Acosos

Capitulo 6: Accidente Fallido

Desde aquel día en el que Ayato y Kaneki comenzar con quizás la lucha más importante de sus vidas, el mayor se había vuelto algo sobreprotector por Ayato, en especial con esas condenadas cartas, cada vez que alguien llamaba a la puerta Kaneki insistía en ir el a ver o si Ayato estaba solo en casa, al volver del trabajo el azabache le obligaba a decirle o darle cualquier cosa indeseable que hubiera llegado a la casa, pero como Ayato ya estaba un poco más confiado, había comenzado a ser más sincero con Haise con respecto a los acosos de ese misterioso sujeto.

Ese día:

Ayato se había quedado solo encasa, Haise tuvo que ir de emergencia a una misión en el distrito 10 de la ciudad. Todo el día transcurrió normal sin ningún problema así que el menor decidió ir a comprar un poco de café a la tienda, debido a su embarazo este ya comenzaba con sus antojos compulsivos y tendía a acabarse las cosas en un dos por tres.

Caminando por las calles, el peliazul iba completamente despreocupado, desde que Haise comenzó a saber sobre aquellas cartas el acosador se había detenido, tal vez era porque ese tipo solo ladraba pero no mordía. Pensando en sus cosas, Ayato había llegado hasta la calle indicada y simplemente debía cruzarla, pero, cuando bajo de la acera, justo a la mitad de camino, un auto color negro con vidrios polarizados dio vuelta en la esquina a toda velocidad sin señales de que se detendría. Ayato, al verlo se quedó completamente paralizado.

Con Haise:

Últimamente las horas en el trabajo se le hacían eternas, solo quería salir de ahí e ir directo a casa donde su conejito no, mejor dicho, donde sus dos conejitos le esperaban. Tal vez lo que dijo el doctor era preocupante, pero Haise sabía que Ayato y su bebe se salvarían, aunque, no podía negar que últimamente veía al peliazul un poco más pálido y delgado, pero no podía dejar que su Ayato le viera débil, el más que nada debía ser fuerte en estos momentos, por los dos.

Finalmente, el reloj marco las 4:00 pm, lo que significaba que era completamente libre de irse. Tomando su maletín, el azabache salió lo más pronto posibles de las instalaciones del CCG y sin más, fue directo a casa.

Estaba tan inquieto que camino un poco más rápido de lo usual hasta el departamento, pero, recordó que Ayato se había terminado todo el café en la mañana, así que antes de continuar decidió desviarse un poco y comprar café en la tienda favorita de Ayato, pero, cuando dio vuelta en la esquina, observo algo que le dejo prácticamente helado.

Mientras tanto en una habitación poco iluminada:

- ???: Con que sigues sin entender que debes alejarte de él...

Burlón tomo una botella de vidrio y la estrello con una fotografía de Ayato que le había tomado sin que se diera cuenta mientras caminaba por la calle. Esta, al recibir el impacto contra la pared, se rompió en varios pedazos dejando la fotografía húmeda y algo dañada por los vidrios rostos.

- ???: Espero que con este pequeño saludo ya me haya librado de ti asqueroso mocoso...