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Narra Piscis

Día de playa a las 11:21

Los chicos ya nos esperaban abajo con los coches desde hacía rato. Capricornio había organizado un día en la playa con todos para relajar las tensiones que había últimamente. Después de la ruptura de Escorpio y Tauro y la llegada de Ofiuco había mucho drama.

Estábamos tardando más por culpa de Sagitario, que se estaba preparando.

—Y luego dicen que somos las mujeres las que tardamos en arreglarnos—. Le dije cuando terminó. Él me dedicó una sonrisa y besó mis labios.

—Quiero estar guapo para ti—. Contestó. Yo le sonreí.

Salimos de casa y bajamos a la calle. Saludamos a Aries, que era el único que estaba fuera de algún coche. Él nos dijo que nos subiéramos a su coche, ya que era el único que tenía espacio.

«Joder» fue lo primero que pensé cuando me subí al coche. Ofiuco estaba allí, sentada junto a Leo. Seguro que la había invitado Géminis, ya que últimamente pasaban mucho tiempo juntas. Ofiuco nos dedicó una mirada de pocos amigos, en ese momentos Sagitario me cogió de la mano para intentar calmarme. Él sabía que en cualquier momento podía saltar sobre Ofiuco y darla un buen bofetón.

Sagitario y yo nos sentamos en los asientos del fondo, ya que era un coche de siete plazas. En los del medio iban Leo, Ofiuco y Géminis y en los de delante Aries, como conductor, y Capricornio a su lado. Los demás iban en el otro vehículo.

Pasamos todo el viaje cantando canciones. Sobre todo de Arctic Monkeys, ya que a Aries le encantaba este grupo.

Narra Libra

12:43

Cuando llegamos a la playa empezamos a descargar todo lo que llevábamos en los coches. Desde comida a tablas de surf.

Después me senté junto a Escorpio en la arena y mientras ella no dejaba de darme besos y hacerme caricias, yo no podía dejar de mirar a Leo mientras jugaba en la orilla con Géminis y Ofiuco. Estaba muy guapa y me encantaba verla con una sonrisa en la boca.

Era difícil de admitir, pero la echaba de menos.

Había sido un completo estúpido. Durante las semanas que estuvimos juntos me comporté como un idiota integral, no hacía nada más que hablar de Escorpio y despreciar a Leo. Y ahora que ya la había perdido echaba de menos su risa, la forma en la que arruga la nariz cuando está confusa, la manera de fruncir el ceño que tiene cuando se enfada...

—¿Te pasa algo, Libra?—Preguntó Escorpio, lo que me hizo dejar de mirar a Leo y centrarme en ella.

—No me pasa nada, estoy bien—. Dije sonriendo, después posé un suave beso en sus labios.

A continuación todos nos juntamos en un círculo y comenzamos a comer los sándwich que habían hecho Aries y Capricornio.

La comida fue algo incómoda y falta de conversación, ya que se notaban las tensiones entre Piscis y Ofiuco y entre Tauro, Escorpio, Leo y yo. Pero los demás intentaron hacer la velada más agradable con sus tonterías.

Narra Sagitario

18:14

Después de comer me fui a dar un paseo por la playa. Piscis insistió en acompañarme, pero no la dejé. Tenía preparada una sorpresa para ella y no quería que la viese antes de tiempo. Lo había estado organizando todo desde hacía meses y por fin llegó el momento adecuado. Iba a pedirle matrimonio. Para esto contaba con la ayuda de Cáncer y Acuario, que estaban tratando de entretener a Piscis para que ella no saliera en mi búsqueda hasta que les avisara.

Cuando llegué saqué de la mochila todo lo que llevaba preparado para el momento; velas, rosas rojas y un reproductor de música con las canciones favoritas de Piscis. También llevaba una manta.

Coloqué la manta en el suelo, después eché los pétalos de rosas por el lugar, aunque algunos se volaron con el viento, puse algunas velas al rededor de la manta formando un corazón y el resto las repartí por el terreno de forma aleatoria, luego coloqué el reproductor de música en frente de la manta. Por último, me dediqué a encender con un mechero todas las velas.

Comprobé que el anillo estaba en el bolsillo de mi pantalón, metido en su cajita de terciopelo rojo. Después le envié un mensaje a Piscis, diciéndole que estaba en el acantilado y que estaba invitada a venir.

Me senté en la manta y esperé durante unos minutos, hasta que sentí unas pisadas a mi espalda.

—Has llegado muy deprisa, ¿has venido corriendo?—Pregunté pensando que era Piscis, pero cuando me giré vi a Ofiuco. Mi cuerpo se tensó al instante—¿Qué haces aquí?

—Es sencillo, te he estado siguiendo—. Respondió mientras se sentaba junto a mí.

—Vete. Estoy esperando a alguien, tengo que hacer algo muy importante—. Dije con el tono más serio que pude poner.

—Vas a pedirle matrimonio a Piscis—. Le miré sorprendido por su acertada deducción—. No me mires así. Es fácil de predecir. Es decir, estás nervioso y has montado todo esto, ¿qué otra cosa podría ser?

Ella se giró, de tal manera que me podía mirar a los ojos directamente.

—Si te casas ya no tendré ninguna oportunidad contigo. Vivirás feliz y de aquí a unos años tendrás hijos y los amarás igual que amas a Piscis. Pero no voy dejar marcharte tan fácilmente. Antes debo hacer una cosa.

Y en ese momento me besó. No tuve tiempo de reaccionar y tampoco podía apartarme, pues Ofiuco me tenía agarrado por detrás de la nuca. Comencé a escuchar un llanto detrás de nosotros, en ese momento ella me soltó y yo me aparté bruscamente.

Me giré y vi a Piscis, llorando unos metros de nosotros. Intenté explicarme pero ella echó a correr y salí tras ella.

Yo era mucho más rápido, así que logré alcanzarla después de unos minutos, pero ya estábamos lo suficiente cerca de los demás. Agarré del brazo a Piscis y la hice detenerse.

—Dejame explicártelo. Te prometo que no es lo que piensas. Ella se abalanzó sobre mí y...

Piscis me dio un buen bofetón en la mejilla.

—Eres un gilipollas. ¿De verdad piensas que me voy a creer lo que me digas? Sé lo que he visto, Sagitario. Entiendo lo que ha pasado: regresa tu ex novia, que por cierto es mucho más guapa y simpática que yo, y has decidido prepararla un romántico picnic en la playa para pedirla que sea tu novia. Y para que a mí me quedase claro que la prefieres a ella has decidido enviarme un mensaje para presenciarlo—. Dijo Piscis con un tono de voz enfadado pero con lágrimas en sus ojos.

—Piscis no es nada como tú piensas. Yo te amo a ti y sólo a ti.

—Vete con tus mentiras a otra parte. Y a mí no me vuelvas a hablar jamás.

Después volvió a echar a correr y se dirigió hacia los brazos de Cáncer, que la dio un fuerte abrazo y Piscis comenzó a llorar en su hombro.

Todos se habían quedado expectantes mirando nuestra discusión. Las chicas y algún que otro chico se pusieron a consolar a Piscis mientras que Tauro y Acuario se acercaron a mí. Mi mejor amigo me miraba con una cara que parecía decir «Como la has liado, amigo».

En aquellos momentos no me podía sentir peor.

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Esto es lo que sucedió el día que fueron todos juntos a la playa y el motivo por el cual Piscis y Sagitario han roto.

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