Live in the moment. |Pequeños relatos.|

¿Why love?

Me di cuenta de cuánto lo quería en el momento en que vi sus ojos y el mundo se borró por completo.

Esos ojos verdes que con solo una mirada te hacían sentir en casa, segura.

Me pase cinco años de mi vida intentando negarme al sentimiento, intentando aparentar que cualquier alegoría hacia algo parecido a una relación entre nosotros era solo una broma, intentando que los demás se creyeran que no lo amaba.

O quizás, intentando que yo misma me lo creyera.

Porque estar con el era sentirme la persona mas fuerte del mundo, escucharlo cantar era encontrar paz en tan solo un segundo, verlo sonreír era la gloria más pura.

Durante cinco años me mantuve en la llamada "Friendzone" haciéndome llamar su mejor amiga pero... Realmente me comportaba como tal?
Muchos podrán decir que si porque estaba siempre para el apoyándolo, dándole ánimos y obligándolo a trabajar más duro para que consiguiera sus sueños. Fui quien estuvo ahí tras cada caída para levantarlo y volver a unir todas sus partes. Fui quien le enseñó que la clave para ser auténticamente feliz es esforzarse en cumplir tus metas sin importar lo que los demás digan. Fui la más orgullosa al verlo crecer y comerse el mundo con sus pasiones.

Pero tras todo esto no se escondía una simple amiga, se escondía alguien que con cada logro y orgullo guardaba una lágrima. Una lágrima y un grito, porque quería gritarle al mundo cuanto lo amaba, cuando dispuesta a darlo todo por el estaba, cuan segura me sentía en sus brazos y cuánto anhelaba formar parte de su futuro.
Muchísimas veces me confundí y pasaba noches enteras dándole vueltas al asunto... "No lo pienses tanto, es tu mejor amigo y por eso te confundís. Es solo algo pasajero." decía una parte de mi, "Si fuera solo un amigo no lloraría cada noche pensando en el" me decía mi otro lado.

La confusión llego a ser tal que decidí alejarme de el un tiempo y ese, puedo asegurar, fue el error más grande que cometí.
Cada minuto lejos era una alfiler que se clavaba en mi corazón, podía sentir como pequeñas puntadas había en mi pecho cada vez que alguien lo mencionaba, y tenia que hacer de tripas corazón cada vez que el se acercaba a hablarme para contener las lágrimas.
Los días se volvieron largos y oscuros, la gente me decía que me veía apagada y triste ¡Y cómo no? Si yo misma me había alejado de mi propio pilar. De quién me mantenía en vilo cada día de mi vida y me ayudaba a ser quien verdaderamente soy.

Al final comprendí que alejarme no era una solución y volví. Mi corazón se infló nuevamente cuando su cercanía me invadió y noté por primera vez que no estaba confundida. Lo amaba con cada fibra de mi ser y necesitaba decírselo.

Pero no todo sale como esperamos a veces.

El día que iba a abrirme y a dejar salir de una vez por todas lo que había dentro de mi, todo se derrumbó. En una pequeña conversación íntima el admitió estar enamorado de mi mejor amiga. Mi PERFECTA mejor amiga.
Senti cómo todo a mi alrededor daba vueltas y tuve que poner la mejor sonrisa posible para no caer en lágrimas.

Esa noche me hice tantas preguntas que mi cabeza llegó a decir ¡BASTA!

Me rendí totalmente. No podía competir contra ella y lo sabía, pero eso no era lo que me molestaba.
Lo que me enfurecía por dentro era no estar feliz por el, no poder compartir su alegría y acompañarlo con este hermoso sentimiento.

Durante cinco años fui su mejor amiga.

Durante cinco años estuve enamorada de él.

Ahora simplemente me dedico a intentar seguir siendo ese punto de apoyo para el y dedicarle mis mejores sonrisas. Porque lo amo. Lo amo y prefiero cuidarlo cada dia de mi vida en secreto y como su amiga.
Sigo disfrutando de su voz, su compañía, sus canciones y sus miradas. Me dejó guiar por el a cada paso e intento no derrumbarme cada vez que el la mira.

Se que es feliz y por eso sigo en pie, porque odiaría verlo destrozado y eso me destrozaría aún más a mi.

Aprendí a estar junto a el cada día de mi vida y aprovecharlo al máximo, incluso desde la clandestinidad de mi amor.

> Pero dejenme decirles algo... Por más doloroso que sea, amarlo es lo mejor que me pasó...