Conversaciones

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Un edificio gigante y blanco lleno de personas enfermas, en silla de ruedas y algunos con quemaduras quejandose del dolor. Marinnette sentia su corazón latir más rapido por cada paso que daba. Marinnette se acerca a una enfermera que se encontraba en el modulo de atención

- Disculpe, donde se encuentra hospitalizado Adrien Agreste?

La enfermera levanta la mirada y se dirige a Marinnette de manera calida y formal.

- Buenas tardes, el joven Agreste se encuentra en la habitación A26 cruzando ese pasillo a la manp derecha encontrarás la habitación.
- Muchas gracias!

Marinnette camina hacia la habitación de Adrien. Sentía que su corazón iba a explotar de tanta tensión. Ella no sabia que era lo que le diria en cuanto lo viera. Se hablaba para si misma, practicando la manera adecuada para saludarlo. Al entrarar a la habitación, para su suerte, Adrien se encontraba dormido.

Marinnette se acercó a su cama sin quitarle la mirada de encima. Parecía un ángel dormido, su perfecto rostro reflejaba paz y armonía. Pequeños recuerdos de la pelea con el arquero pasan por su mente de manera fugaz. Ella intenta reprimir esos recuerdos y concentrarse en aquel bello durmiente que se encontraba justo frente a ella.

- A...adrien? Estas despierto?

Pero por mas que insistía, Marinnette no recibía respuesta. Inútilmente miraba la maquina que marcaba sus latidos del corazón como si este fuera a evidenciar si se encontraba o no despierto.

- Adrien.... Bueno... No sé si me escuchas, pero... Solo quería... (suspiro) me es muy difícil hablar contigo. Aun teniéndote dormido...

Marinnette toma los risos de Adrien entre sus dedos mientras lo ve dormir y toma aire profundamente.

- Solo quería darte las gracias por haberme salvado. Sabes? Siempre me agradó Chat Noir... Tan alegre, amable, leal y dispuesto a ayudar. Recuerdo que la primera vez que nos vimos yo era una completa torpe... Bueno aun lo soy, pero... Gracias a Chat Noir fue que Ladybug tuvo el valor de aparecer. Le dio la fuerza para seguir adelante y siempre estaba allí cuando lo necesitaba. Siempre mostró su interés y su amor hacia Ladybug aunque la muy tonta nunca se daba cuenta. Sin embargo, su corazón le pertenecía a otro chico. Es un chico cálido, humilde, de buen corazón... Siempre estuvo ahí para darle ánimos a Marinnette. Poco a poco se fueron convirtiendo en buenos amigos y sin darse cuenta, cada vez más, se fue enamorando de él. Ese chico... siempre sabia que decirle a Marinnette con los problemas que atravesaba. Ese chico lindo y atento del que siempre desaparecía en los momentos en los que había problemas en la ciudad. Ese chico al que Ladybug no deja de buscar entre las victimas de los akumatizados. Al fin, lo ha encontrado... se encontraba a salvo y muy bien escondido... bajo una mascara. Es ahora que Marinnette puede mirarlo fijamente y decirle todo lo que su corazón siente por él, pero también esta Chat Noir a quien tanto Marinnette como Ladybug quieren darle las gracias por todo. Gracias Chat Noir donde quiera que te encuentres.

Marinnette mira con cariño el anillo de gato que tenia en su mano.

- Se puede?
- Oh Nino!

Marinnette guarda rapidamente el anillo en su bolsillo.

- Como lo ves?
- Parece que esta dormido...
- Si... Bueno... Vine a hacerle compañia pero creo que lo veo muy bien acompañado.
- Ah? Oh que? No!!! Yo... Yo solo... Vine a verlo... Un momento... Cuando me enteré... Pero... Ya debo irme... Tengo que... Ayudar... Si! En la panaderia... Adios!!!
- A...adios.. - Dijo algo confundido por su reacción.

Nino se quedó en la habitación del hospital mientras veia a su amigo descansar. No pasó si un minuto a solas con Adrien cuando este abrió los ojos.

- Hola amigo - dijo sonriendo a su amigo.
- Hermano! Creí que... Aun no despertarías.
- Desperté hace horas.
- Ja! Quien lo diría... Marinnette estuvo hablándote creyendo que dormías.
- Ah... Si... La escuchaste?
- No mucho la verdad... Cuando llegué se puso muy nerviosa... Oye dime... Que te dijo?

Adrien se incorpora y mira a la ventana
- Ella dijo... Que esta enamorada de mi.
- Y tu? Que piensas?
- Pienso que...
- Adrien, tu padre quiere hablar contigo.

Nathalie entra en la habitación con una tableta en sus manos en ella estaba su padre en linea.

- En serio? No vas a venir?
- Estoy muy ocupado.
- Pero... Estoy en el hospital!
- Nathalie se encargará de tu traslado a casa. Hoy mismo regresaras.
- Pe... Pero...
- Mi hijo no va a pasar una noche más internado en el hospital. Te espero en casa esta noche. Eso es todo.

Nathalie se retiró fríamente con la tableta en la mano y cerró la puerta detrás de ella. Adrian renegaba de la impotencia. Su amigo intenta animarlo.

- No puedo creerlo! ni siquiera vino a verme y lo único que quiere es que siga encerrado en esa casa.

- Bueno pero al menos vas a tener todas las comodidades mientras te recuperas.

- No lo creo... yo daría lo que fuera por seguir en este lugar y permanecer lo mas lejos posible de esa casa.

- Amigo, no te preocupes yo iré a visitarte cada día después de la escuela para que no te sientas solo.

- Gracias Nino... me harías un favor?

- Por supuesto! Dime...

- Puedes entregarle una carta a Marinnette?

- eh... claro! quieres que te ayude a escribirle?

- No... esto es... muy personal...

- Entiendo... entonces... esperaré... afuera.

- Gracias amigo.


Nino esperó una hora antes de entrar para asegurarse que su amigo escribiera todo lo que tenia planeado. Él se imaginaba las romanticas frases que le dedicaria a Marinnette y que al fin esos dos terminarian juntos. Pasado el tiempo, Nino regresó a la habitación.


- Nino, necesito que le entres esto a Marinnette y por favor, no vayas a leerlo. Confio en que no lo harás.

- Ok. Si lo prometo.

Al dia siguente, Nino llegó al salon de clases medio pensativo. Viendo a Marinnette sentada en su sitio se le acerca y le entrega la carta de Adrien.


- Marinnette, Hoy Adrien ya se encuentra en su casa. Creo que seria bueno que lo vayas a visitar. oh! y antes que se me olvide... te envia esto. - Entregandole la carta- no te preocupes... no la he leido... aunque no pude dormir de la curiosidad... en fin.


Algo nervioso, Nino se sienta en su sitio. Marinnette, algo confundida se sienta en su lugar y mira la carta con curiosidad y emoción, pero a la vez temor de que se trate de algo negativo... Muchas preguntas rondaban por su cabeza: ¿Acaso creera que soy una acosadora por ir a visitarlo? ¿Sabra que soy yo la que tiene su anillo? ¿Acaso sabe que soy Ladybug y quiere tener una cita conmigo? .... oh... Dios... no no puede ser...él no me vio cuando yo estaba en la habitación.... pero no puedo abrirlo ahora... Alya podría leerlo... y sería muy vergonzoso.

Amor cruzadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora