Narra Escorpio
Piscis y Sagitario habían organizado una fiesta después de la ceremonia. Me encontraba bailando en la pista con Virgo y Capricornio hasta que me fijé en Libra. Estaba sentado en una silla en lo más fondo de la sala. Todos los chicos de nuestro grupo de amigos estaban en la pista dándolo todo y él estaba allí como un alma en pena. Me disculpé con las chicas y decidí ir a ver qué le ocurría.
Cuando me acerqué a él me fijé en que estaba mirando a Leo y estaba completamente embelesado. Aunque se le notaba cierta tristeza en el rostro. Me senté junto a él.
—¿Se puede saber qué diablos te ocurre?—Pregunté aunque obviamente ya sabía la respuesta. A él parecía haberle comido la lengua el gato así que continué hablando.—Es por Leo, ¿verdad?—Él seguía sin decir ni una palabra.—Oh, por el amor de Dios, ¿quieres decirme qué te ocurre? Soy tú mejor amiga.
—Pues claro que es por ella.—Contestó con cierto tono de enfado.
—Asumiré que estás un poco cabreado por la situación con Leo e ignoraré el tono de tus palabras.—Hice una pequeña pausa para pensar en qué decirle para no alterarlo más—¿Has hablado ya con ella?—Él negó con la cabeza.-Hace más de una semana que tuvimos la última conversación sobre esto. Pensé que a estas alturas ya te habrías declarado.
—Tengo miedo de que me rechace. La traté fatal. Además, me lo ha dejado claro muchas veces; ya no me necesita. ¿Cómo pretendo presentarme ahora y pedirla que vuelva conmigo?—Dijo.
Solté un suspiro pesadamente. Estaba un poco harta de todos estos problemas románticos. Primero lo mío con Tauro, que fue un completo desastre, luego la cosa más estúpida que hice; salir con mi mejor amigo, y ahora cuando todo parecía que iba bien, Libra quiere reconquistar a Leo. Por lo tanto sí que estaba cansada de estos temas. Pero era la mejor amiga de Libra, así que tenía que cumplir mi función como tal y darle un buen consejo.
—Libra, si Leo te rechaza hay muchos peces en el mar. Por ejemplo, esa pelirroja no ha dejado de mirarte en todo el rato.—Dije señalando lo más disimulado que pude a una de las primas de Sagitario.—Eres guapo, cariñoso, amable y una maravilla de persona. Encontrarás a otra chica. De todas formas no está tan mal ser soltero, lo estoy descubriendo poco a poco.
—Pero yo no quiero a otra chica. Quiero a Leo.
La desesperación empezaba a ser muy notable en mí. La gente pesimista y deprimida por temas amorosos me ponía nerviosa. Y más cuando se trataba de mi mejor amigo, no quería verle mal por semejante tontería.
—No es tan importante. Sé que ahora te parece que lo más importante del mundo es recuperar a Leo pero creeme que no lo es todo.—Le dije hablando desde mi propia experiencia con Tauro.—Lo que tienes que hacer es intentarlo. Ve y dile lo que sientes. No hace falta que sea espectacular, como lo que le organizó Sagitario a Piscis, porque el medio no importan lo que tiene que destacar es el mensaje. Y si te rechaza no creas que es el fin del mundo. Hay muchas más personas que están dispuestas a conocerte. Eso sí, debes saber que un no es un no, no insistas demasiado o Leo acabará hasta las narices de ti.
—¿Eso es lo que te pasó a ti con Tauro?—Preguntó con una sonrisa divertida.
—Por lo que veo ya estás mejor.—Le respondí con una sonrisa.
Él me estrechó entre sus brazos sin previo aviso y yo le devolví el abrazo. Me susurró un gracias al oído. Después, decidió dejar de estar triste en un rincón y salió a la pista a bailar con los demás, pude observar que no estaba en el mejor ánimo para una fiesta pero el intentarlo ya era un gran paso. Me sentí orgullosa de él y de mi trabajo dando consejo, ya que me dijo que pondría en marcha mi plan al día siguiente. De verdad quería que lo suyo con Leo saliera bien, me sentía culpable de todo lo que estaba pasando con ellos así que necesitaba que lo arreglaran, sabía que estaban hechos el uno para el otro y que, aunque lo suyo hubiera empezado como un simple teatro, los sentimientos que se habían despertado en ambos eran reales. Tras unos segundos de reflexión me uní de nuevo a las chicas.