EL ANGEL

18 3 0
                                    


Hoy es un día frío y lluvioso, parece que es de noche pero el reloj marca las cuatro de la tarde. Me acerco a la ventana y tras el cristal veo caer las gotas de agua que van haciendo surcos según van bajando a toda velocidad, algunas se chocan entre sí y acaban uniéndose y bajando lentamente.
Mientras miro por la ventana pienso en mi casa, en mis hermanos y mis papás y siento caer una lágrima por mi cara y tras esa lágrima van cayendo más, siento que soy un propio reflejo del cristal con sus gotas de agua.
- Quiero irme a mi casa - Me digo mientras me seco las lágrimas con la manga del jersey.
En ese momento mi tía está detrás de mí escuchando la radio sin enterarse de nada... Me dice que Luis Alfredo está atontado y que no sabe lo que quiere.
Yo me encojo de hombros y pienso para mi que no me importa Luis Alfredo ni Maria Margarita, hoy no estoy para novelas, no me apetece escucharlas, hoy estoy a muchos kilómetros de aquí...

Los días pasan y las Navidades se acercan, pero yo no tengo ninguna ilusión, ya que sé que no las voy a pasar en casa.

Hoy es el día de Reyes y me siento alegre a la vez que triste ya que los Reyes me trajeron los regalos pero pienso en mis hermanos jugando todos juntos
y yo estoy jugando sola.

Los días van pasando lentamente y yo voy creciendo a pasos agigantados y mi pelo también
¡¡ Por fin tengo el pelo largo !!

Llevo varios días enferma, mi asma no me deja respirar y me paso el día entero metida en la cama sin poder moverme.
Me doy cuenta de mi gravedad por la cara que ponen mis tíos al verme. Ha
venido el médico y su cara lo dice todo.
Mi tía me dice que llamó a mis papás para avisarles y yo me pongo a llorar porque lo que más quiero en esos momentos es estar con ellos.

Acabo de despertar y oigo a mi tía hablar con alguien en la cocina, intento averiguar quién es pero me es imposible ya que hablan muy bajo y poco a poco entre murmullos me vuelvo a quedar dormida.
Me despierto con la sensación de una caricia seguida de un beso y en el momento que abro los ojos veo la mirada y la sonrisa de mi padre reflejada en su rostro, por un instante pienso que es un sueño, pero su voz me confirma que es él y que es real.

Ya han pasado un par de días desde que vino papá y yo ya soy capaz de levantarme, eso es buena señal, mi mejor medicina es él.
Estamos todo el día juntos, voy con él a todas partes cogida de su mano y no lo suelto en ningún momento, ya que tengo miedo de que sí lo hago se convierta en irreal lo real y acabe siendo todo un sueño.

Me acabo de despertar y lo primero que hago es mirar por la ventana y lo que veo me fascina, está todo cubierto de nieve. Me sorprendo a mi misma dando saltos y gritando:

¡¡ Ha nevado !! ¡¡ Ha nevado !!

Voy por toda la casa saltando de alegría hasta que encuentro a papá y a los tíos en la cocina mirándome sonrientes.
Papá me dice que después de desayunar vamos a salir para que juegue con la nieve.
Desayuno a la velocidad del rayo y en un abrir y cerrar de ojos ya tengo puesto el abrigo, bufanda, gorro y guantes, mi papá se ríe a carcajadas porque dice que es la primera vez que me ve tan rápida.
Nada mas salir por la puerta siento crujir la nieve bajo mis pies. Mi papá me da una bola de nieve que yo cojo con mucho cuidado ya que a través de los guantes siento pasar el frío por mis manos. Al tocarla veo que se va rompiendo en trocitos pequeños y poco a poco se va deshaciendo hasta notar mis guantes húmedos.
En el momento que intento coger otra bola de nieve siento que me cae una encima de la cabeza, mi papá se ríe y yo echo a correr detrás de él.
Mi papá se tira encima de la nieve y me dice que haga lo mismo que él, yo me pongo a su lado y repito lo que hace.
Cuando nos levantamos me quedo asombrada de lo que veo, son dos ángeles, uno es más pequeño que el otro y los dos tienen sus alas abiertas. Parece que van a echar a volar....
Miro a mi padre y pienso que es lo más bonito que he visto y que nunca lo voy a olvidar.
Mi papá me dice que eso es lo que yo soy " Un Ángel " y yo le digo que él también es un Ángel muuuuy grande y los dos nos echamos a reír.

Mi papá se va y yo no paro de llorar, le veo marchar por el camino que da a la casa y pienso en lo que me dijo :

- Malena, cariño no te preocupes, enseguida estás en casa - Me dice mientras me da un beso.

Yo lo miro con ojos llorosos y rezo para que llegue ese día ya.
Mi padre me coge en cuello y yo lo abrazo con todas mis pocas fuerzas y él me mira con tanto amor que por un instante pienso que me va a llevar con él, pero
no es así.
Él sigue caminando con paso firme mientras su silueta se va difuminando poco a poco.
Me quedo sentada en la puerta de la casa durante un buen rato con la esperanza de que mi padre de la vuelta.
pero no es así.

Mi tía me levanta de donde estoy sentada y me dice que vaya con ella a casa de una vecina y yo voy como una autómata detrás de ella.

Ya ha pasado tiempo desde que mi papá se fue y por fin me voy para casa, estoy esperando a que me venga a buscar y mi cara refleja la máxima felicidad que puede expresar.

Le veo venir por el mismo camino por el que se fue y echo a correr hacía él sin darle tiempo a llegar.

¡¡ Ya estoy en casa !! Soy feliz : )

Empezando a la vida ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora