Thierry de Villiers y Salvatore Montrose se odian y solo se dirigen la palabra en las reuniones en las que terminan discutiendo.
Annabelle de Villiers y Chloé Montrose son amigas de la infancia y apenas hablan por la gran disputa entre sus esposos...
Me despierto gracias a la melodiosa voz de Dafne. Nótese mi gran ironía a estas horas de la mañana.
- ¡Vamos Sel! - grita sentándose sobre mi - La que sabe trasnochar...
- ... no sabe madrugar. - finalizo tirándola al suelo.
- Venga, levanta perezosa. - coge el colchón y me tira de la cama y el colchón cae sobre mi.
- ¡Eres una bruta!
- Y tú una dormilona.
- Te odio.
- No sabes vivir sin mi. - pone cara de todo poderosa y yo solo puedo reír ante eso - Venga, tenemos que terminar los preparativos para el cumpleaños de Odette.
En cuanto ese nombre sale de sus labios me levanto como un resorte.
- Vamos, no hay tiempo que perder. - la miro fijamente - Date prisa.
Y con eso me dirijo a mi armario para escoger algo cómo pero a la vez elegante para ir a por los últimos detalles para los 20 de mi mejor amiga. Tienen que ser especiales tal y como lo fueron sus 18.
Vamos a por el vestido que la vamos a obligar a ponerse ese día. Es muy simple, rosa palo, con escote en forma de corazón, para resaltar su pecho, y con un poco de encaje en el busto, y la falda es completamente lisa de gasa. Concretamos los últimos retoques con el hombre que nos va a dejar el salón de boda para hacer el baile que tenemos pensado hacer y volvemos a casa.
Mis padres están en el salón viendo las noticias. Subo con Dafne a su cuarto para guardar bien el vestido, ya que Odette suele rebuscar mucho en el mío.
- Oye - comienzo con lo que puede ser una de las conversaciones más raras que he podido tener con ella - ¿con quién estuviste anoche?
- Solo con Destiny - una de sus amigas, claro, no se lo cree ni ella - Vino a casa porque volvió a discutir con Jeremy y estuvimos bebiendo un poco para ahogar las penas.
- Ya... claro - digo para nada convencida.
Si no me lo quiere contar por las buenas, lo averiguaré por las malas y por mis propios medios.
- ¿Y tú de dónde venías con de Villiers Junior?
- ¿De Villiers Junior? - pregunto soltando una pequeña risa que le contagio - Estaba en Jimmy'z y se ofreció a llevarme cuando casi me mato por los estúpidos tacones.
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- No llevabas tacones cuando llegaste.
- Porque los tiré - miento rápidamente, esto se me da bien - Se me rompieron y terminaron en el primer contenedor que encontramos.