A Secret Place (Megadeth, Dunior/Ellefstaine)

Capítulo 2.

Unos fuertes golpes le interrumpieron su sueño.

—¡JUNIOR!— se tapó hasta el cuello evitando escuchar ese inquietante golpe.

Una vez más su nombre lo hizo reaccionar.

“¡Dave!”

Se había olvidado del pelirrojo que estaba allí encerrado.

Tiró las sábanas al suelo y corrió hasta su habitación, abrió la puerta y vio a Dave sin camiseta.

Admiró detalladamente su torso desnudo y se sonrojó.

—¿Te gusta Junior?— dijo guiñándole un ojo.

El pobre chico sólo quería ser tragado por la tierra y desaparecer de ahí. Ni loco cedería a aquél orgulloso chico, no era su tipo, al menos eso creía.

Rodó sus ojos y dejó pasar a Dave que salió corriendo hasta el baño.

Miró la hora en su despertador.

3:05 pm.

Estaba por darle un paro al haberse quedado dormido pero recordó que era sábado y hoy se quedaba en su casa. Suspiró y sintió detrás suyo la presencia de su "compañero".

—Junior no te molesta si me quedo mas tiempo aquí ¿No?.

—Amm... No, claro que no— trató de sonreír.

“Si no intentas violarme no”

El miedo por decirle que no y le hiciera daño llegó al extremo opuesto y decirle que sí.

...

La tarde pasó tranquila, Dave solo se dedicó a fumar alguna hierba sentado sobre la ventana y David a leer en el sillón.

—¿No te aburres de eso?— el pelirrojo soltó el humo por su nariz y señaló el libro.

—Esto, es mí pasatiempo— dirigió su mirada hacia él.

—Mmm ya veo— le dió otra calada a lo que sea que estaba fumando —¿Qué habrá para cenar? Muero de hambre y no tengo dinero, en casa no hay nada...— miró al castaño.

"Cenar..."

Abrió sus ojos tanto como pudo y su desesperación lo exaltó.

—Mierda, tú no debes estar aquí hoy, vendrá mi madre a cenar esta noche— se levantó del sillón y tomó las drogas de Dave esparcidas por toda la mesa, las arrojó a un cajón y lo cerró.

—Oh genial, mí suegra— dijo bromeando y lanzando el cigarro por la ventana.

David se sonrojó y decidió ignorar la risa del otro.

—Emm, tú puedes ir al bar o de putas y volver mañana, no quiero que mí madre te vea, si encuentra una sola bolsa con drogas me arrancaría los pelos uno por uno— dijo desesperadamente mientras empujaba a Dave fuera del departamento.

—Oye tranquilo, sé comportarme y podemos esconder las drogas cariño—sonrió.

—Ni de broma y deja de decirme eso— Mustaine lo tomó de las piernas y como una bolsa de papa, lo cargó hasta su cuarto.

—¿Qué haces? ¡Sueltame Dave!— agitó sus piernas y golpeó su gran espalda.

Lo dejó sobre la cama y trabó la puerta de la habitación de una forma un tanto... Bruta.

—¡Dave!— gritó el castaño cuando vio al nombrado con la cerradura en la mano.

—Ups, cerré un poco fuerte— soltó una risa.