Narra Susan:
Todos me conocen como Susan, pero ese no es mi verdadero nombre, mi nombre real es sumiko que significa: "niña de la bondad/bella", ese nombre me lo puso mi madre cuando nací en Japón. mi padre conoció a mi madre en un viaje de negocios, mi padre siempre me ha contado que al principio mi madre era un poco terca y no era fácil de conquistar como a otras chicas, mas sin embargo había algo en ella que llamaba su atención y que la hacía especial: era su corazón.
Él siempre me ha dicho que ella tiene un corazón muy bondadoso, amable y amoroso, pero entonces ¿por qué se hacia la difícil con mi papa? pues como verán en Japón las personas son muy reservadas con sus sentimientos y más aún si se trata de una chica, por lo general son muy tímidas a darle su corazón al primero que llegue así que no siempre las cosas pintan color rosa, pero esta vez mi padre fue alguien con tanta suerte ya que después de rogarle, insistirle y conseguir la aprobación de sus padres ella le dio el sí y se casaron, luego de 1 año aparecí yo.
Al principio mi madre estaba un poco indecisa sobre mi doble nacionalidad y algo asustada por como seria mi vida en el instituto ya que sabiendo como son las cosas para ellos solo sería un bicho raro, pero yo no contaba con tanta malicia como para saber cuándo me hacían un cumplido y cuando se reían de mí.
Mi madre me enseño japonés y luego mi padre me enseño una que otra palabra en inglés, que por cierto me sirvió mucho en el colegio, aunque era algo enredado. Todos decían que en mi había algo especial, solo por ser extranjera, porque se me daba el inglés y si, debo admitir que fui muy popular en la primaria y mis padres siempre estuvieron orgullosos de mí y de mis "talentos", así le decían a cualquier cosa que yo hiciera y que me saliera bonito.
Un día mientras mi madre jugaba conmigo mi padre la llamo para hablar aparte en la sala, al principio solo se escuchaban muchas discusiones por lo que no logre entender casi nada, pero luego mi madre entro a la habitación donde estaba y me miro diciéndole a mi padre: -¿enserio crees que será lo mejor para ella? y mi padre le contesto: - sí, lo es.
Casi no vi a mis padres por un mes ya que estuvieron muy ocupados haciendo papeleo, sacando visas, pasaportes y todas esas cosas raras que se necesitan para viajar a otro país, así que yo solo me quedaba en casa a ver los comerciales aburridos que pasaban en la televisión y a jugar con mi perrito aki, que por cierto le puse así porque me lo regalaron en otoño.
Después de ese mes tan ocupado por fin fuimos al aeropuerto, todavía recuerdo ese lugar tan grande y lleno de gente corriendo por todas partes con sus maletas, recuerdo también que mi padre me decía que me aferrara fuerte a él y que no me soltara ya que podría perderme y entonces mama se desmayaría. Cuando subimos a el avión tuve mucho miedo pero entonces mi padre alzo la ventanilla y me mostro las nubes mientras decía que tenían formas de animales e inventaba historias con ellas y logre sentirme tranquila.
El vuelo fue muy largo y cuando bajamos del avión parecía como si estuvieran recibiendo a alguna persona famosa ya que había mucha gente y muchos carteles de bienvenida, mi madre me dijo: -mira sumiko, todos están contentos por verte llegar, entonces me sentí como una celebridad y salude a todos mientras gritaba gracias a cualquier persona que veía, ("que estúpido y vergonzoso"). Luego de una semana conseguimos quedarnos viviendo en una casa muy grande y bonita que con nuestra presencia se llenó de calides y alegría, pero en frente de mi casa vivía un niño muy raro, su cara parecía no mostrar expresión alguna parecía un muñeco, inmóvil y sin sentimientos.
Entré a la escuela, pensando que tal vez aquí también seria popular como en mía antigua escuela, pero no fue así, lo único que obtuve eran burlas y malos comentarios por mis ojos asiáticos, rasgados y pequeños todos decían que parecía un adefesio, un monstruo, eso me molesto mucho así que tomé mi mochila y salí corriendo del salón mientras todos se quedaban mirando mi escena de rabieta, ese día la rectora llamo a mis padres.
