Capítulo 4: Amnesia ¿Quién soy?

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Narra General

Volvemos al año actual: 2016.

Narra ¿?

Sentí unos picoteos en la cabeza, lo que me hizo abrir los ojos.

Cuando desperté por completo, vi que estaba tirada en el suelo, en lo que parecía ser... Un balcón grande de forma circular. 

Me senté, asustando al pájaro sobre mi cabeza, el cual se alejó volando.

No recordaba nada.

¿En dónde estoy?

Esperen... ¿Quién soy?

¿Cuál es mi nombre?

No lo podía creer... No recordaba nada.

Mi mente estaba en blanco.

Me levanté, y al mirar a mi alrededor, vi desde el balcón, un hermoso jardín y varios guardias caminando sobre la hierba... Al parecer... Vigilando.

¿Qué era esto? ¿Un palacio?

Caminé al interior.

Al parecer era una especie de habitación.

Había una enorme cama, un cuarto que parecía ser un closet/vestidor, un tocador muy elegante y un escritorio.

Esto parecía de ricos.

Entonces divisé dos puertas.

¿A dónde iban?

Me acerqué a una que daba hacia la izquierda, dejando para después la que quedaba justo adelante.

Me acerqué, giré la perilla lentamente y entré.

Estaba un poco oscuro a pesar de ser de mañana.

Las cortinas de las ventanas, cubrían la luz del sol.

Mientras caminaba a ciegas, mi mano sintió el interruptor, el cual no dude en presionar.

Todo se iluminó, lo que me permitió ver con claridad.

Entonces, me quedé congelada.

—¿¡Qué hacen unos chicos semidesnudos aquí!?— pensé impactada.

No pude evitar gritar y cubrirme los ojos con las manos.

Lo que despertó a uno de ellos.

—Buenos días princesa Gabriela... Espere... ¡Oh! ¡Lamento estar en estas condiciones!— trató de hablar, pero al notar su situación, rápidamente tomó unas sábanas para cubrirse.

Otro de ellos se despertó y me miró sonriente

—¡Hola! Ah... Oops...— intentó saludarme.

Acto seguido, imitó al chico anterior.

El tercer chico se encontraba enredado entre las sábanas en el suelo.

Éste se despertó lentamente mientras se tallaba los ojos.

—¿Qué pasa? ¿Por qué hacen mucho ruido?... ¿¡Princesa!? ¡Ahh!—.

Inmediatamente se levantó, para esconderse detrás de una de las camas, de las tres que había en aquella habitación.

Sin esperar más, salí y cerré la puerta tras de mí.

¿Quiénes son esos? ¿Por qué están así?

Tal vez había sido un poco exagerada.

Los chicos solo vestían un short y se encontraban sin camisa.

Bueno, en mi defensa... No era algo que me esperaba. 

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