"Suena el despertador, son las 7:00 am en Hong Kong, un día mas un día menos que más da, creo que estoy a punto de despedir el despertador, hace muchos años que no lo necesito siempre estoy despierto antes de que el realice su trabajo conmigo y su sonido ya me está hartando, pero bueno hay que intentar llevar este día... otro día mas, hoy me han convocado a una reunión con los ancianos, ¿que querrán esta vez? Ya sé que tengo que buscar prometida, pero no quiero hacer eso todavía, pensé que ya se los había dejado en claro."
El ya no era un pequeño niño, oh no, claro que no, ya era un todo un hombre con 18 años Shaoran era un joven alto y con cuerpo fornido debido a sus horas de entrenamiento, su cabello seguía igual de alborotado y sus ojos tenían el mismo color miel pero esos nunca volvieron a brillar después de ese día.
Después de un ligero baño el castaño se puso sus ropas tradicionales y se dirigió a la sala donde esperaban los ancianos y su madre Leran, al entrar pudo ver a los ancianos sentados en unas largas mesas y frente de ellos estaba la madre de Shaoran, el se adentro en la sala y se coloco al lado de Leran con la misma expresión de siempre, al verlo los ancianos procedieron con la reunión
–Hoy estamos aquí para discutir sobre el tema de los Hang... a pesar de que tenemos poca información es de una fuente muy confiable y no debemos esperar para reaccionar– informo uno de los ancianos con tranquilidad
"Pensé que me molestarían más por mi compromiso..."
–Lo sé señor esto puede salirse de nuestras manos, debemos actuar ahora, no podemos dejar que los Hang nos sorprendan– esta vez la que hablo fue la madre de Shaoran
–Pero no podemos actuar sin saber bien que vamos a hacer, ni sabemos si es verdad, los Hang desaparecieron de la vida del clan Li hace 100 años– replico otro de los ancianos
Seguían discutiendo el mismo tema los Hang, pero al parecer Shaoran no tenía ni idea de lo que estaba pasando
–No podemos esperar, debemos empezar a investigar ya– se podía notar la preocupación en la cara serena de Leran Li, Shaoran no resistió más e interrumpió la conversación
–Disculpen, pero creo que yo tengo derecho a que me expliquen qué es lo que está pasando aquí
Los ancianos parecieran notar al fin que Shaoran tan bien estaba en el recinto, todos lo miraron con firmeza, pero esto no asustaba al joven, él ya estaba acostumbrado a esas frías miradas
–Si lo sabemos, veras hijo seguro no lo sepas pero hace 100 años el clan Li tenía una un gran enemigo el clan Hang, eran poderosos y orgullosos y siempre competían con nuestro clan por el título del mejor clan de china, cuando al fin logramos vencerlos definitivamente en batalla los Hang desaparecieron y nunca más volvieron a molestarnos, aun así el clan siempre ha pensado que fue muy extraño que desaparecieran así y siempre hemos estado esperando su regreso, al parecer han visto a un grupo de magos con las habilidades que solían tener los Hang, parecen estar preparándose para un ataque
–Por eso necesitamos que tu joven Shaoran como futuro líder del clan vallas a Japón a investigar estos extraños sucesos– Japón... esas palabras provocaron en el castaño un fuerte impacto, su rostro se volvió pálido y un fuerte escalofrío recorrió su espalda, después de tantos años Leran vio de nuevo esa expresión en el rostro de su hijo,vio miedo
– ¿Co... como dijo? Ja...Japón señor yo no... me niego no, no puedo– apenas y lograba articular palabras, el hecho de volver a ese país le aterraba enormemente, mostró su debilidad y eso no se debía hacer en frente de los ancianos, claro que no.
–Joven Shaoran ¡usted ya no es un niño!, debe aceptar la realidad y tomar las rienda de este clan, si no va a Japón lo obligaremos a buscar un prometida ahora mismo– el pobre castaño no sabía que era peor si buscar una mujer que se encadenaría a él el resto de la eternidad o ir a ese infierno, pero al final después de varios intentos acepto a viajar a Tokio tan solo a investigar un poco.