Cuando llegue a casa tuve una charla con mis padres y me dijeron que tal vez podría tener un aspecto diferente pero había algo que me hacía más especial que a ellos y es que contaba con el amor incondicional de unos padres únicos y especiales, así que se podía decir que yo era el triple de especial, lo cual me hizo muy feliz.
El siguiente día de escuela, todos mis compañeros callaban ante mi presencia y me hacían a un lado, "seguro los he asustado con mi escena de ayer" pensaba yo, el día transcurrió normal hasta que un par de chicas llamadas Alice, Danna y Rose se sentaron en la mesa donde tomaba mi almuerzo y empezaron a hablar conmigo, al parecer el país de donde venía les llamaba mucho la atención, me sentí alagada, me sentí orgullosa de haber nacido en Japón.
Ellas y yo nos hicimos muy unidas, para ellas era como una celebridad solo por ser mitad japonesa y mi apariencia, aunque a veces pensaba que solo me querían por eso y no por mi personalidad, pero bueno quería popularidad, pues ahí tenía mi atención y popularidad, sentía como si llevara una máscara puesta y que con cualquier error que cometiera esa mascara se volvía delgada y en cualquier momento podía caerse.
Un día iba caminando por el pasillo y me topé con aquel chico que había visto días antes en frente de mi casa, tuve miedo ya que se le sentía una aire de frialdad y negatividad, pero eso no impido que pidiera disculpas por haber chocado con él, solo asintió con la cabeza y volvió al salón, lo seguí mientras andaba en su silla de ruedas sin saber que él notaba mi presencia, llegamos al salón y me senté en mi puesto mientras me sentí inquieta por hablarle o decirle algo, me daba mucha curiosidad saber cómo sería su personalidad.
Me levante de mi puesto y me acerque a su lado, lo salude con una gran sonrisa y comencé a hablarle sobre mí, cambie un poco la conversación preguntándole cosas acerca de él cómo sus gustos y me daba respuestas, pero no tan largas como si le interesara hablar conmigo, mis amigas entraron al aula de clases y me agarraron por las manos y me llevaron a mi puesto ya que vieron como me había ignorado en mi última pregunta.
- no deberías estar con él, ni siquiera acercártele, eso bajara tu popularidad -dijo Alice mientras me arreglaba el cabello y me ofrecía un par de galletas que había comprado en la cafetería-.
- sí, ella tiene razón, ahora que has alcanzado un nivel muy alto juntarte con ese hico no sería bueno, ¿acaso quisieras volver a ser una chica rara? con el solo te verás como una nerd -dijo Danna pareciendo estar de acuerdo con Alice-.
- pero... el, tal vez nunca haya tenido amigos y yo sé cómo se siente eso, estar solo y sin nadie, si ustedes se acercaron a mí, ¿porque no me dejan ayudarlo a él?
- está bien, pero si te sucede algo no me detendré en decir te lo dije -dijo rose meneando el dedo con el ceño fruncido-.
- hola, yo... quiero preguntarte algo
- algo ¿cómo qué?
- ¿serias mi amigo?
- ¿no te basta con las amigas que ya tienes? tu solo lo haces por lastima, mejor no te me acerques y así siquiera podre decir que te conozco ¿te parece?
En ese momento sentí como la vergüenza se apoderaba de mi ser y mis pensamientos al ser rechazada por un rechazado, enserio daba pena. Me acerque llorando donde mis amigos y sin detenerse rose dijo: - te lo dije querida, una voz se oyó al fondo y dijo: - aunque porque no podría serlo, al parecer veo que te importo, si te interesa me llamo Mark.
- está bien -respondí a voz alta para que me escuchara aquel chico que por un momento había sido el causante de mis lágrimas.
Por cierto, volviendo al inicio ya que fuimos tan lejos, el nombre de susan me lo dio mi padre al llegar a Estados Unidos.
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GOODBYE MY LOVE
Teen FictionLa historia gira en torno a Mark, quien tiene una vida monotona y resumida a una silla de ruedas, un dia el destino le da un gran regalo y es conocer a susan , ella le empieza a dar color a su vida. susan; una chica audaz, optimista y siempre rebos...