De no haber existido Voldy

Capítulo IV: Planes y adiós rencores.-

Cuando todos llegaron a Potter Manour, se acomodaron como siempre, cada uno con su pareja, y luego fueron a la sala de estar, ya que los chicos, entiéndase los merodeadores, que como buenos bromistas querían unas últimas vacaciones como los codiciados solteros que aún eran, aunque también querían planificar sus bodas que ya se aproximaban.

- Amor ¿no crees que sería una buena idea hacer una boda triple?- Preguntó Steph haciendo una carita de perrito que derritió por completo a Sirius.

- Por supuesto, es una gran idea Stephy.- Le contesto el chico poco menos y babeando de tanto mirar a su novia.

- Y si tu aceptas me gustaría que Reg y Marlenne fueran nuestros padrinos.- le volvió a decir la chica, poniendo nuevamente su carita de suplica.

- Claro amor, todo lo que quieras.- Le contestó el mirándola embobado, poco menos y salían corazones de colores por todos sus poros.

- Bueno parejita paren con eso.- Les dijo James muy poco sensible en esos momentos.

- Chicos que les parece si nos vamos de vacaciones, organizamos ahí la boda, e invitamos a Marie y Severus a pasarlas con nosotros.- Dijo Lily con una gran sonrisa, muy feliz de su reciente idea.

- Nooooo.- Gritaron a coro los merodeadores y Regulus, de manera rotunda y negando constantemente con la cabeza.

- Pero, por favor.- Les respondieron las chicas, poniéndoles sus mejores caritas de perritos, cada una a su respectivo novio.

- Esta bien.- Respondió James en nombre de todos los chicos, por lo que cada uno recibió como premio un apasionado beso en los labios.

- Gracias amor.- Le dijo Lily a su prometido, que lindo sonaba eso pensó la chica.

- Bueno entonces debemos elegir un destino para nuestras vacaciones.- dijo Chris entrando en la conversación.

- Yo digo que deberíamos ir a París.- dijo Steph mientras se sentaba sobre las piernas de su novio y acomodaba su cuerpo.

- No, yo creo que París es mejor para nuestra luna de miel.- Opinó Chris, siendo abrazada por la espalda por Remus.

- Opino lo mismo que Chris, Steph, París es la ciudad del amor, es el lugar perfecto para la luna de miel.- le apoyo Lily.

- Toda la razón, mejor hagamos algo, ustedes organizan las vacaciones y nosotros arreglamos todo para hacer el viaje al estilo muggle.- Opinó Remus, y tirando del brazo a todos los hombres, salió llevándoselos hasta otra de las muchas salas que habían en esa enorme mansión.

Mientras tanto las chicas.-

- Yo digo que deberíamos llamar primero a Marie y Severus.- comenzó diciendo la novia de Regulus, Marlenne, una chica de un hermoso cabello negro que le caía como cascada sobre la espalda que además de un gran cuerpo poseía unos ojos de color verde pistacho que embobaban a cualquiera.

- Concuerdo contigo.- dijo la pelirroja.- Stick.- agrego nuevamente. Al instante en el cuarto apareció un pequeño elfo doméstico con unas granes orejas puntiagudas y unos ojos de color azul eléctrico muy chillón, estaba embutido en un pulcro uniforme que en el pecho dejaba ver el majestuoso escudo milenario que poseía la noble familia Potter.

- Mando a llamar la señorita.- dijo el elfo muy educadamente dirigiéndose a Lily.

- Si Stick, podrías traer la lechuza de James por favor, y decirle que mandaremos a llamar a Severus y a Marie por favor.- le dijo la pelirroja al pequeño elfo con una sonrisa surcando su rostro.

- Lo que ordene señorita Lily.- le dijo el elfo despidiéndose con una reverencia.

- Gracias Stick.- le contestó Lily.

Y los chicos.-

Salieron todos de la sala en la que habían dejado a las chicas, o mejor dicho fueron arrastrados por Remus hasta el despacho de Charlus Potter, padre de James y Katleen Potter; entraron y cada uno se sentó cómodamente en alguno de los confortables sofás que en la habitación se encontraban.

- Chicos debemos hacer algo para soportar durante todas nuestras vacaciones a Quejicus, y no hacer enojar a Marie, y mucho menos a alguna de nuestras novias, que cuando se enojan se ponen mucho peor que una manada de dragonas hambrientas.- dijo nuestro amigo Licántropo.

- Toda la razón mi sabio lobito, aunque no nos guste de... deberemos.- tartamudeaba Canuto.- Hacer una tregua.- termino de decir el pobre perrito.

- No, no lo digas Sirius, que eso ya significa que el amor ya te cambió mucho.- Dramatizó James haciendo como si su cuerpo temblara sin control.

- Deja eso cuernitos, que es eso o hacer enojar a las chicas y creo que no estás dispuesto a recibir un moco murciélago o alguna broma de colmillos, que por si no lo recuerdas es una merodeadora.- le contestó malhumorado y muy serio Lunático

- O mucho menos te gustará que la pelirroja te deje de "hablar".- complemento Canuto moviendo sugestivamente sus cejas.

- Bueno me quedó claro chicos, ahora a planear un viaje al estilo muggle, y una tregua con Quejicus, digo Snape.- Terminó cediendo el menor de los mellizos Potter.

- Así será.- le corearon el resto de los merodeadores, ya que Regulus había ido a su habitación y aún no volvía.

Con las chicas nuevamente.

- Ama acaban de llegar la señorita Marie y el joven Snape.- Apareció diciendo Stick

- Hazlos pasar hasta aquí, por favor.- Le respondió Lily Evans sentándose en un sofá junto al fuego.

Luego de que el elfo se retirará para hacer pasar a los invitados, las chicas se mantuvieron en un imperturbable silencio, no podían negar de que estaban nerviosas de la reacción que iban a tener los chicos, y muy ansiosas de que sus vacaciones comenzaran lo antes posible.

Tras un minuto volvió al cuarto Stick con los dos invitados, aunque luego de que todas hubieran saludado a Snape, una de las chicas le pidió al pequeño elfo que lo llevara con el resto de los chicos.

Cuando Snape y el elfo se hubieron marchado comenzaron a planear las cosas.

- Marie, nosotras queremos que Sev y tu se vengan de vacaciones con nosotras, ¿qué te parece?- pregunto Marlenne la novia de Reg.

- Por mi es perfecto, pero a los chicos ¿no les molestará pasar las vacaciones juntos?- inquirió colmillos, que mal que mal conocía muy bien a los merodeadores y mucho más a su novio.

- Ya los hemos convencido jajaja.- dijo con una mueca de maldad en su bello rostro Chris.

- Bien pues veamos que le parece la idea a Sev.- agrego la pelirroja dirigiéndose hasta el despacho de su futuro suegro.

Cuando todas las chicashubieron llegado al despacho de Charlus, se encontraron con una escena quenunca esperaron ver, en la sala se podía apreciar a los merodeadores y Regulus,dando su mano de forma cortes a Snape,como firmando un pacto.?��t<�UP