Memories Are Fucked Up.

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Un profundo suspiro hace que vuelva a observar su rostro de forma preocupada. He estado velando su sueño desde que regresó hace ya una semana. Sus pesadillas han vuelto y no soporto verlo así de afectado. Su agarre se hace más fuerte alrededor de mi cintura como si temiera perderme o a sentirse abandonado. Entierra más su rostro en mi pecho y yo beso su frente en un intento por tranquilizarlo y dejarle saber que está bien y que me tiene.

Así pasó toda la noche hasta que siento como su respiración se hace mucho más relajada y como su agarre deja de ser un poco menos fuerte pero no lo suficiente para que me pueda soltar. Finalmente logro relajarme y descansar junto a él mientras me acurruco en su fuerte pecho.

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Escuchó las risas de las niñas mientras trató de preparar el desayuno y las observó correr a un paso un poco torpe por el pasillo. Sonrio un poco al verlas tan energéticas a las siete de la mañana ya que yo no me siento igual.

Ya terminado todo observó la mesa orgullosa de mi obra, admirando todo justo como suelo hacer con mi trabajo.  A veces extraño el estrés que este conlleva pero agradezco muchísimo estas pequeñas vacaciones ya que logre mi propósito y mi Zette regreso.


Un bostezo se me escapa y decido ir a buscar a mis pequeñas traviesas recordando que no las he visto desde hace algunos minutos y que tampoco he escuchado sus risas o murmullos. Recorrí toda la sala y cocina en busca de estas pero mi búsqueda es en vano. Subo a sus habitaciones y me encuentro con el mismo resultado, hasta que llegó a la mía y me encuentro con una hermosa sorpresa.

La marcada espalda de Zette se hace presente ante mi, pero este se encuentra en mi lado de la cama lo que me indica que tuvo que levantarse por alguna razon y justo frente a él se encuentra esa o mejor dicho esas "razones". Mis pequeñas están acurrucadas en el pecho de su padre mientras este las cubre con su brazo de forma protectora. Los tres parecen estar en un muy buen sueño y me detengo un momento para tomar una instantanea ya que mi chico no es muy fanático a la fotografía.

Sonrio al ver el resultado y la guardo en mi cajón de la cómoda. Me acerco a Zette y veo que se estira y mira a las niñas con una sonrisa hermosa. No me resisto y voy a abrazarlo por la espalda apoyandome de forma un poco incómoda ya que estoy al borde de la cama pero Zette me deja un poco más de espacio por lo que aprovecho y me acurrucó contra el.

Beso su nuca y siento como sus dedos acarician el dorso de mis manos. Extrañaba estos momentos, y la razón es que no se dan muy continuamente ya que o Zette esta de viaje o está entrenando. Su vida son las peleas y por ello se podría decir " esmera" muy bien en su  profesión. Y las niñas creo que hay veces en las que se olvidan de mi viendo el esta presente ya que les brinda su atención al igual que a mi. Pero no quiero acostumbrarme mucho a estos momentos ya que en pocas semanas tendremos que enfrentarnos al mundo real de nuevo.

Una dulce vos me saca de mis pensamientos y elevó mi rostro para acomodarlo en el hombro de Zette y veo a Natt con sus ojos bien abiertos observando a su papá con un poco de asombro creo. Sus pequeñas manos cubren su boquita y su pelo alborotado le da un toque gracioso.
Zette besa su frente y ella se aferra a su cuello como si fuera su último día.

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Escuchó la fuerte discusión entre Zette y  Cole su mánager y al parecer las cosas no van bien. Trato de no preocuparme pero no puedo dejar de pensar en que quieren que Zette vuelva porque según ellos está en su mejor apogeo, y yo se a que se debe.

Algo lo está atormentando y le está costando mucho poder concentrarse durante las peleas al punto de casi perder el control de si en sus últimas tres. En los entrenamientos lo hace todo a la perfección, pero dentro de esa maldita jaula, entre tanto bullicio, su oponente y toda la presión todo se convierte en una violencia bruta por parte de él.

Decido bajar para preparar la cena ya que es un poco tarde pero primero les hecho un vistazo a mis princesas que se han quedado dormidas después de jugar en la alberca de su tía Vale. Mientras preparó la cena pienso en todo lo que está pasando y no puedo reprimir el coraje. Podría decirse que quizás las cosas van de mala en peor, pero no quiero pensamientos negativos. Ya pensaré en ellos cuando me toque trabajar.

De forma repentina siento un pinchazo en mi dedo y cuando lo observó veo una pequeña cortadura en el. Lo lavo en el fregadero y me dirijo al baño para colocarme una pequeña gasa pero unas manos me detienen junto a un gruñido de desagrado. Levantó mi rostro y su ceño fruncido hace que su semblante se vea más serio de lo que normalmente es pero para mi resulta más sexy. Me quita la gasa de mis manos y comienza a pasarla por mi dedo de forma suave. Ver su cara de concentración me da un poco de gracia y unas pequeñas carcajadas escapan de mis labios. Zette levanta su rostro con una ceja levantada en señal de confusión y yo sólo beso sus labios porque quiero. Rápidamente el toma el control del beso y este se torna rudo como me gustan, pero un pinchazo en mi dedo cortado hace que me alejé de forma rápida de el y quite mi mano de las suyas.

Observó mi dedo y veo que ya está bien, es una cortadura superficial pero arde ante el roce contra alguna superficie, dirijo mis ojos al hombre frente a mi y veo su sonrisa de victoria. Se que ha sido el, hizo presión en mi dedo porque me rei de su cara de concentración. Quisiera golpearlo de verdad, pero es que se ve tan hermoso con esa sonrisa que vuelvo a besarlo sin importar si me duele el dedo o no.

Sus brazos me rodean con fuerza y disfrutó de su loción, quito la gorra de su cabeza y enredo mis dedos en su cabello tirando de el algunas veces pero Zette me detiene y rompe el beso para tomar un poco de aire pero en su mirada  se que algo le pasa.

-Nena, tenemos que hablar.

Mi corazón da un vuelco y decido soltar mi agarre de su cuello y cintura por lo que a regañadientes el me deja bajar de su cuerpo.

-¿Que pasa?

Sus ojos están más oscuros y su mandíbula apretada.

-En dos días tendré que ir a Las Vegas, ahí se darán las próximas peleas para los finalistas del campeonato. Cole quiere que valla, sería una gran oportunidad.

Si, es verdad es una gran oportunidad, pero sabiendo el estado en el que está se que no quiere ir y yo tampoco lo deseo.

Un suspiro se adueña de mis pulmones y dejó que mi mano descanse en su mejilla. Con ese gesto sabe lo que quiero decir, y al ver como besa la palma de esta se que no será fácil dejarlo ir.

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De nuevo velando su sueño, pero esta ves en realidad no puedo dormir. No quiero que se valla, se que todo va a empeorar, también se que debo confiar en el y lo hago. Pero en quien no confío es en Cole, no me gusta para nada como su mánager. Se que sólo será por un mes más hasta que Chris el mejor amigo de Zette se recupere de una fractura en su cadera pero hasta entonces no estaré tranquila.

Chris llamó hace unas horas para hablar con Zette y animarlo un poco. Luego de su charla el estaba un poco más tranquilo y menos enojado. Aunque las niñas no perdieron tiempo y se lo llevaron a jugar hasta que se durmieron. Su padre como buen campeón resistió todo tipo de juego.

Una mano en mi mejilla hace que reaccione y me encuentre con la mirada oscura de mi chico y le dedicó una sonrisa. El besa mis labios de forma posesiva y yo me dejó llevar por el y nada más.

ZETTE +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora