CAPÍTULO 5: LES ENSEÑO A MIS PROFESORES

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Ya había pasado dos semanas desde que había llegado al campamento, ya había recuperado toda mi memoria, pero no había contado la historia completa de como murió mi madre. Me había hecho gran amiga de Dani y habíamos hecho un trato con Quirón para que se pueda sentar con nosotros en la mesa de la cabaña de Poseidón. Todo parecía ir relativamente bien, había mejorado mi control sobre el agua y ya había tenido dos citas con Amaru, el campamento estaba comenzando a llenarse más por las vacaciones de verano y el ambiente era más activo.

Como dije todo parecía ir bien, parecía. Estaba tranquila estudiando un libro de griego antiguo en la puerta de mi cabaña cuando veo que Percy se acerca algo nervioso hacia mí. Levanto la vista y cierro el libro marcando en la página en la que me había quedado.

-¿Pasa algo?- le digo algo molesta por haber interrumpido mi lectura, ya era difícil leer con la dislexia y el viene y se pone a dar vueltas como una mariposa.

-Este...yo...-comienza a tartamudear y yo hago un gesto de molestia como diciendo que no tengo todo es día para tus idioteces.

-Dilo de una vez sirenito-había escuchado a Carisse decirle eso la semana pasada y había esperado el momento para decírselo.

-No me digas sirenito- dice bajando la mirada- Te quería preguntar si me podías enseñar a controlar el hielo, nunca pensé que sería posible y tu pareces ser buena en eso...

-¿Parezco?

-¡Lo eres!- dice nervioso- eres increíble, por eso quiero que me enseñes.

-Está bien, te enseñaré, con una condición.

-¡Lo que quieras!

-Que me regales tu postre azul por todo un mes- su cara cambio de felicidad a preocupación.

-Está bien- dice haciendo un pequeño puchero.

Me levanto de un salto y nos dirigimos al lago, lejos de los demás campistas para no causarles daño. Ahí nos esperan Thelma y Tyson, si le iba a enseñar a uno de mis hermanos tenía que enseñarles a todos. Tyson parecía ser el más emocionado.

-Muy bien-digo para llamar su atención- La primera lección es no usar el hielo control de manera estúpida. No le lancen el hielo a la cara de nadie, a no ser que quieran matarlo. Habiendo dicho esto... ¡EMPECEMOS!- Creo una espada de hielo de dos metros y todos mis hermanos se quedan impresionados por los detalles de esta.- Lo primero que deban hacer para crear el hielo es mantener la mente fría- Mi sentido del humor no es tan grande como mis habilidades de batalla, lo sé, lo sé- No lo piensen mucho, solo lleven el frío que sientan en su cuerpo y pásenselo al agua.

Todos crean una bola de agua pequeña y ponen cara de concentración. La bola de Tyson y la bola de Thelma se congelan en menos de un minuto, sin embargo la de Percy sigue igual. Me acerque hacia él para ofrecerle ayuda pero se frustró tanto que dejo caer el agua y salió corriendo de ahí. Intento ir tras él pero Tyson me detiene, explicándome que es mejor que dejemos que se calme un rato.

Les enseño un par de trucos más a Tyson y a Thelma y doy por terminada la lección. Me voy con ellos a la cabaña de Poseidón esperando que Percy esté en otro lado, para mi mala suerte está sentado en las escaleras de la cabaña leyendo un libro pequeño que tenía en sus manos. Conforme me voy acercando me doy cuenta que ese libro es mi diario. PERCY HABIA AGARRADO MI DIARIO.

-¡DEJA ESO DE UNA VEZ!- grite desesperada mientras me acercaba corriendo hacia él. Me siento tan molesta que saco mi espada/collar y apunto a Percy con ella- ¡Déjalo ahora!

Percy se sobresalta dejando caer mi diario al piso. Lo recoge y retrocede lentamente cubriéndose el pecho con mi diario. Tyson y Thelma nos miran a los dos mientras yo acerco mi espada a Percy. Él logra soltar mi diario y yo bajo mi espada. Recojo mi diario y me voy furiosa de ahí con el diario en una mano y mi espada en la otra.

Percy comienza a darme explicaciones estúpidas mientras me sigue por todo el campamento. Llego hasta el campo de batalla cuerpo a cuerpo y miro a Percy con una mirada fulminante.

-Prepara tu espada- le digo mientras dejo mi diario a un costado- El que gane se queda con él.

Les explico la situación, ese diario no era como cualquier otro diario donde escribo mis emociones y bla, bla, bla. Era mi diario de técnicas con el manejo del hielo y Percy lo estaba leyendo para llegar a la meta de la forma fácil.

-Pe..pero no quiero pelear contigo, eres mi hermana.

-Es la única manera de conseguir el diario.

Percy cambia de cara y saca su espada con rapidez, me pongo en guardia instintivamente. Él da la primera estocada y yo la esquivo con rapidez y respondo casi de inmediato. Él responde y me da un tajo en el brazo con el que sostenía la espada. Intento responder pero el ataca de nuevo dándome un corte en el abdomen. Respondo con poca fuerza y le hago un tajo en la pierna, el corte hace que me tumbe en el suelo y pierdo la batalla.

Percy se acerca a mi diario y en señal de victoria comienza a leer mi diario​ en voz alta.

-Mi mayor secreto- dice deteniéndose en esa página por el título. Yo trato de detenerlo pero no me dan las fuerzas ni para moverme. Percy sigue leyendo- Cuando llegue al campamento me di cuenta de que lo que nos perseguía, solo era una nube. Mi madre se baja conmigo del auto y me da una sonrisa macabra, se acerca hacia mí con los puños cerrados, ya me estaba preparando para lo peor, pero de repente parpadeo y estoy encima de ella con mis manos alrededor de su cuello. La veo a los ojos mientras termino con su viva. Ahora soy yo la que sonríe.

Percy deja caer el diario y se me queda mirando asustado. Todos me miran asustados y yo sonrió de nuevo antes de desmayarme.

El Campamento MestizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora