Soy Una Criatura Sobrenatural

Un nuevo año escolar lleno de sorpresas

Dylan

Me metí a bañar para quitarme el sudor del cuerpo.

- Dylan, amor, te dejo tu desayuno preparado, yo debo irme temprano, nos vemos ahí.

- Si, ya voy- salí y me puse lo primero que encontré, se me olvidó traer más ropa y la mayoría que tenía aquí estaba sucia así que me puse algo de Isaac.

Bajé a desayunar unos hot cakes que me hizo, un poco de fruta y jugo de naranja. Al terminar lave los platos y el vaso. Subí a lavarme los dientes, agarré mi mochila y me salí.

Llegué caminando pues Isaac me había abandonado y no sabia el porqué.

Me dirigí a mi casillero y metí ahí mis libros.

- ¡Dylan!- voltee y vi a mi mejor amiga Brithany- ¿Cómo estuvieron tus vacaciones?- note su mirada de «actua natural»

- Super bien ¿y las tuyas?

- Fui a un viaje a Escocia- dijo guiñandome un ojo.

- Que bien, no te creas mucho que no fuiste la única que salió- Jace iba llegando de la mano de Raúl.

- ¿Raúl? ¿Cómo es posible que estés a la luz del día?

- Bueno, tengo una pomada que sirve como bloqueador, un regalo de un Druida que conocí hace muchos años atrás- dijo sonriendo.

- ¿Y por qué no la has usado antes?- pregunte, de verdad que tenía secretos éste chico.

- No tenía motivo, pero ahora lo encontré- dijo sonriendo y viendo a Jace.

- Bueno, y ¿Qué haremos en el primer día de clases?- preguntó Brithany.

- Lo mismo de siempre, es nuestra tradición, ir a las gradas todo el día y ver pasar la mañana- respondí con una enorme sonrisa.

- Bien, ¿nos vamos ahora? Si nos tardamos más no llegaremos a tiempo para el amanecer- dijo Jace abriendo su casillero que quedaba prácticamente al lado del mío.

- Bien, vámonos- dijo Brithany, quien tenía el casillero de abajo del mío.

- ¿Los dos están aquí?

- Y en las mismas clases, recuerda, somos tus compañeros- dijo Jace.

- Y no te olvides de mí- añadió Raúl- Voy igual a las mismas clases y mi casillero está enfrente.

- ¿Cómo lo hicieron?- estaba bastante sorprendido.

- La directira es Druida- Brithany contestó guiñandome el ojo.

- ¡Wow!- fue lo único que dije.

- Venga, vamos, que nos lo perderemos- dijo Raúl- Y no quiero que eso pase.

Caminamos a las gradas, ahí se veía todo el Instituto y detras de él la salida del sol, por un segundo me preocupé por la seguridad de Raúl, pero él se veía muy entusiasmado.

Jace sacó de su mochila unas latas de refresco y nos entregó una a cada uno.

- Por un nuevo año y que esté lleno de sorpresas- dijo alzando su lata.