Capítulo 5

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«Dentro de tu cabeza no sólo hay pesadillas, también hay sueños llenos de color; sin embargo, ellos sólo aparecen cuando los necesitas, ahora están ocultos, pero uno de ellos acudió a tu llamado»

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«Dentro de tu cabeza no sólo hay pesadillas, también hay sueños llenos de color; sin embargo, ellos sólo aparecen cuando los necesitas, ahora están ocultos, pero uno de ellos acudió a tu llamado»

Un caballero de armadura brillante y una espada llena de diamantes se encontraba detrás de lo que Lily creía su final. Tal vez no todo estaba perdido.

Su reflejo —el cual ahora tenía cualidades de un aterrador monstruo— gruñó al verlo, estaba arruinando su plan perfecto; por lo que soltó a la niña y se acercó con pasos largos hasta él.

—¿Qué has dicho? —preguntó. Su voz sonaba áspera y demostraba todo odio a través de las palabras que salían de su boca.

—Dije que sueltes a la niña —hizo una pausa entre cada palabra y sacó su espada mostrando lo afilada que estaba.

Lo que sucedió después no lo pudo ver Lily, pues se llevó las manos a los ojos. Tenía miedo, podía sentir el sentimiento de temor recorrer todo su cuerpo causándole un escalofrío en la espalda. Escuchó el sonido del arma y luego un grito espantoso. Un horrible dolor de cabeza la inundó y la hizo retorcerse sobre el suelo.

—Auxilio —susurró tapándose la orejas. La vista se le nublaba y el dolor se hacía más fuerte. Lo último que logró ver fue la cabeza de su reflejo frente a ella, con los ojos desorbitados y una notable mueca de terror en el rostro. Le habían cortado la cabeza.

Lily despertó en manos del caballero de armadura radiante, o mejor dicho, su héroe

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Lily despertó en manos del caballero de armadura radiante, o mejor dicho, su héroe. Los ruidosos pasos de la armadura que llevaba lo delataron antes de que ella pudiera abrir los ojos.

—¿Adónde me llevas? —preguntó sobándose la cabeza, aún le dolía, pero el dolor había disminuido.

—Adónde el viento nos llevé. Aquí no hay ningún lugar que pueda ser seguro, ni para ti, ni para mí —aclaró.

—¿Para ti? —Lily se movió, estaba incómoda en esa posición— Eso no puede ser posible. Eres una ilusión, los monstruos no pueden hacerte daño.

—Temo decirte que estás equivocada. Ellos no siempre fueron monstruos perdidos en un universo sin salida, solían ser sueños. Tú los convertiste en una pesadilla —el caballero tomó a la niña por la cintura y la depositó en el suelo de manera cuidadosa.

—Quieres decir...

—Eres la única que puede remediarlo —completó éste—. Tienes que acabar con el desastre que comenzaste.

—Yo... yo no puedo —Lily se sentía inútil, sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas— Ellos quieren hacerme daño, intentan matarme.

—Eres parte de ellos, el daño que les hagas será transmitido hacia ti. Eres el corazón que los mantiene con vida, ellos no quieren matarte, intentan asegurarse que tú no lo hagas primero. —la brisa revolvía el cabello despeinado de Lily, sus ojos rogaban ayuda. Sin embargo, él no podía hacer nada y se sentía fatal por fallarle de esa manera.

«Ella te creo para protegerla, estás incumpliendo con tu deber. Eres un cobarde, tantos días observándola. No pudiste evitar que ese monstruo le hiciera daño, ni la muerte de su madre. No pudiste evitar las lágrimas que salieron de sus hermosos ojos; tan oscuros como el café que te causa insomnio. Y ahora la volverás a abandonar. Te necesita y lo sabes.» observó la herida que cruzaba su ojo, fue su culpa. Pudo haberlo evitado, pero el miedo no lo dejó.

—¡Hey! —Lily lo sacó de sus pensamientos sacudiendo su delicada mano frente a su rostro—. Te estoy hablando.

—Lo siento... —tragó saliva— pero desde ahora tendrás que seguir sola, ellos me buscarán e intentarán hacerte daño si estás conmigo. No puedo permitirlo, tan solo estoy estorbando —Lily abrió la boca para decir algo más, pero la cerró al instante. No tenía nada que decir, temía estar cometiendo un grave error al reclamar.

«Y su caballero de brillante armadura la abandonó. La princesa volvió a vivir en soledad, temía que el dragón pudiera regresar. Princesa de los monstruos, no eres como las demás.»

Lily observó lo único bueno que había encontrado en ese terrible lugar alejarse y no pudo contener las lágrimas por más tiempo, lloró por todo lo que perdió. Lo único que le quedaba era ella misma y se negaba a perderse también.

—Oh, vamos. —una voz a sus espaldas se hizo presente—. Se me acaban los juegos, ¿cuándo cederás a venir conmigo?

—Eso no pasará, Laura —sorbió por la nariz y levantó la vista. Se sobresaltó al encontrarse con la fría mirada de Laura tan cerca de ella.

—El juego aún no acaba, pequeña Lily. No querrás rendirte ahora, ¿cierto? —Lily no contestó—. Vamos por menos de la mitad, falta mucho por recorrer, a menos que quieras escuchar las palabras Game Over resonar sobre tus oídos antes de morir —Laura soltó un pesado suspiro, creía imposible convencer a la pequeña niña.

«Game Over» pensó Lily. Se había acostumbrado a repetir las palabras de Laura en su cabeza.

—Puede ser —Lily sonrió, tenía un plan—, si es que no pierdes primero.

¿Dónde está Lily? [#PremiosWABooks]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora