Capítulo 3: Venganza

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Narra General

Pasaron los años y el pequeño Gabriel creció, hasta cumplir los 15 años

Quién aún recordaba lo que su mamá un día le había confesado.

Que su padre, era el rey de Reino Unido.

El rey Eduardo

El tiempo pasó y su forma de pensar cambió.

El chico se había vuelto, ambicioso y deseoso de poder...

Al parecer no había seguido los consejos de su madre.

Saliendo de la escuela, Gabriel se dirigió a la estación de autobuses.

Mientras compraba su boleto, un anuncio por las bocinas resonó en el lugar.

—Pasajeros con destino a Londres, capital de Reino Unidofavor de abordar.

[...]

El chico finalmente llegó a Londres.

Todos estos años había investigado muy bien a la familia real.

Y sabía la ciudad en la que estaba el palacio

Por otro lado, el reloj en Roma (Italia) marcaban las cuatro de la tarde.

La madre estaba preocupada.

Su hijo salía de clases a las dos en punto. Sólo le tomaba media hora trasladarse. 

¿Le había pasado algo?

Finalmente, el adolescente divisó a lo lejos el palacio.

Luego de caminar un largo camino cerrado, se paró frente a un gran portón negro con decorados dorados. En donde vigilaban, cuatro guardias.

—¿Se te ofrece algo muchacho?— le habló uno de ellos

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—¿Se te ofrece algo muchacho? le habló uno de ellos.

Gabriel lo miró.

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