Y que tal si te cuento una maravilla

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Dicen por ahí que las cosas no suceden por si misma y que otras más simplemente suceden porque no hay nadie que las detenga, sin embargo, ¿qué hay con las maravillas?

Esas grandes incomprendidas y que se tiñen de mil y un colores antes de siquiera nacer, esas, esas son las maravillas, no aquellas que se crean con un efecto de tener un renombre o un lugar en el lienzo del padre tiempo. Las verdaderas maravillas son aquellas que incluso no siempre llegan a llegar a ver la luz, esto pues esas cosas, ideas, sentimientos e incluso vidas, muchas veces simplemente se quedan en el imaginario de quien en un principio las creo.

Tal es el caso de un amor, un sueño, un realidad, un simple deseo. Las maravillas nos rodean y a veces mueren en una cama de rosas o una larga y dolorosa hilera de espinas, espinas que sin duda alguna rasgan el alma y rompen el corazón en mil y un pedazos que se convierten de nuevo en material para una nueva maravilla.

Y luego estoy yo, un elemento en el limbo entre espinas y pétalos, un ser que yace suspendido entre mil sueños, diez mil deseos y más de un millón de sentimientos. Todo eso a veces me confunde, me lastima e incluso me hace daño, tanto que a veces... Simplemente me gustaría cerrar la puerta bajo llave y quedarme ahí sentado en un cuarto oscuro de mi mente y no salir jamas, todo para que la maravilla de mi mismo nunca sea vista por nadie.

Sin embargo hay quienes se cuelan entre los escondrijos de aquella puerta que ya esta corroída por mis miedos y mis inseguridades, esas personas muchas veces las llego a odiar, las odio no por sus intenciones, sino por lo que causan en el entorno. 

Una maravilla es tal hasta que alguien así lo considere, sin embargo, ¿qué hay si no quiere ser maravilla? Ese es mi caso, esa es mi realidad, cada quien mira diferentes ángulos de un mismo objeto y denota una cualidad que llame su atención, sin embargo el origen de esa cualidad, no es la misma en mi que en los demás. Puedo escribir, puedo sentir, puedo soñar... Más sin embargo no necesariamente he leído de la misma forma o las mismas cosas... Mi vida y el componente de granito de muchas de mis ideas radican en el sentir y el vivir en el punto de vista de una persona que solo se limita a absorber y absorber mil y un datos por toda su vida.

Quizás realmente estoy hueco al no tener las mismas fuentes, incluso me podría jactar de que no puedo leer tanto porque me aburro, me aburre el palabrerio sin sentido que llena muchos anaqueles de las obras que solo se resumen en un intento burdo de captar a un lector en una trama más simple que un tres en gato... Pero digo yo, quien soy para decir que hacer o no hacer, despues de todo soy solo una maravilla sin nombre, sin rostro y sin existencia.

RetazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora