Prólogo

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La siguió manteniendo en calor durante horas hasta que finalmente Cosima se durmió. Ya había dejado de temblar. La rubia se levantó de la cama en silencio y se puso una camiseta que había por la cabaña. Tapó bien a Cosima y reguló el suero para que tampoco estuviera muy atontada. Acto seguido, se fue al escritorio y cogió papel y bolígrafo.

"Hola Sarah.

Antes de todo, Cosima está bien. Está conmigo y la estamos cuidando entre todos. Cogimos una pequeña cantidad de línea genética y creemos que Cosima podría curarse sin problemas. No está siendo fácil, estoy vigilada y tengo que ir con precaución. En cuanto Cosima pueda andar por sí misma, me la llevaré lo más lejos posible de este sitio. No te puedo decir dónde porque ni yo misma lo sé aún. ¿Necesitáis ayuda? ¿Está Rachel al cargo de todo? Se oyen rumores por aquí... Charlotte está bien. No saben qué hacer con ella. A ella también la trataré, pero no puede enterarse nadie.

Supongo que Krystal os contó quién me disparó. Ella fue a la última persona que vi antes que me llevaran. Dadle las gracias de mi parte; si su móvil no hubiera sonado, ahora mismo yo estaría muerta. Espero que todos estéis todos bien.

No respondáis de vuelta hasta que os avise. Esperad mi próxima carta.

Delphine."

Preparó la carta y se levantó para guardarla entre las cosas que había en su mochila.

-¿Qué haces?- preguntó una voz ronca. Casi no se entendía. Delphine se giró algo sobresaltada pero después sonrió al ver esa cara.

-Nada, recogiendo un poco.- dijo disimulando mientras se acercaba hacia Cosima. Volvió a meterse dentro de la cama y la morena le dejó algo de espacio.

Se quedaron en silencio mirándose la una a la otra. Hacía tiempo que no estaban tan cerca. Habían pasado meses des de la última vez que se vieron y estar en esa circunstancia parecía irreal. Delphine acarició la mano de Cosima mientras esta cerraba sus ojos y notaba el roce. La rubia la contemplaba. Había sufrido mucho al no poder verla. Al fin la estaba acariciando de nuevo, después de tanto sufrimiento de por medio. Cosima abrió los ojos. Estaban húmedos. Mantenía las lágrimas pero su labio tembloroso la delataba. Delphine frunció el ceño. Confusa, acarició el labio de la chica con el pulgar. En ese momento Cosima se arrimó más a ella escondiendo su cabeza entre el pecho de la otra y la almohada y rompió a llorar.

-Te he echado tanto de menos- dijo Cosima. Abrazó a Delphine como pudo y la chica le devolvió el abrazo.

Delphine en ese momento se rompió por dentro pero intentó aguantar las lágrimas. Cerró los ojos y acarició la espalda de la chica.

-Pensaba que estabas muerta- sollozó Cosima.-No diste señales de vida, todos estábamos preocupados por ti-

Eso superó a Delphine y esta empezó a llorar en silencio mientras calmaba a la otra. Se sentía rota y viva a la vez.

-Pero no lo estoy, estoy aquí, contigo...- Acariciaba el pelo de la chica mientras la tapaba mejor. -Deja de llorar, por favor- Le besó la frente. Estuvieron un buen rato en silencio llorando e intentando calmar la una a la otra.

Cosima salió del hueco para mirar a la chica directamente a los ojos.

-No vuelvas a hacerme esto- suplicó -No me vuelvas a dejar sola de esta manera- Había parado de llorar.

Delphine apretó los labios mientras asentía y se le caían un par de lágrimas aún. Acto seguido bajó su mirada hacia los labios de la morena y se mordió el suyo inferior. Cosima se dio cuenta de eso y se acercó hacia ello hasta conseguir besarla. Ya no iban con contemplaciones después de tanto tiempo, se necesitaban la una a la otra. Delphine la atrajo hacían ella mientras la seguía besando. Cosima buscó la cadera de la francesa para atraerla hacia la suya. Tampoco tenía muchas fuerzas. Se acariciaban y besaban con bastante necesidad. Enroscaron sus piernas para estar más pegadas y sus lenguas bailaban entre jadeos. Se volvieron a mirar con una sonrisa de lado. Cosima empezó a toser y se apartó de Delphine poniendo su mano en la boca. Hacía mucho esfuerzo.

-Eh...- Ayudó a Cosima a levantarse un poco para que pudiera respirar bien. La sujetaba con delicadeza. Se calmó. Por suerte no había tosido sangre. -No pasa nada- le sonrió mientras estaba carraspeaba un poco. -Ven-

Cosima volvió a acurrucarse entre los brazos de Delphine.

-Han pasado tantas cosas des de que te fuiste...- dijo en voz baja mientras cerraba los ojos y acariciaba el brazo de la rubia.

Delphine sonrió y cogió una rasta de la morena para jugar con ella mientras miraba a un punto fijo de la cabaña. Notaba como Cosima respiraba lentamente y soltaba el aire haciendo que este llegara a su barriga. Necesitaba gritar de alegría y a la vez de rabia por todo el tiempo que no había pasado con Cosima.

Se escuchaba a gente murmurar fuera de la cabaña pero no hacía ruido. La cabaña era acogedora y olía a madera húmeda. No había grandes muebles, pero los que había, estaban abarrotados de libros y utensilios que parecían haber sido puestos ahí de manera aleatoria. Delphine ya se había acostumbrado a ese ambiente, pero echaba de menos el antiguo.

Al cabo de pocos minutos, Delphine pudo notar como Cosima se había dormido otra vez. Poco después, ella también se durmió.

Aquí tenéis el prólogo para daros una idea de cómo va a ir. Es algo más corto de lo que van a ser, pero ya sabéis, es una introducción. ¡Comentad y compartid! Espero que os guste.

Pérdida y capturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora