Retazos

Entre escombros

- Es tarde, ¿no crees? -preguntó el desde el umbral de la puerta
- Quizás si, quizás no, todo depende de para que es que se supone que es tarde -respondió el otro mientras miraba a la luna plateada en aquel cielo azabache y brillante por las estrellas.
El primero se acerco al que miraba la luna y tomo su mano con suavidad mientras sus labios besaban aquella mejilla tan suave y tan tersa como la recordaba.
- Tarde para estar contigo, tarde para estar a tu lado, tarde para pasar el resto de la vida juntos, pero eso es tarde tonto.
- Si lo dices así, parece que soy un ogro que no quiere estar a tu lado -respondió aquel mientras una sonrisa de posaba en su rostro y miraba con cariño a su compañero.
- No hace falta decirte que lo eres, lo realmente relevante es amarte aún cuando lo seas, eres mi pequeño monstruo que esconde todo en su pecho y su cabeza -dijo mientras su cabeza empezaba a descansar en el hombro de su amanté.
- Aún así, escucharlo de ti me da un sentimiento extraño, cómo... cómo... cómo cuando no sabes que hacer para impedir que alguien este triste.
- ¿Frustrado cariño?
- Quizás esa sea la palabra perfecta para describir como me siento cuando dices eso.
- Descuida entonces corazón, yo estoy feliz aun cuando tu no lo estés siempre, lo que me hace realmente feliz es estar a tu lado, solo eso.
Un beso sello aquel momento en el que dos se hicieron uno entre los escombros de una ciudad llena de malicia de la cual son fruto y que aún así siguen buscando un momento de felicidad de entre la miseria y la destrucción.