Soy Una Criatura Sobrenatural

La batalla final (parte 2: El Campo esta listo y un ultimo sacrificio)

Dylan

El campo estaba listo, los guerreros de ambas partes ya estaban preparados, yo estaba hasta el frente de mi ejército.

- Dylan, ¿estás seguro de esto?- preguntó Isaac.

- Lo estoy, debo hacer lo posible porque no se derrame sangre innecesaria.

- ¡LUCHARAS A SOLAS CON EL! ¡¿ESTÁS LOCO?!

- Isaac, es lo necesario si quiero salvar a todas las criaturas.

- No lo hagas, por favor Dylan- vi lágrimas correr por sus ojos- No quiero perderte.

- No lo harás, Isaac, soy el mayor Druida y aparte soy un Vampiro, tengo ventaja de agilidad.

- Si algo pasa, me interpondré.

- Si haces eso, empieza la batalla y no es lo que quiero. Iré yo solo y punto.

Me adelanté con mi armadura y con Excalibur.
Sinceramente no sabía lo que haría, sé que quería evitar una confrontación mayor, pero aun así, me estaba arriesgando mucho pero simplemente no podía permitirlo.

Ya estaba en medio del Prado, podía ver a Adrian acercarse a mí, su espada era una hermana perdida de Excalibur.

- ¿Estás listo Druida?- me preguntó con arrogancia- ¿O es que no te has dado cuenta de quien está en mis líneas?

Voltee hacia su ejército y me di cuenta de que ahí estaba Andrew.
- >Carajo, caí en su juego<

- ¿Crees que me sorprende? Sabía que ese era un maldito traidor, TODOS lo sabíamos, él era el único que lo ignoraba- vi como la expresión de Adrian cambiaba.

- Entonces sabrás que él es tu perdición- dijo sonriendo.

- Basta de hablar- al decir esto, desenvaine mi espada- Ataca si puedes- lo rete.

*Poner medio audiovisual*

Comenzamos a chocar las espadas y de ellas salían pequeñas chispas de color negro y morado.
El cielo seguía oscuro, de vez en cuando un rayo caía cerca de nosotros.

- ¡Oh vamos Druida, sé que puedes hacerlo mejor!- gritó Adrian.

Me lancé contra el, esquivo mi ataque y con el mango de la espada me dio en un costado.

- No puedes salvarte ni a ti mismo, ¿cómo esperas salvar a todas las criaturas sobrenaturales?

- >Tenía razón, ni siquiera podía hacerle frente, ¿cómo podría salvar a todo un mundo?<

Cuando reaccione ya era tarde, sentí el filo de su espada atravesar mi estómago.

- Hasta aquí llegaste Druida- sonrío con malicia y suficiencia.

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Isaac

No lo podía creer, Dylan había caído en la pelea.

- Tenemos que hacer algo, rápido- estaba desesperado, Jace, Raúl y Brithany observaban la escena con temor.

- Tienes razón, debemos hacer algo, es hora de atacar- me sorprendió mucho ver a la mamá de Dylan diciendo aquello.

Desenvaine mi espada a lo cual la mayoría de las criaturas imitaron, nuestros amigos hicieron lo mismo y al final, todos los Druidas.

Alcé mi espada al aire, no sabía qué diría o haría solo seguí a mi corazón el cual estaba más que enfurecido.

- ¡POR DYLAN Y EL FUTURO!- fue lo único que se me ocurrió.

Comencé a correr hacia el campo de batalla, no me importaba nada, solo quería acabar con los malditos Cazadores.

Los Cazadores hicieron lo mismo, comenzaron a correr hacia nosotros. Yo me encaré a Adrian.

- Vaya vaya, el novio del Druida, ¿vienes a morir junto a él?

- Vengo a matarte para hacerle justicia.

Comenzamos a pelear, era diestro en el arte de la espada, pero yo tenía una ventaja y la hice notar.

Comenzó a tener dificultades para atacarme pues no le daba oportunidad alguna.

- ¿Cómo puede ser posible?- se le veía el terror en su mirada- ¿cómo puedes darme pelea? ¡ERES SOLO UNA CRIATURA!

- Pero tengo por qué luchar, en cambio tú, solo eres un patético humano que se cree un Dios- en un rápido movimiento lo desarme.

- Esto es imposible, tú... Tú eres solo una abominación.

- Estás equivocado, la abominación aquí eres tú.

- ¡YO SOY UN DIOS! ¡YO DEBO VIVIR!

- Nunca- ante esto atravesé su pecho y le arranque el corazón, su cuerpo yacía en el piso.

- ¡NOOO!- escuche un grito, al voltearme vi a Andrew corriendo hacia mi.

Antes de que pudiera hacer algo, cayó al suelo, al darme cuenta, la mayoría de los cazadores estaba cayendo.
Voltee al lugar donde estaba Dylan y vi que respiraba con dificultad y se aferraba al suelo.
Me dirigí a él, tenía la esperanza de que pudiera salvarlo.

- Dyl, estarás bien, te curaras- tenía lágrimas en los ojos.

- Esta vez lo dudo Isaac, no- tosió- me queda mucho, ya he cumplido con mi deber, gracias a ti, el mundo Sobrenatural está a salvo, los cazadores han caído y serán olvidados, una nueva era a comenzado.

- Dyl, tienes que salvarte, no puedes morir.

- Nos volveremos a ver, lo prometo.

Poco a poco su respiración se fue debilitando hasta ser inexistente y esta vez se quedaría así.

- Isaac- escuche la voz de Raúl- se fue, ganamos la guerra, todo ha terminado, ya puede descansar.

Me abrazo y comencé a llorar.

- Te buscaré como la primera vez, te encontraré y no te dejaré ir- dije viendo hacia el cielo, con la esperanza de que me escuchara.