Justo a la mañana siguiente tomo un avión hacia Tokio, bueno por lo menos no debía ir a Tomoeda eso sería mucho peor. Llego a las 12 medio día al aeropuerto... cuantos recuerdos... aun podía sentir esas mala sensación cada vez que estaba en un aeropuerto, en realidad el nunca supero lo sucedido, odiaba esa sensación, odiaba a los aeropuertos, hizo el papeleo correspondiente y tomo un taxi al hotel donde se hospedaría, al llegar se dio un baño y decidió salir de una vez a lo que venía, entre más rápido terminara con esto mejor.
Salió y camino un rato por las calle de Tokio, aunque apenas visitó Tokio un par de veces en su infancia podía recordar todo perfectamente, seguía casi igual que hace 6 años, ya eran cerca de las 4 de la tarde cuando iba caminando por un pequeño parque y noto que extrañamente ya no habían personas en el y esto alertó a Shaoran, de inmediato sintió varias presencias mágicas y no dudo dos veces en invocar su espada y ponerse en posición de defensa.
– ¿Quiénes son y qué es lo que quieren? – miraba a los lados en alerta, un grupo de 5 personas con capas negras apareció frente al castaño
–Así que este es el heredero del clan Li, es un poco decepcionante, pero bueno me alegro que nos ahorraras el trabajo de ir hasta china por ti, ahora uno de los nuestros se encargara de ti y así podremos acabar de una vez por todas de clan Li, ve hermosa y elimina ese pecador– mando uno de los encapuchados
Dicho esto desaparecieron como sobras 4 de ellos solo quedo uno un poco más bajo que los demás
Un movimiento de la mano del encapuchado pudo hacer notar la espada negra que llevaba en sus manos unos segundos antes de atacar a Shaoran, él se defendió con su espada repeliendo el ataque del enemigo el cual salto con agilidad y ligereza a unos metros de él
–¿Quién demonios eres y que es lo que quieres? – el encapuchado no respondió, pero volvió a atacar, los golpes de su espada no eran fuertes pero eran veloces y delicados directos sin miedo a matar, además esquivaba cada ataque de Shaoran, tras luchar con las espadas un poco Shaoran utilizo uno de sus pergaminos
–¡Dios del trueno ven! – justo cuando el ataque iba a dar en el enemigo este pronuncio unas palabras muy bajito que Shaoran no pudo escuchar, con esto salieron unas pequeñas alas negras en los zapatos que le permitieron saltar lejos de los rayos, en ese preciso momento una leve presencia mágica diferente a la de los demás se sintió, una presencia que dejo totalmente inmóvil al castaño, lo que el enemigo aprovecho y salto de nuevo hacia él para atacar, pero Shaoran pudo reaccionar a tiempo y contraatacar, el enemigo apenas puedo evitar la espada de Shaoran, aún así esta logro cortar parte de la capucha negra y se pudo ver algo que los sorprendió aun mas
"Esa chica..."
Sentía como cada uno de sus músculos se congelaban y su cuerpo dejaba de hacerle caso, logro ver parte del cuerpo de su adversario ahora femenino, varios cabellos castaños caían sobre el rostro de la joven ocultando sus rasgos, la chica aprovecho la sorpresa de su adversario y desapareció como lo hicieron antes los demás encapuchados, en ese momento, Shaoran calló sentado en el suelo, su cuerpo temblaba, sus ojos estaban tan abiertos que amenazaban con salir de sus orbitas
Y ¿quién no lo estaría?
–No, no esto... no, no... esa presencia...ese poder.... ¿Sa...Sa...Sakura?
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Chan Chan Channnn Llego por quien llorabas a que no te lo esperabas....
Espero disfruten la historia
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La tragedia Del Cerezo
RomanceEse día quedaría como una dolorosa marca en todos los habitantes de Japón, 318 muertos en total, 132 de ellos no pudieron ser encontrados, 132 desaparecidos por la eternidad en los escombros, 132 madres, padres, hijos.... Entre los destrozos, llanto...