Sakura movió su espada y Shaoran gimió de dolor... los gritos se escucharon en la calle. Un hilo de sangre cayó en la acera de la calle, él calló de rodillas en la acera... la gente seguía gritando...la sirenas de la policía se escucharon...
–Vamos Li, así no es divertido no lo entiendes, si te mato y tu no pones resistencia no lo disfrutaré– le decía al castaño quien se sostenía el brazo donde tenía la cortada de la espada.
– ¿O acaso es que no te atreviste a matarme a sangre fría Sakura?, tú no eres así, aunque no lo recuerdas, se que en tu interior jamás harías algo así– Shaoran intentaba hablar con claridad resistiendo el dolor que le causaba la herida y tratando de detener la hemorragia –¡Vuelve en ti Sakura!
–No quiero ir a la cárcel... no te preocupes Li nos veremos pronto, pero la próxima vez espero que luches contra mí y si no lo haces te obligaré
Sakura corrió entre la gente y al doblar la esquina desapareció como siempre, Shaoran intentó seguirla, pero estaba sangrando mucho y las personas lo detuvieron para socorrer lo, no lo dejaron correr, él solo pudo mirar con impotencia como Sakura se le escapaba de nuevo.
Por la mañana Eriol y Tomoyo fueron al cuarto de Shaoran y al entrar lo encontraron desayunando con el brazo vendado, se asustaron por un segundo, pero ya que los dos tienen una gran intuición adivinaron que era lo que había sucedido, Eriol como siempre salió con su "comentario alegra a Shaoran"
–Buenos días Shaoran veo que tuviste un cita con la pequeña Sakura anoche– decía con su típica sonrisa burlesca que tanto detestaba Shaoran, él lo miro de mala manera
–Buenos días Eriol, Tomoyo, y si me vi con Sakura ayer, pero fue pura coincidencia verán...– Shaoran les conto todo lo que paso y Tomoyo reforzó su teoría.
–Por supuesto que sakurita no es capaz de matar a Shaoran, aunque tenga tantas ganas de matarlo, a todo esto ¿aún no sabes porque Sakura te quiere matar?
–No, lo único que ella me ha dicho es que mi familia le hizo algo muy malo a la familia de ella, y por eso el clan Li debe morir... bueno por lo menos dijo que pronto nos volveríamos a ver, eso quiere decir, que muy seguro hoy si valla al parque a buscarme para– suspiro profundamente –intentar matarme.
–Si Shaoran, pero no creo que sea muy temprano, aun no eh logrado hacer que el hechizo encuentre donde se encuentre Sakura, ellos están protegidos por un escudo muy poderoso que hace que su energía no se sienta, seguiré intentando por el resto de la mañana tu descansa tu brazo, por suerte no te dio en el brazo con que manejas la espada, aun así descansa un poco.
–No hay tiempo para eso, mejor te acompaño, entre los dos tal vez el hechizo tenga mayor poder y sea más fácil encontrarlos.
–Bueno si tu lo dices, vamos– todos salieron de la habitación con la esperanza de que así funcionará.
Llego la tarde y lo único que habían logrado era encontrar los rastros de Sakura que había dejado algunas vez por la ciudad, pero ninguno se dirigía a algún lugar en concreto, al final de cuentas de nada sirvió hacerlo entre los dos, cuando fueron cerca de las 3 de la tarde se dirigieron al parque.
Al llegar al parque ya todo estaba vacío, ellos ya había desalojado el lugar, al internarse al parque se encontraron de nuevo con Leo y Sakura, quienes los veían con malicia como la hacían siempre, Shaoran al sentir la mirada de odio de Sakura sintió como un escalofrio recorría su espalda y todas las ganas de luchar huían de su cuerpo al verla.
–Entonces ya te convenciste de pelear contra mi Shaoran, si te dejas no es divertido– le decía Sakura a Shaoran mientras convertía su dije en la espada negra y sonreía de la emoción.
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La tragedia Del Cerezo
RomansEse día quedaría como una dolorosa marca en todos los habitantes de Japón, 318 muertos en total, 132 de ellos no pudieron ser encontrados, 132 desaparecidos por la eternidad en los escombros, 132 madres, padres, hijos.... Entre los destrozos, llanto...