Si el tiempo no se detiene, menos yo.

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"Se dice que cuando confiesas tus sentimientos a tu amado bajo el árbol de cerezo un viernes por la tarde, este te aceptará y será imposible separarlos" 

Han pasado tres semanas desde que Ayano entró al club de artes marciales y Senpai sigue sólo, pues Info-Chan le dijo a Yandere el orden de las rivales que se le iban a declarar cada viernes, ya se había deshecho de Oka Ruto, después siguió con Kokona Haruka haciendo que se suicidase por el acoso. Su última víctima fue Osana Najimi y aunque este último afectó mucho a Taro porque se sentía culpable, no lo importó en lo absoluto, se deshizo de una molestia para ella y para su querido senpai.  

Pero, a pesar de todo aquello, no podía seguir, ya no quería seguir.

La culpabilidad la empezó a asechar conforme pasaba tiempo con sus amigos del club de artes marciales, aprendió a ser más abierta y más sociable, se hizo amiga de Saki Miyu y de las chicas del club de cocina pues estaba ayudando a Budo para que la presidenta no compartiera momentos con Yamada, aunque la mayoría del tiempo fracasaron sus planes y estos dos se unían poco a poco. Se hacía fuerte día tras día, los momentos que compartía con Budo-Sensei se hicieron más íntimos, tanto, que hasta un día este entró a su casa. Los padres de Yandere no habían vuelto, así que se quedó un bien tiempo.

"-Aya-Chan, ¡cocinas delicioso! - Dijo Budo comiendo un estofado que Ayano había preparado para él. 

-¿Enserio eso crees? Podría cocinarte todos los días si así lo deseas- Bromeó Ayano.

Budo sintió sonrojarse por primera vez en mucho tiempo. No sabía si la comida era buena porque Ayano lo hizo para sólo para él, o porque en realidad si cocina bien, fuese lo que fuese, es la primera vez que halagaba un platillo, ni siquiera a su querida chica quien irónicamente es la presidenta del club de cocina.

-Deberías hacer chocolates para los chicos del club, también te quedan bien -dijo ahora comiendo el postre.

-Dalo por hecho. 

-Me dijiste que tienes juegos, ¿verdad? Préstame uno, ¿donde los tienes?

Ayano se quedó sin gesticular palabra alguna.

-Están en mi cuarto... -susurró. 

-Bien, es la de la puerta con el letrero de no pasar, ¿verdad? - rió Budo por la rebeldía de Ayano al poner eso en la puerta de su cuarto.

-S-i, pero...

-¿No tengo permitido el paso?

-¡No es eso! Dame un rato para arreglarlo y después entras, está hecho un desastre, osea, comida tirada y ropa podrida y ese tipo de cosas que hacen de un cuarto sucio, tu sabes... ¡espera aquí!

Budo rió otra vez, sabía que no se equivocaba con decir que Ayano es muy cómica y que sólo le faltaba desenvolverse más, pero lo que no sabía es que Ayano sólo no lo dejaba entrar, por el mini templo que le hizo a Senpai el cual tuvo que esconder,  "la manzana está podrida y llena de moscas, ¡será mejor tirarla! ¿En qué pensaba con tener una curita con sangre y un cepillo de dientes sucio y viejo? A la basura también." Sólo dejó la botella escondida en el armario y la foto de senpai bajo la cama, fuera de eso todo estaba bien, así que salió.

-Ya puedes pas...

Dijo Yandere abriendo la puerta, pero se quedó muda al ver que Budo estaba viendo las fotos familiares que tenía en la sala, ¡y que estaba sosteniendo una foto de ella cuando era una bebé!

-Que linda te vez Aya-Chan- dijo entre risas, y no bromeaba, la verdad es que la foto era muy conmovedora, era en su cumpleaños número dos, Ayano tenía la misma expresión de siempre, sólo que estaba en la mesa donde estaban los regalos con el pastel destrozado por ella misma y en toda su cara había rastro de este, no parecía comprender que pasaba, y sus manos tenían pastel, listo para comer, Budo seguía riendo a pesar de escuchar los reclamos de Ayano- ¡me quedaré con esta foto! -desmontó el cuadro donde lo tenía y lo guardó.

Senpai, senpai... ¿sensei?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora