¿Se podría ser más feliz que en ese preciso momento?
Quizás no.
Tal vez para Yunho y ChangMin no podía existir una oportunidad de ser más felices de lo que ya eran ahora. Porque celebrar el primer año de vida de su pequeña Yoona sería y será la mejor experiencia desde lejos.
Habían pasado trescientos sienta y cinco días al lado de ese pequeño ser que ha ido creciendo bajo sus cuidados, atenciones y mimos hasta convertirse en una linda niña que ya intentaba dar sus primeros pasos y balbuceaba sus primeras palabras, además de aquellas sonrisas enormes que les daba cuando algo le gustaba.
En definitiva, era una bebé feliz y hermosa.
– ¿Llevas el pastel a la mesa principal, por favor? – preguntó ChangMin a su pareja, sonriendo amplio cuando este tomó la tarta ovalada y la llevó a la mesa central ubicada en una esquina de la cafetería.
La hora en que los invitados tendrían que llegar estaba cerca y sabía de antemano que el lugar estaría lleno de los licántropos que habían decidió establecerse a la ciudad y acoplarse a la vida de un humano regular. Como JongIn y BaekHyun, quienes compartían sus vidas al lado de las personas que escogieron amar.
– Ya está todo listo, Minnie. – comunicó Yunho luego de regresar a la parte de atrás de la cafetería, acercándose hacia su pareja para rodearlo con los brazos y así hacer que el menor dejara la masa de galletas que tenía en las manos. – Creo que ya tenemos suficiente de todo, no es necesario que sigas horneando.
ChangMin quiso protestar, pero un beso sobre su clavícula hizo que aquello no pasara y por el contrario, apoyara más su cuerpo contra el adverso para dejar salir un suspiro lleno de ansiedad y agotamiento.
Desde hace meses la pareja había estado planeando la celebración para su niña y ahora, que el día había llegado, el menor no podía quitarse el sentimiento de que algo podría salir mal y todos sus esfuerzos se irían a la basura por un simple error. Aunque quizás solo eran los nervios y un poco de paranoia combinados.
– Iré a tomar una ducha. ¿Te fijarías si Yoona está por despertar de su siesta? – preguntó el que tenía rastros de harina por el rostro, alejándose de su compañero para poder verlo a los ojos y darle una sonrisa junto a un beso corto en los labios.
No era necesario escuchar una respuesta afirmativa a su petición porque el menor sabía que el contrario siempre iba a decir que sí a algo que él quisiera, desde siempre había sido así. Incluso cuando aún estaban en medio del bosque y se escabullían de los demás para poder compartir momentos llenos de caricias y ese sentimiento que hacía y hace palpitar a sus corazones a un mismo ritmo.
Yunho se quedó mirando embobado a su pareja mientras se alejaba, recobrando los sentidos luego de varios segundos después. Lo primero que hizo fue limpiar la cocina de la cafetería, yendo a chequear a su niña una vez que hubo acabado con la labor que él mismo se había impuesto.
La menor ya se encontraba despierta, con los brazos alzados e intentado alcanzar los muñecos del movible que colgaba de su cuna. Extrañamente no había soltado algún llanto luego de haber despertado, pero Yunho lo asumía a que la pequeña se había entretenido con los juguetes que daban vueltas y vueltas.
– Hola, bebé. ¿Dormiste bien? – preguntó a su hija, levantándola y riendo cuando ella empezó a balbucear como si estuviera respondiendo a su pregunta.
La llevó hacia su habitación, donde su pareja ya se encontraba listo para la ocasión, y dejó a la infante sobre la cama, recostándose a un lado de esta mientras seguía escuchándola balbucear y a ChangMin acabando de colocarse un poco de loción.
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EX'ACT WORLD
FanficKai es el alfa de una manada y tiene responsabilidades e obligaciones que cumplir; sin embargo; un pequeño pelinegro de ojos grandes y labios acorazonados podría hacer cambiar su mundo de píes a cabeza desde el día en que lo secuestró y arrancó de s...