They never know.

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Cuando KyungSoo finalizó la llamada no sabía que acaba de recontactar con aquel pasado que ansiaba olvidar. El bajo de ojos grandes no podía ni siquiera imaginar que acaba de decirle a JongIn dónde y cómo podía ubicarlo en aquella gran ciudad. Porque para el pelinegro, el moreno ya se debía de encontrar casado con aquella mujer y viviendo muy felices mientras se volvían, quizás, la manada de licántropos más poderosa de todo Seúl.

Quién iba a creer que todas esas historias de hombres lobos que le contaba su padre antes de dormir iban a ser ciertas. Tal vez hasta existían vampiros, se decía mentalmente. Pero BaekHyun le negó aquella conjetura una vez que se le escapó la oración de sus labios. Según el joven lobo, estos fueron prácticamente aniquilados por los de su raza y durante la época de la santa inquisición. Aunque tampoco se descartaba la idea de que existiera uno que otro par rondando por el mundo.

– Quizás deba preparar la cena. – se dijo a sí mismo mientras dejaba tirado el teléfono sobre el sofá e ignoraba el mensaje que Sehun acababa de enviarle advirtiéndole sobre la presencia del alfa en su ciudad y mucho más cerca de lo que ellos podrían imaginar.

El bajo se dirigió a la cocina y abrió la puerta de aquella caja plateada en la cual siempre hacía frío, según BaekHyun, y le dio una mirada rápida al interior, notando que no tenía los ingredientes suficientes para llevar a cabo el platillo que tenía en la cabeza. Así que, luego de soltar un suspiro cansado y sonreír, tomó las llaves del departamento y su billetera, volviendo a olvidar aquel aparato que empezaba a vibrar en medio de dos cojines.

—...—...—...—

– Ya te dije que no está en casa. Lo he llamado y no contesta, por dios. – Sehun se quejaba una vez más con el moreno.

Desde hace un buen rato había estado intentando ponerse en contacto con el de labios acorazonados a petición o mejor dicho, exigencia de JongIn, pero el mayor no contestaba las llamadas. Quizás porque había logrado ver su mensaje o porque simplemente no estaba atento al teléfono. Do KyungSoo y su manía de tener el celular en modo vibrador.

– Vuelve a intentar. – pidió el alfa una vez más, tomando el brazo del humano con un poco más de fuerza del que debería.

BaekHyun notó esto y no pudo evitar no gruñir en respuesta, acercándose rápidamente hacia donde estaba el menor y su ex líder para quitar el brazo de este con rudeza. El enojo destellaba en los ojos del castaño, al igual que sus rasgos se convertían en unos más feroces.

– Está bien, Baek. – intentó calmar el menor de todos, pasando un brazo por la cintura del licántropo y retrocediendo un par de pasos para marcar cierta distancia de ellos. – Soo debe estar ocupado. – continuó hablando, esta vez dirigiéndose al moreno que lo veía con una expresión para nada agradable. – Lo mejor es que nos vayamos. – susurró en el oído del más bajo.

BaekHyun asintió ante la petición, deshaciendo el agarre y colocándose al lado de su humano, tomó la mano de este con firmeza, entrelazando sus dedos para darle un toque más de intimidad y confianza. Al castaño ni siquiera le importó el gruñido que provino de ChanYeol cuando notó el detalle, pero sí pudo percibir que algo, muy dentro suyo, le causó una ligera punzada de dolor. Quizás solo era el lazo que había creado con el pelirrojo rompiéndose mucho más.

«Regresa con tu esposa, ChanYeol.»

«Solo estoy aquí por Kai. No le deas muchas vueltas al asunto, Baek.»

Una conexión que aún no se destruía por completo y hasta se encontraba más entera de lo que a ambos lobos podría gustarle. Porque esas muecas de sorpresa en ambos rostros solo los ponían en evidencia; sin embargo, ese asunto no era el más importante en la cabeza del bajo. Él solo deseaba sacar a Sehun de aquel lugar y proteger a KyungSoo de Kai.

EX'ACT WORLDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora