El joven arranca el inmenso cristal que tenía incrustado en su pecho. La sangre que se esparcía por sus pectorales lentamente comienza a sanar sus heridas graves. – ¡¿Cómo es esto posible?! – Exclamó Lissandra repleta de rabia. – "Furia inmortal" – Responde una voz que sale de la puerta principal. – No están solos, combatiremos y protegeremos tu reino Ashe. – Era Anivia, junto con Nunú, Volibear, Sona y Braum.
La soberana helada frunce en seño, pero aprovechó la oportunidad de que el bárbaro bajó la guardia para apuñalar a la arquera. En el momento que alzó su mano para lanzar un cristal se oyó una fuerte melodía y ella quedó inmovilizada. Un escudo de cristal hecho por los poderes de Anivia protegió a la princesa y a su amado. Las garras de Volibear intentaron agarrar a Lissandra pero ésta aprovechó la oportunidad para congelarse.
Entre todos atacaron pero el hielo era demasiado grueso como para penetrarlo. Cuando la soberana salió del enorme cristal inmovilizó a todos los que estaban alrededor, mientras que lentamente comenzaban a congelarse hasta hacerse estatuas de nieve.
La risa de la malvada Lissandra retumbaba en el lugar – Tus débiles súbditos no pueden detener el verdadero poder helado, tonta princesa. – Todos en el lugar estaban congelándose, incluso el bárbaro estaba convirtiéndose en una figura de cristal. – Ya no podrán ayudarte, ellos quedarán así para siempre, mientras que tú serás la que sufrirá la peor muerte. – Ella le clavó lanzas en sus piernas y en sus brazos, atándola en la pared sin poder moverse. El dolor que Ashe sentía en ese momento era inmenso, pero más le lastimaba ver a sus aliados congelados, uno por uno. Pero al ver a Tryndamere cubierto por el hielo, ésta estalló en llanto.
"¿Por qué soy tan débil, madre? ¿Acaso no dijiste que era idéntica a Avarosa? Me has mentido, no soy poderosa, soy tan frágil que deshonro a mis antepasados. Jamás encaminaré a Freljord a la paz." – Lissandra, escúchame. ¿Recuerdas cuando mamá nos leía cuentos de las princesas más fuertes que gozó Freljord? Eran todas mujeres y tan heroicas. Creo que has heredado los maravillosos poderes de Avarosa, por favor, no los utilices para la venganza y para el mal. Tráele la paz al reino, esa armonía que ha perdido. – Ashe bajó la cabeza – Estoy lista, si quieres ejecutarme. –
La soberana por un momento sintió pena por ella, pero su poder y orgullo no le hicieron caso, formó un hacha filosa con sus manos y se preparó para decapitarla.
Fue aquí cuando lo mágico sucedió. El cuerpo de Ashe comenzó a iluminarse y los cristales formados por Lissandra se derritieron en un instante, liberándola. La arquera comienza a levitar mientras una voz le susurraba – Querida, no reprimas tus poderes. Todos en este reino saben que eres la reencarnación de la mismísima Avarosa. Tienes el valor, la bondad, la pureza en tu corazón, eso te hace poderosa. – La princesa se frota los ojos y logra observar el rostro de su madre. – ¡¿Madre?! – dice ella entre palabras entrecortadas, pero la luz se desvaneció antes de que ella pudiese decir algo más.
El arco se iluminó como aquella vez y levitando se postró en las manos de Ashe. La mirada de la princesa cambió, esta vez era más desafiante. Alzó su arma y rápidamente invocó muchas flechas de cristal que con una gran velocidad impactaron en cada uno de sus amigos que estaban atrapados en el hielo. Lissandra estaba muy sorprendida, pues en un instante sus indestructibles estatuas se rompieron por unas pequeñas flechas que su hermana lanzó. – ¡Ahora sí me las vas a pagar, maldita! – Exclamó dispuesta a asesinarla. Pero antes de que pudiera realizar un movimiento más, un halcón irrumpió en la sala y se postró en el hombro de la arquera. Cuando la soberana del hielo regresó su mirada a ella, pudo observar a la antigua reina de Fréljord. Unos ojos color azul cielo brillantes, la blanca y larga cabellera, el arco helado en sus manos y el halcón que nunca le fue infiel.
Era simple, la inmensa lealtad a su reino convertían a Ashe en la esperanza del mismo, el pueblo siempre se sentía seguro. Pero ella quería algo más, quería unificar las Naciones y hacer de ellas un lugar repleto de paz y armonía.
Lissandra no pudo comprender este sentimiento y la venganza se apoderó de ella. Cuando observó entre su máscara el alma de Ashe se estremeció y dio un paso atrás, pero ya era demasiado tarde. La espada del bárbaro la atravesó por la espalda. El hielo negro se derretía pero las lágrimas de Ashe invadieron su rostro.
Continuará...
n/a: Gracias a todos por seguir esta historia y perdón si me atrasé en la publicación de este capítulo, espero que les guste tanto como a mi. Esta serie que escribo es de lo mejor que he hecho, de nuevo y perdón por la redundancia, gracias a todos por sus comentarios positivos.
°RinZoldyck°
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Almas congeladas (Ashe x Tryndamere)
Fanfic¡Atención!: El siguiente fic es un AU (Universo Alterno), tiene algunas relaciones con la historia original del juego "League of Legends" pero con modificaciones profundas. ¿Qué pasaría si unimos nuestras almas en matrimonio? Algo era seguro, a la p...