La carta

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Marinnette esperó que las clases terminaran y salió disparada rumbo a su casa. Saludando casi corriendo entró a su habitación. Marinnette lanza su bolso contra el escritorio y se sentó a leer la carta de Adrien. Tikki sale del bolso atontada.

- Marinnette!!!

- oh! lo siento Tikki!!! no recordaba que estabas ahí!

- Lo vas a leer ahora? Si quieres puedo meterme en el cajón.

- No Tikki! Contigo no tengo ningún secreto. Veamos...

Marinnette se sentía muy nerviosa pero abrió la carta aun con sus manos temblorosas. Cada palabra que decía la carta hacia que el rostro de Marinnette cambiara dramáticamente.

¨No soy muy bueno interpretando aquello que me dicta mi corazón, solo estoy seguro que lo que este dice a grito debe ser confesado ahora. Desde el primer momento en que te vi luchando contra Stoneheart sentí que estábamos hechos el uno para el otro. Esa manera tuya de enfrentar tus temores, siempre tan positiva, tan luchadora. Muchas veces también vi tu obstinada y egocéntrica personalidad que de alguna manera me fascinaba. Siempre supe que la única heroína eras tu, mi lady, que yo solo estaba ahí para protegerte, para ayudarte y eso hice. Aunque mi vida haya estado a punto de extinguirse, no me arrepiento de lo que hice. Cada momento que vivimos juntos fue único y hermoso.

Siempre estuviste para salvar al mundo, siempre estuve ahí para darte ánimos. Sin embargo, siempre estuvo en mi la necesidad de gritarte mi amor, pero de mi boca solo salían frases tontas que solo hacían que te alejaras más de mi. Decidí que eso era lo mejor, si nunca podríamos estar juntos, al menos sabrías que siempre me tendrías como un amigo como tu protector. Nunca quise lastimarte ni ofenderte, nunca quise que te sintieras incomoda con mi presencia. Tu sola compañía era suficiente para alegrar todo mi mundo.

Sabes, como Chat Noir parece ser que nada me preocupa, pero como Adrien, la verdad, es que siempre sentí un vació en mi vida que creí que nada ni nadie nunca lo podría llenar. Hasta que te conocí.

Hace mucho tiempo que había decidido revelarte mi verdadera identidad con la esperanza de encontrarnos tu y yo, pero tu siempre te reusabas y nunca tuve la oportunidad de hacerlo hasta ahora. Cuando lograste sostenerme pensé que lo ideal sería acabar con todo esto. Chat Noir no puede seguir siendo un secreto para Ladybug y era muy injusto que yo supiera quien eras y tu no. Por eso fue que al caer me aseguré de aflojar el anillo... confiaba en que me rescatarías, siempre lo has hecho. Sé que mi Miraculous esta en buenas manos.

Quiero que sepas que estoy bien, ya no siento más dolor. Mi único temor, es saber que es lo que mi lady opina de todo esto. Nunca antes había sentido algo así por nadie, solo espero tu respuesta. Sea cual sea, siempre me vas a tener a tu lado para cuidarte y protegerte.

Adrien Agreste ¨

Marinnette se quedó impresionada de las palabras que decia la carta pero aun asi su expresión era más de confusión que de emoción.

- Marinnette? Estas bien?

- Eh... si... Solo quiero... quiero irme a domir

- Pero... Marinnette son las 5 de la tarde!

- Estoy muy cansada, Tikki... podrías dejarme sola un momento?

- Esta bien, Marinnette.

Las horas pasaban y Marinnette no podía consiliar el sueño. Pasando horas entre las sabadas pensando en la carta que acababa de leer. Las palabras de Adrien causaban pensamientos extraños y confusos en su cabeza. La idea de que Chat Noir era en realidad Adrien aun estaba siendo procesada por ella y la carta solo habia hecho que las cosas se volvieran aun más distorcionadas. La impotencia de no saber que pensar o que sentir la llenaba de angustia. Antes de poder conciliar el sueño, una lagrima rodó por su mejilla y sus ojos al fin se cerraron.

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- Adrien!

-Nino!

El joven entra en la habitación de Adrien sonriendo de alegria por ver a su amigo de buen humor.

-Aqui te he traido los deberes, aunque la profesora dice que no tienes que hacerla si no te sientes del todo bien.

- Bromeas? tengo que distraerme con algo.

- Oh si... no veo con que - sarcásticamente mirando las diversas consolas de videojuegos alrededor de la habitación.

- jeje es solo para romper la rutina... ya he jugado mucho de eso.... y dime, Marinnette vendrá hoy?

-Eh... no... no lo creo... después de la escuela salió disparada para su casa.

- Ya veo...- desilusionado.

- Tranquilo amigo, es obvio que te gusta... y a ella. Asi que... dejalo todo fluir.

- Supongo que si.

Adrien esboza una sonrisa para hacer saber a su amigo que todo esta bien. El único problema que rondaba por la mente de Adrien era saber si sus otras mitades estaban hechas el uno para el otro.

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- Marinnettee!!! despierta!!! tienes que ir a la escuela!

- ah?.... mmmmhhhh si.... ya voy... Tikki.

Adormilada y sin muchas ganas de empezar el día, Marinnette se prepara para otro día de escuela comun y corriente con la unica diferencia que Adrien no estaría allí y , en ese momento, ella creía que eso era lo mejor.

Pasó todo el día pensativa y adormilada. Apenas prestando atención en la clase y a su amiga que intentaba reanimarla de vez en cuando.

- Marinnette, estas bien?
- Si, Alya estoy bien... Creo que... Me iré sola por hoy... Quiero tiempo para pensar.
- Pero que mosca le picó?
- Tal vez esté asi por la carta de Adrien. -Nino se acercaba Alya desde atrás.
- La qué? De qué estas hablando?
- Eh... La... No nada... Jeje
- Muy Bien Nino ahora mismo me dices todo lo que sabes!

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Marinnette camina tranquilamente entre las calles de manera casi fantasmal, distraida y algo torpe. El rumbo es fijo, su casa habia quedado fuera de su ruta hace unas calles atrás. La enorme mansión Agreste se encontraba frente a ella. La expresión fantasmal y soñolienta cambió por un gest decidido para luego llamar por el timbre.

- Si? Qué desea?
- Bue.... Ehm Buenas tardes, vine a ver a Adrien Agreste.
- Quién lo busca?
- Marinnette Dupin-Cheng

Amor cruzadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora