Los mellizos Montes II

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Lucía en multimedia.

-¡Oh, vamos! Será divertido-

-No. Me niego-

-Te daré veinte euros más y mi postre de todo el mes-

-Que no-

-De dos meses-

-¡Eres ridículo, Nicolás! ¡No voy a entrar en tu casa vestida de superhéroe ni voy a decir una frase ridícula!- Exclamé, exasperada.

-No es ridícula. "Yo soy tu padre" es la frase más famosa del cine mundial. ¿No aprecias eso, Lucía?-

-¡Ni siquiera es de Catwoman!-

-¡Porque no puedes ir de Darth Vader! ¡Él es un tío!-

-¡Pues vístete tú!-

-¡No puedo! ¡A mis padres ya no les hace gracias!-

-¿Ya?-Pregunté, con sorna.

-Dejaron de reírse a la décima vez-Dijo, enfurruñado.

-Eres increíble-Exclamé, entre risas.

-¿Por favor?-Conocía ese tono. Era el de cachorrito abandonado. Por lo que decía, gracias a esa estrategia ya se había librado de varios castigos.

-Ni hablar-Protesté, rebañando mi flan-Y esa es mi última palabra-

Miré a mí alrededor. Estábamos en la cafetería de enfrente del instituto, que prácticamente existía gracias a nosotros. De hecho, solo abría por las mañanas.

-Bueno... ¿y qué tal fue el partido?-Pregunté, mientras que dejaba el vaso de agua en la mesa.

Nico levantó la vista del móvil y me sonrió. Si no estuviese acostumbrada ya me habría desmayado.

-Bien, ganamos tres a cero. Yo metí dos goles- Me contó, orgulloso.

Iba a felicitarle, pero los gritos de Ana y Annalise me lo impidieron.

-¡Tú no lo entiendes!-gritó Ana.

-¡Pues explícamelo! ¡Nunca me cuentas nada! ¡Y estoy harta!-Annalise se dio la vuelta, pero se quedó quieta cuando oyó las palabras que susurró su amiga.

-¿De verdad?-Preguntó, blanca como la cal. Ana asintió, sin mirarla a la cara. La sonrisa de Lise era de felicidad pura.

Corrió hasta los brazos de su amiga y la besó. Esta se quedó inmóvil unos segundos, pero enseguida la correspondió.

La cafetería estaba sumida en el silencio más absoluto. Las chicas sonreían satisfechas, mientras que los rostros de los chicos demostraban una enorme desolación.

-Mierda-Susurró Nicolás-Esto no puede estar pasándome a mí-

-¿Eres homófobo?-Pregunté, atemorizada.

-¿Qué? ¡No! Pero es un desastre. ¿No ves que cuando rompa con alguien no podré ir a pegarle? ¡Será una chica! ¡Es terrible!-Su cara expresaba tal horror que fui incapaz de no reír. Estallé e carcajadas mientras que todos me miraban.

-Tranquilo-Dije, cuando conseguí calmarme-La parte buena es yo sí podré pegarlas-

-En ese caso está bien-Exclamó sonriendo-¡Ah, Lucía! ¿Qué haría yo sin ti?-

-No mucho, seguramente-Bromeé.

Ambos alzamos la mirada al sentir como Ana y Lise nos observaban, con una tensión palpable. Nico les guiñó un ojo, y yo les sonreí con cariño. Las dos se relajaron visiblemente, y abandonaron la cafetería cogidas de la mano.

-¿Nos vamos?-Pregunté.

-Por supuesto. ¿Me toca pagar?-

-Sí-Asentí, mientras recogía mi mochila-Ayer invité yo-

-Vale-Nicolás dejo un billete de diez euros en la mesa, guardó su móvil y me abrió la puerta. El sol acarició mi piel, y fuimos en busca de nuestras amigas.

Atrás dejamos un local lleno de satisfacción, silencio y desesperación a partes iguales.

Bueno chic@s; ¡¡¡¡¡¡¡¡SORPRESA!!!!!!!

Se que estabais desando leer más de los Montes, Lucía y Ana, y sobre todo cierta personita, ejem ejem Sara ejem ejem. 

Y por cierto, estamos a solo dos días del verano.

¡¡¡¡¡VIVAAAAAA!!!!!

Así que nada, besos y adiós.

Wonder Woman.

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