si el lobo se enterara de esto, seguramente BaekHyun estaría condenado a muerte.

– Soo, no empeores todo. – el de cabellos castaños se acercó al menor, tomándolo de los hombros para que lo vea a los ojos. – Kai va a estar furioso si te vas.

El de labios acorazonados se safó del agarre para luego dirigirse hacia la puerta de salida y quedarse pensativo, cayendo en cuenta que él no sabía el camino de regreso a casa, pero BaekHyun, sí. Así que con ojos esperanzados, se volteó a ver a los del licántropo, deseando encontrar una ayuda en estos.

– Él dijo que lo solucionaría, que no se casaría con ella porque ya no era el alfa de la manada y su deber no era procrear herederos. Pero tú los viste, ella lo estaba besando y él lo aceptó. ¿Cómo esperas que me sienta? Me mintió, yo solo deseo ir a casa. Ya no tengo nada más que hacer aquí, Baek. – KyungSoo apoyó su espalda contra la puerta de madera, dejándose caer al suelo con lágrimas en los ojos.

Es aquel tipo de sentimiento opresivo que se instala en tu pecho y aplasta tus órganos hasta sentir que te falta el aire. Es ese que te deja sin aliento y sin sentido, tan solo con un inmenso dolor en una zona que los médicos dicen está ubicado el corazón. En una sola palabra: Decepción.

– Lo siento, Soo. – BaekHyun se colocó a la altura del bajo, intentando abrazarlo para reconfortarlo, pero dado a su poca experiencia haciendo eso, no tenía idea de cómo hacerlo.

– Ayúdame a salir de aquí, Baek. Ven conmigo a la ciudad, no nos va a faltar nada. – Kyungsoo tomó las manos del alto entre las suyas mientras esperaba a que el lobo le diera una respuesta y al verlo tener dudas, decidió proseguir. – Volverás a empezar de nuevo, lejos de Chanyeol.

Luego de aquellas palabras, el cuerpo del lobo se tensó por completo para después ponerse de pie y darle la espalda a KyungSoo, quien pensaba que se había equivocado al mencionar aquello último.

EX'ACT WORLDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora