YA NO SÉ QUIEN SOY

25 1 0
                                    

Estoy dormida y sueño cosas extrañas...
En el sueño soy una chica mayor, me veo con mi mamá en casa pero no parece mi casa, está distinta.
Veo que mi vida gira alrededor de mi trabajo...

¡ Soy periodista !

¡ No tengo hermanos... !

¡ Mi papá no está !

Siento una pena muy grande...

De pronto despierto y veo que estoy en casa, al lado está Ana dormida. Está todo bien. Nada ha cambiado.

A veces no sé quién soy, siento que parte de mí pertenece a otra vida, es como si hubiera venido de otro lugar pero no logro recordar ni como, ni cuando, ni de dónde.
Es como si mi memoria hubiera seleccionado partes de mi vida y las hubiera borrado.
El sueño parecía muy real...
En el sueño ¡ Soy una chica mayor !
¡ Con las ganas que tengo de ser mayor !
Me sorprende que mi mente vaya dando zancadas a años luz de mi niñez, estoy confusa...
Pero en cuestión de segundos mi mente vuelve a mí otra vez.

¡ Por fin vuelvo a ser yo !

Estoy en casa jugando con mis hermanos cuando suena el timbre de la puerta, pienso que es Elsa que viene a jugar conmigo, pero no, no es ella.
Es una señora y un señor con un niño, mi mamá los recibe y los manda pasar al salón, mientras el niño se va quedando atrás y nos mira con cara de pocos amigos.
Nosotros seguimos a lo nuestro sin hacerle caso, ya que no lo conocemos de nada.
Mi mamá les atiende y les pone cafés y pastas, el niño se toma un refresco y nosotros vamos en bandada a por refrescos ya que no vamos a ser menos que él.
En ese momento llega mi papá y voy corriendo a darle un beso, los demás siguen jugando y el niño me observa detenidamente, yo hago que no lo miro pero lo estoy viendo de reojo.
Mi papá se abraza al señor y charlan amigablemente.
Cuando terminan de hablar el señor se levanta, sale a la calle y al momento regresa con una maleta que deja en el salón y le dice al niño que tiene que quedarse a vivir con nosotros.
El niño llora y dice que no quiere quedarse que se quiere ir, la señora también llora y a mi me da pena ya que yo también lloro cuando me tengo que ir.
El niño se llama Raúl, desde que se fueron sus padres no para de decirnos que se va a ir pronto, que sus padres van a venir a buscarlo enseguida, pero yo sé que no es verdad ya que yo he pasado por lo mismo.
De todas formas le pregunto a mi mamá si es verdad lo que dice Raúl.

—  Van a tardar un poco más en venir a buscarlo, pero no se lo digas a Raúl — me dice mi mamá.

— ¿ Cuanto es un poco mas ?— le pregunto a mi mamá.

— Pues como lo que tardas tú en venir a casa Malena.

— Buff... Entonces eso es mucho tiempo — le digo yo, mientras pienso lo mal que se pasa esperando a que vayan buscarte.

— ¿ Pero que le pasa ?¿ Porqué no puede estar con sus papás ?

— Porque sus papás se han ido a vivir a Suiza y van a estar trabajando los dos por eso no puede ir con ellos.

— ¿ A suiza ? ¿ Pero donde es eso ?

— Está muy lejos Malena, está en otro país.

— ¿ En otro país ? Buff... Pues si que están lejos...
Mientras lo pienso me voy a jugar con mis hermanos y veo que Raúl ya está corriendo por toda la casa jugando al escondite con ellos, eso es buena señal me digo a mi misma sonriendo.

A pasado tiempo y Raúl se encuentra muy contento con nosotros, está tan integrado que llama mamá y papá a mis papás.
Yo creo que es porqué nos ve a todos que lo décimos y él no quiere ser menos.
A nosotros nos llama hermanos y si algún niño se mete con nosotros él nos defiende como un hermano.

Estoy jugando y veo que Raúl se acerca y se pone a jugar conmigo, yo lo miro extrañada y él me sonríe diciendo que con los niños se aburre un poco porque siempre juegan a lo mismo.
Cuando lo ven empiezan a reírse y a decir que yo le gusto a Raúl, él se pone colorado y yo me siento bien porque le gusto, es la primera vez y me hace sentir bien.
A partir de esté momento Raúl juega con mis hermanos si juego yo y es en ese momento cuando me hago dueña de los juegos.
Se juega a lo que yo diga, decido quien juega y todos quieren ser mi ayudante así es como Ángel se convierte en mi mano derecha.
Jugamos a médicos, profesores etc...

Raúl y yo nos hacemos inseparables y mis hermanos nos toman el pelo diciendo que somos novios.
Nosotros nos ponemos colorados cada vez que nos dicen eso y es que nos gustamos.

Raúl acaba de llegar de la calle llorando porque se ha caído, dice que no va a volver a poner esos pantalones  porque siempre se cae con ellos.
Mi mamá intenta que los pantalones de Raúl lo pongan mis hermanos pero no hay manera, ninguno quiere ponérselo dicen que si se los ponen se van a caer.
Ana y yo nos reímos viendo a mamá corriendo por toda la casa detrás de ellos para que se pongan esos pantalones, pero no hay manera, ganan ellos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 27, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Empezando a la vida ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora