Clandestine (HunHan)

CAPÍTULO 15

- ¿Me quieres?

- Sí.

-No es otra estrategia? - El mayor suspiró y apagó su cigarrillo.

- Siempre he sido sincero contigo, de hecho con todos, no me gusta mentir, si lo hiciera crees que te hubiera puesto las cartas en la mesa como son? No, hubiera tergiversado todo con un montan de mierda ridícula, por cierto, aún no has respondido...

-Dilo de nuevo- El semblante hostil del menor había dado un giro total. Primero estaba atento y atónito a las palabras de SeHun y ahora estaba completamente entusiasmado y SeHun se atrevía a decir que algo tímido.

-Te quiero. – Se aproximó al rostro del menor dejando unos centímetros de distancia, esperando que LuHan los desapareciera. El menor miró a los labios de SeHun y luego a sus ojos, su expresión era de confusión, como si estuviese batallando internamente. Vaciló un rato pero para alivio del mayor cerró sus ojos y juntó sus labios con los de SeHun, solo contacto, sin movimiento, para los dos estaba bien así, pero no por mucho tiempo para el más alto.

Llevó sus manos a la nuca de LuHan y lo atrajo hacía si para profundizar. SeHun era pasional, esa era su naturaleza, por lo cual no tardó en meter su lengua a la boca del menor para invitarlo a ir por un beso sucio.

Cuando se separaron SeHun pudo observar el adorable color rosa que adornaba las mejillas de LuHan.

-Lo tomo. – Susurró. SeHun sonrió complacido y volvió sus manos al cabello del contrario.

- Realmente me gusta tu nuevo cabello. – No había más respuesta para lo anterior. LuHan lo aceptaba, así de simple, su vida volvía a retomar esa chispa que hace días había perdido.

-SeHun....Debo irme

- No LuHan, por favor, recién podemos hablar, no te alejes de nuevo. – La desesperación era clara en la voz y en la expresión de SeHun. Si bien LuHan quería significar algo para el mayor más que sexo, tampoco quería que sufriera por él.

-Hablaba enserio cuando dije que estoy castigado, no puedo salir a ningún lugar sin permiso. Mis padres saben a qué hora salgo, a esta hora ya debería estar por llegar a casa, están trabajando, pero siempre llaman al teléfono para saber que ya he llegado. – El mayor le ofreció su teléfono y LuHan intercaló su mirada confundida entre el aparato y SeHun.

- Llámales y diles que vas a reunirte con un compañero para hacer tarea.

-SeHun tu no entiendes...

-Agh! Maldición. – Gritó golpeando el timón.

-Cálmate, no te estoy rechazando ni nada de eso, es solo que si les digo eso tendré que darles nombres, número de los padres, dirección y van a insistir en pasar a recogerme. – Le explicó para tratar de calmarlo sin conseguirlo. – Hagamos una cosa, vamos a mi casa ¿Te parece? Mis padres llegan en la noche.

­No recibió respuesta y SeHun aún tenía el entrecejo fruncido, pero el que pusiera el auto en marcha en dirección a su casa pareció indicar que le gustaba la idea.

Al llegar se bajaron del auto sumergidos en el mismo silencio del trayecto. LuHan abrió la puerta y pasó, SeHun le siguió y cerró.

-¿Por qué estás enojado?- Preguntó el menor volteándose para hablarle frente a frente. – Estamos juntos, vamos a pasar la tarde así que quita esa cara. – Le animó acercándose para tomarle de las manos y guiarlo a la sala.

-No me hagas caso. – Suspiró y dibujó una sonrisa en su rostro. – Solo soy un poco resentido. – empujó a LuHan hacia sí mismo, apretó su cintura y lo besó. –